spanish.china.org.cn | 15. 01. 2021 | Editor:Teresa Zheng Texto

China ayuda a países en desarrollo en el acceso a vacunas COVID-19

Palabras clave: China, vacuna, COVID-19

Planta de vacunas en China


Estados Unidos inició el lunes la distribución de la vacuna contra el coronavirus desarrollada por Pfizer, de cara a una campaña de vacunación nacional. Reino Unido hizo lo propio unos días antes y Canadá también aprobó su uso. Sin embargo, el primer lote cuenta con solo 3 millones de dosis. Estados Unidos solo inmunizará a 100 millones de personas para febrero.

Casi al mismo tiempo, Emiratos Árabes Unidos y Bahréin dieron el visto bueno a la vacuna china, y muchos otros países en desarrollo se preparan para inocular a su población también con ella. Estados Unidos y China lideran la investigación, desarrollo de las candidatas y el proceso de vacunación.

En Occidente, la de Pfizer ha recibido una publicidad más positiva. China no posee las condiciones internas para ensayos clínicos de fase III ya que la epidemia ha sido contenida, por lo que deben realizarse en otras naciones. Esto aumenta la complejidad del esquema y facilita el cuestionamiento hostil de la opinión pública occidental. Es complicado ocultar la animadversión ante las vacunas chinas.

China se unió al programa de vacunas COVAX respaldado por la OMS en octubre. Su atención no está en la "carrera de vacunas" ni mucho menos en la llamada "diplomacia de las vacunas", sino en intereses comunes de la humanidad. Como país de población numerosa y campo de batalla contra la epidemia en la etapa inicial, la "visión de China sobre las vacunas" es saludable y su compromiso de convertirlas en bien público internacional se está cumpliendo.

En el tema de distribución, Washington se prioriza a sí mismo, luego a sus principales aliados y finalmente a los países en desarrollo. Dado que no forma parte del COVAX debido a la política de "Estados Unidos primero" de la administración Trump, pasará un tiempo antes de que las naciones en desarrollo reciban sus lotes. Por el contrario, la vacuna china hará posible que muchos de ellos sean los primeros o estén entre los grupos iniciales en tener acceso a las mismas.

La vacuna china ofrece una oportunidad a varios países. Esto es importante para defender la justicia y la equidad en la lucha contra el coronavirus. Puede evitar que el precio internacional de las vacunas suba demasiado y presionar a Washington para que deje el egoísmo extremo de "Estados Unidos primero" en la mayor medida posible.

En términos de seguridad, es mucho más difícil para las instituciones chinas recopilar datos clínicos en el extranjero que para Pfizer en Estados Unidos, aún así, el trabajo llegará a su fin. En sus pruebas clínicas a gran escala se han informado casos raros de efectos secundarios graves. La vacuna ha resistido la prueba de uso global. Las instituciones chinas relevantes han mantenido un perfil bajo y esto refleja su seriedad hacia la confiabilidad de las candidatas.

El proceso de comercialización de la vacuna de Pfizer es mucho más corto que el de una investigación normal. Utiliza una nueva tecnología y es una vacuna de ARNm. Aunque se ha puesto en uso de emergencia, su seguridad aún necesita mayores pruebas antes de su utilización masiva. En cierto sentido, todos los inoculados todavía están siendo evaluados para determinar su confiabilidad. Lo que China promovió es principalmente una vacuna inactivada, que es una tecnología madura con un riesgo general mucho menor.

Para los chinos, la urgencia de vacunarse es menor que la del extranjero. Esto permite que el proceso sea relativamente más fácil y menos urgente. Los chinos no solo pueden elegir el tipo, sino también su deseo de inyectarse o no. El nivel de seguridad se mantendrá entre los más altos del mundo en los próximos días.

En el pasado, los chinos optaban por vacunas de países occidentales, pero esta vez, cuando se trata de confianza, la situación es otra. La actitud responsable del Gobierno chino durante la lucha contra la COVID-19 ha aumentado el apego de muchos chinos en las vacunas del país. Como dice un refrán chino, un viaje lejano pone a prueba la fortaleza de un caballo. Se cree que el tiempo traerá finalmente consigo una respuesta convincente.


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