spanish.china.org.cn | 08. 03. 2021 | Editor:Teresa Zheng Texto

Experto chino sugiere base de datos de cepas para encarar las mutaciones de COVID-19

Palabras clave: Zhang Boli, base de datos, COVID-19

Zhang Boli


China debe establecer una base de datos de secuencias genéticas y cepas a nivel nacional, así como iniciar una investigación previa sobre las vacunas contra la amenaza de las mutaciones de COVID-19, sugirieron diputados y asesores políticos chinos, a fin de garantizar que los logros del país no sean en vano.

Zhang Boli, experto de la Academia China de Ingeniería y miembro de la XIII Asamblea Popular Nacional (APN), declaró a Global Times que el estudio preliminar es importante para que China pueda hacer frente al reto planteado por las variantes del virus, ya extendidas en 70 países y regiones, incluida China.

Es posible que dichos cambios no afecten el resultado de las pruebas de despistaje, pero sí, hasta cierto punto, el de los anticuerpos, con la creación de falsos negativos, advirtió Zhang, y agregó que otras características de las mutaciones, como su nivel patógeno, mortalidad o su impacto en las vacunas, aún se desconocen.

Chen Wei, investigador del Instituto de Medicina Militar de la Academia de Ciencias Militares y del Centro Nacional de Nanociencia y Tecnología, también propuso el uso de biotecnología, grandes datos, la nube, inteligencia artificial y otros métodos innovadores para aclarar el origen del virus y analizar en profundidad el efecto de las variantes en las medidas de prevención y control existentes.

Añadió que China debe tomar precauciones y estudiar las vacunas, reactivos de detección de ácido nucleico y anticuerpos de cepas mutantes, a fin de actualizar los datos cuando sea necesario.

Los anticuerpos de las vacunas inactivadas chinas pueden neutralizar las variantes existentes de Reino Unido y Sudáfrica, aunque su eficacia es ligeramente débil, afirmaron fuentes cercanas al sector.

China ha registrado casos con la mutación del Reino Unido en al menos 5 de sus ciudades, incluidas Tianjin, Beijing y Shanghai, lo que representa desafíos para lo conseguido en la lucha vírica.

En comparación con otros tipos de vacunas, las inactivadas en China y las de ARNm, ampliamente utilizadas en Occidente, son las dos que responden con mayor rapidez y eficacia a las mutaciones. En el peor de los casos, las inactivadas podrían rediseñarse y adaptarse mejor en más o menos 2 meses, acotaron los analistas.

China, con gran parte de los diferentes tipos de vacunas y rutas técnicas, así como el respaldo necesario para su producción, será capaz de vacunar a entre el 70 y 80 % de su población para fines de 2021, según indicó Gao Fu, director de los CDC de China. La velocidad de inmunización en el país no es estática y puede ajustarse en cualquier momento, concluyó.


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