spanish.china.org.cn | 08. 02. 2023 | Editor:Teresa Zheng | Texto |
Las sanciones no aplastarán el auge de la alta tecnología china
Un técnico prueba chips en una empresa tecnológica en Hefei, provincia de Anhui.
Para aplastar al sector tecnológico chino, Estados Unidos considera prohibir todas las exportaciones de equipos de telecomunicaciones a Huawei de proveedores estadounidenses, entre ellos Intel y Qualcomm.
Tal medida reforzaría las restricciones ya impuestasen 2019 por motivos injustificados de seguridad nacional. Desde entonces, dichos abastecedores han tenido que solicitar la aprobación del gobierno para vender sus productos a la marca global más importante de China, lo que a su vez ha limitado en gran medida el acceso de la empresa a chips de procesadores y otras tecnologías. Sin embargo, la nueva política anularía todos los suministros a Huawei.
Tal práctica, que niega los principios de una economía de mercado y pisotea las reglas básicas del comercio internacional, reflejala desesperación de Washington mientras hace lo imposible por suprimir el progreso tecnológico chino. La semana pasada, la Casa Blanca persuadió a los Países Bajos y Japón a unirse en frenar las ventas de semiconductores a China.
Sin embargo, la intensa represión evidencia en cierto modo la futilidad de su estrategia para mantener a raya a las firmas chinas del rubro como Huawei. A pesar de la presión de las sanciones estadounidenses a nivel mundial en los últimos años, la compañía ha superado la crisis con nuevas líneas comerciales al servicio de fábricas, automóviles autónomos y otros clientes industriales, menos vulnerables a dicha coerción. Sus ingresos del año pasado podrían cambiar con respecto a 2021 en 636900 millones de yuanes ($ 91 600 millones), según apuntó Eric Xu, ejecutivo de la marca, en una carta de diciembre a los empleados. "Las restricciones estadounidenses son ahora nuestra nueva normalidad y hemos vuelto a ella".
No obstante, las trabas también perjudicana los proveedores estadounidenses, dado que China es el mayor consumidor de semiconductores del mundo y la mayor parte de las rentas de chips van a parar aempresas extranjeras. Por ejemplo, China compró $143 400 millones en placas de semiconductores en 2020 y menos del 6 % de ellas fueron de producción local.
En lugar de aplastar el avance de la alta tecnología china, la presión de Washington solo fomentará la lucha por la autosuficiencia a través de la innovación local. El país ya estaba en camino de producir alrededor del 5 % de los chips de memoria del mundo a fines de 2020 y ahora podría ver coronado sus esfuerzos de autosuficiencia en semiconductores.
“Lo que no te mata, te hace más fuerte”. Ese dicho se aplica muy bien al incipiente pero imparable auge de la alta tecnología china.