spanish.china.org.cn | 15. 02. 2022 | Editor:Liria Li | Texto |
Los ministros de Relaciones Exteriores del Grupo de los Siete (G7), junto con Altos Representantes de la Unión Europea (UE), emitieron el lunes una declaración contra las recientes elecciones del Consejo Legislativo de Hong Kong. Su contenido fue el mismo que el expedido por los cancilleres de los países miembros de la “Alianza de los Cinco Ojos” antes el mismo día. El documento del G7 exprime una “gran preocupación por la erosión de los elementos democráticos” en Hong Kong y alega la Declaración conjunta Sino-Británica. Además, agrega frases como “reiteramos con firmeza nuestro llamado a China”. Claramente, existe una colusión que tiene como fin presionar a Beijing. Sin embargo, el efecto es contrario. Una vez más, el grupo demuestra con sus acciones que es una de las fuerzas externas que crea estragos en la región.
Estados Unidos es el miembro más “proactivo” de ambas organizaciones, y las dos declaraciones revelan sin duda sus intenciones. El lunes, publicó el último “Informe sobre la Acta de Autonomía de Hong Kong al Congreso”, y apuntó que “defenderá los derechos y libertades de las personas en Hong Kong” y “responsabilizará a la República Popular China si no cumple con sus obligaciones”. Asimismo, nombró a 5 funcionarios chinos “involucrados en la erosión de sus obligaciones según la Declaración Conjunta o la Ley Básica”.
El G7 y los Cinco Ojos no son más que pequeños grupos en la comunidad internacional manipulables según los requerimientos. Ignoran el hecho de que no tienen voz en los asuntos internos de otros países y regiones, pero a menudo planean arruinar el mundo por sus intereses. Es evidente que ambos informes repiten el mismo cliché, sin sopesar al pueblo hongkonés ni desear el bienestar de la ciudad.
Ha habido muchos giros en Hong Kong a lo largo de los años, y el G7 siempre ha buscado despertar problemas durante estos eventos. El grupo no dijo nada durante los dos meses de caos y violencia en 2019, pero habló de inmediato después de las acciones contundentes y necesarias del cuerpo policial, al exigir evitar la violencia. En 2020, cuando la Asamblea Popular Nacional, la máxima legislatura de China, aprobó la Ley de Seguridad Nacional de Hong Kong, el G7 declaró con arrogancia e instó al país a “reconsiderar la decisión”. Alzó su voz cuando la APN aprobó la mejora del sistema electoral de la región en marzo de 2021. Ahora, tras los exitosos comicios del Consejo Legislativo, aparece nuevamente como si fuera su rutina gritar por algo inútil.
Como se mencionó anteriormente, el G7 ha mostrado sus verdaderas intenciones. No se detendrá hasta ver a un Hong Kong caído. La hipocresía y los estándares dobles son obvios en las dos declaraciones. La respuesta de Estados Unidos al asalto del Capitolio el 6 de enero vale más que mil palabras. Cuando la “hermosa vista” irrumpió en Washington, no hubo duda en su represión. Ambos partidos condenaron a los manifestantes, e incluso los desarmados fueron abatidos. Hace unos días, el presidente estadounidense, Joe Biden, dijo en un discurso: “He hablado con más de 140 jefes de estado desde que asumí el despacho. ¿Sabes lo que todos me preguntan? ¿Qué pasa con la democracia en Estados Unidos?” Entonces, ¿por qué el G7 nunca ha emitido una declaración para criticar su fracaso y pedir “un alto a la violencia?”
Además, queremos preguntar a los políticos del G7: ¿Permitirías que personas que han traicionado descaradamente a sus países sirvan en el Gobierno? ¿Permitirías que otros países interfieran en elecciones nacionales? ¿Permitirías a servidores públicos coludir con fuerzas foráneas, subvertir el régimen y dividir el país? ¿Permitirías a alborotadores tomar el poder legislativo? Las respuestas son obvias.
Como anotó el libro blanco “Hong Kong: el progreso democrático en el marco de un país, dos sistemas”, “bajo el poder colonial británico, no había democracia en Hong Kong. Tras la reanudación de la soberanía, el Gobierno chino implementó el principio básico de un país, dos sistemas y estableció la democracia en la Región Administrativa Especial de Hong Kong. Desde entonces, ha brindado apoyo constante en el desarrollo de su sistema democrático”. La mejora de su sistema electoral y la ejecución del principio “Patriotas gobiernan Hong Kong” es vital para impedir la interferencia externa en sus asuntos internos y salvaguardar su estabilidad y prosperidad. Cabe señalar que Hong Kong como región administrativa especial con derechos de votación ha brindado al mundo un nuevo modelo de exploración democrática. Cuando personas contrarias a China que intentan desestabilizar a Hong Kong queden excluidas del gobierno, la ciudad ganará vitalidad. Una sociedad ordenada donde las personas vivan una vida pacífica y los funcionarios públicos estén dedicados a su deber, ¿no es este acaso un indicador de real democracia?
Se supone que el G7 es un foro de los países occidentales más industrializados para discutir la manera de lidiar la crisis económica, pero sus acciones revelan que sus intenciones originales han cambiado. De hecho, ha prometido hacer muchas cosas buenas, pero a menudo terminan siendo promesas vacías. En 2021, el G7 se comprometió a brindar 1000 millones de dosis de vacunas COVID-19 al mundo y acordó reforzar su labor en el cambio climático. ¡Debemos recordarle al G7 que el mundo espera que cumpla sus promesas! Si el grupo quiere hablar de real “democracia” y “derechos humanos”, debería emitir una declaración que condene al ejército estadounidense por sus horribles delitos en Medio Oriente.