spanish.china.org.cn | 15. 02. 2022 | Editor:Elena Yang | Texto |
Beijing está listo para los Juegos Olímpicos de Invierno 2022.
Tres sedes olímpicas iniciaron pruebas preliminares el domingo. Deportistas y oficiales de los diferentes comités olímpicos de países y regiones participantes llegan a Beijing y un ensayo general de la apertura tuvo lugar el fin de semana. En solo 10 días, más de 2800 atletas de cerca de 100 países y regiones cumplirán el sueño de sus carreras y cientos de millones de espectadores serán testigos del evento del más alto calibre en deportes invernales.
Para reflejar el lema "más rápido, más alto, más fuerte, más unido", los deportistas han entrenado duro innumerables días y noches. El Comité Olímpico Internacional y sus filiales nacionales han desplegado denodados esfuerzos y Beijing, la ciudad anfitriona, se ha preparado por años. Debido a la pandemia COVID-19, el precio y la carga es mayor para todos. La ardua labor debe servir de algo. Es una celebración internacional única por el contexto de pandemia en el que tiene lugar y todos la esperan con entusiasmo.
Algunos trabajadores de las olimpiadas ya en Beijing compartieron su experiencia en las redes sociales y la expectativa crece gradualmente. El ambiente festivo ha incomodado a algunos políticos en Washington. Con un egoísmo descarado, el Gobierno estadounidense ha intentado incitar a sus aliados a "boicotear diplomáticamente" los juegos, pero solo unos pocos han respondido, la gran mayoría ha decidido no involucrarse. Finalmente, el país norteamericano ha enviado 46 funcionarios a Beijing 2022. El "boicot” es una farsa.
Mientras la variante ómicron avanza en el mundo, obstaculiza e incluso interrumpe los intercambios de personas, las dificultades de organizar unos juegos olímpicos exitosos son grandes. China hace lo posible para garantizar un entorno seguro a través de una organización eficiente y rigurosa. Esto indica claramente que el país cumple con sus compromisos y ayuda a la cohesión del mundo en la resolución de problemas comunes.
Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing.
Respeto a los juegos más allá de las diferencias políticas es el deseo de la comunidad internacional. En la Cumbre del G20 en Roma a fines de octubre del año pasado, la Declaración de Líderes estipuló: "Consideramos a los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Invierno Beijing 2022 como oportunidades para la competencia de deportistas de todo el mundo, símbolo de la resistencia de la humanidad”, pese a la obstrucción de ciertos países. Beijing 2022 no es un escenario para políticos contrarios a China, es uno para los atletas mundiales. El presidente del COI, Thomas Bach, enfatizó que el apoyo de la comunidad internacional es evidente y bienvenido. El deporte puro no tolera cálculos políticos mezquinos. Cualquiera que intente perturbar y sabotear la unidad, ya sea haciendo un problema de los juegos o manipulando a los deportistas, quedará marcado en la historia.
China tiene tradición de hospitalidad y ha hecho de la villa olímpica en Beijing (residencia de los deportistas paralímpicos también) un lugar al que los participantes puedan calificar de "hogar lejos de casa". China ha puesto la protección del medio ambiente primera en esta justa, desde bajos niveles de carbono hasta fuentes ecológicas de energía para presentar un evento neutral. Todas las razones están puestas para que los deportistas compitan en forma segura y con total comodidad para el disfrute de unas olimpiadas de calidad.
Cualquiera que intente echar por la borda este trabajo estará atacando a Beijing y a la cultura olímpica con consecuencias claras en desmedro del mundo. La maniobra política de Washington será una afrenta a los deportistas.
Antes de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, algunos políticos estadounidenses y de Occidente también exhortaron al "boicot", pero con el paso del tiempo, lo que finalmente quedó grabado en la cabeza de la gente fueron los brillantes fuegos artificiales sobre el nido de pájaro, las actuaciones deportivas y el comentario de Juan Antonio Samaranch sobre la juegos: “los mejores que he visto". No tenemos duda de que esta edición será una página de lucha, unidad y alegría en los anales de la historia.