spanish.china.org.cn | 08. 02. 2023 | Editor:Teresa Zheng Texto

El mundo necesita buenas noticias de China y EE.UU.

Palabras clave: China, Estados Unidos, encuentro

Antes de visitar África, la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, hizo una pequeña parada en Suiza y sostuvo conversaciones el miércoles con el vice primer ministro chino y jefe del diálogo económico integral China - EE.UU., Liu He, quien asistirá al Foro Económico Mundial en Davos. Este es el primer encuentro entre ambos después de tres videollamadas y el primero entre altos funcionarios de los dos países este año, por lo que ha recibido una amplia atención pública internacional. La cita obviamente es gratamente acogida por todos. Además, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, visitará China el 5 de febrero, para convertirse en el primero de su investidura en hacerlo en casi un lustro.

Durante las dos horas y media que duró la reunión, ambas partes mantuvieron intercambios profesionales, profundos, sinceros y pragmáticos en un tono constructivo. Ambas partes creen que es de interés común, así como del mundo entero, fortalecer la comunicación y coordinación de políticas macro, y abordar los desafíos económicos y financieros. La parte china expresó su preocupación por las medidas económicas, comerciales y tecnológicas de su par hacia ella e hizo votos para que preste mayor atención a su impacto. Yellen dijo que espera viajar a China en un futuro cercano, lo que fue bien recibido por su contraparte. Está claro que ambos están implementando el espíritu del encuentro en Bali de los dos jefes de Estado y están reanudando gradualmente los intercambios de alto nivel en diplomacia, economía y comercio.

El nuevo aspecto positivo a inicios del nuevo año es la relajación y restauración de las relaciones bilaterales, tensas durante un buen tiempo. En medio de una situación económica y de seguridad mundial en la bruma en 2023, cae como una lluvia refrescante tras una larga sequía. Esperamos escuchar más buenas noticias sobre la paz y el desarrollo de los vínculos entre los dos países, los más importantes del mundo, en lugar de malas nuevas llenas de conflicto. Esperamos ver avances en la gestión y el control de diferencias, así como el refuerzo en la cooperación de beneficio mutuo.

La cita entre Liu y Yellen envía una señal clara de cooperación en las áreas de finanzas, economía y comercio. Asimismo, muestra la parte ignorada o minimizada a propósito en la narrativa actual de Washington sobre la "competencia" con China.

De hecho, a pesar de las enormes dificultades en las relaciones bilaterales, el 2022 marcó un récord en el volumen comercial de las dos economías más grandes del mundo. China y Estados Unidos tienen la responsabilidad de fortalecer la coordinación en lo económico y financiero, e incentivar la cooperación en dichos campos. Es un deber arduo pero ineludible para ellos desde cualquier ángulo.

No solo la comunidad internacional posee tales necesidades y expectativas, China y Estados Unidos las tienen aún más. A excepción de los políticos estadounidenses contrarios a China que defienden la ideología y los que se dedican a incitar a la opinión pública, la mayoría de las personas se muestran indiferentes a la lucha geopolítica. Después de todo, ya sea en uno u otro lado, al pueblo solo le importa su vida. La política exterior de Washington debe basarse en esto y el enfoque debe pasar del juego de suma cero al de ganancia mutua y cooperación.

Estados Unidos aún no resuelve el tema de la inflación y su economía enfrenta el riesgo de una recesión. Mientras que después de optimizar sus políticas de prevención y control de epidemias, China centra sus energías en el desarrollo económico. Si los factores políticos no están involucrados, la cooperación de mutuo beneficio entre ambos en realidad no es menor, es mucho mayor.

En los últimos años, Washington ha reforzado el enfrentamiento en materia de seguridad internacional y ha fomentado el "desacoplamiento y la ruptura de cadenas" en la economía y el comercio global, lo que ha conmocionado al mundo. En ese sentido, Estados Unidos tiene la responsabilidad de despejar las aguas.

Sin embargo, depender únicamente de su conciencia no funcionará. Previo al encuentro entre Liu y Yellen, el grupo de ataque del portaaviones Nimitz todavía operaba en el Mar Meridional de China. Un día antes, el presidente estadounidense, Joe Biden, trataba de persuadir al primer ministro holandés, Mark Rutte, de unirse a la campaña de supresión de chips contra China. Tan pronto como finalice la cita Liu-Yellen, esta última seguirá su camino hacia África que, según los medios estadounidenses, tiene como objetivo "contrarrestar la influencia china". Los lazos entre Washington y Beijing  son complicados y el tono principal de la política estadounidense hacia China sigue siendo relativamente negativo, lo cual debe definirse con urgencia.

A veces, la impresión es que la parte estadounidense desea mejorar los vínculos, pero antes de tomas medidas sustanciales, alguien o algo salta en Washington para dar un paso atrás en las relaciones.

Las fuerzas políticas radicales en Washington son una gran incertidumbre para los lazos con China. Hasta cierto punto, existe un estancamiento y no hay espacio para el retiro ya que significaría luchas terribles. No obstante, el avance encuentra obstáculos en la voluntad y capacidad de acción de Washington.

Una cosa es cierta: con un volumen de comercio bilateral de más de 700 000 millones de dólares, es imposible para ambos países quedar con un estatus de "no guerra". Hay mucho más que Washington necesita y debe hacer.

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