spanish.china.org.cn | 15. 01. 2021 | Editor:Elena Yang | Texto |
Por Jorge Fernández
La Conferencia Central de Trabajo Económico, que fija la agenda nacional para la economía y las finanzas de China en el año 2021, prioriza sobre una base económica nacional estable y sana.
El viernes 18 terminó en Beijing la Conferencia Central de Trabajo Económico, en la que la dirigencia nacional evaluó durante tres días el desempeño del trabajo nacional en este rubro en 2020, analizó los retos a los que se enfrenta China en el momento actual y definió las tareas prioritarias para 2021. La COVID-19 planteó un reto monumental a la dirigencia nacional que, con esfuerzos ingentes y un liderazgo sólido, tomó con firmeza las riendas del país y convirtió a China en la única economía con crecimiento positivo en 2020.
¿Por qué China pudo lograr una nota envidiable en un año negro y de involución productiva en el resto del mundo? Los logros económicos de China son tangibles y se hacen más evidentes al ser contrastados con la ralentización y paralización de economías grandes y pequeñas. A juicio de la opinión pública nacional, las razones descansan en un filosofía que toma a las personas como el eje fundamental, en una gobernanza juiciosa que desplegó con rigurosa prontitud planes apropiadamente diseñados y, finalmente, en un talento magistral para reactivar la economía con medidas que mantuvieron libre de infección a las fuerzas productivas.
El resultado ha despertado una enorme curiosidad entre políticos y estrategas puesto que en los primeros tres trimestres de este año, el gigante asiático avanzó de atrás para adelante, superó enormes obstáculos y pasó de lo negativo a la positivo para alcanzar un PIB de 72 billones de yuanes y un aumento de 4,9% interanual. Los efectos causados por la pandemia de COVID-19, más allá del terreno sanitario, afectaron la actividad productiva, pero gracias a la vitalidad de economía nacional y a su resiliencia, conducidas por el Partido Comunista de China, junto con las fuerzas armadas y el pueblo en general, revirtieron la situación y convirtieron a la crisis en oportunidad. Hoy China es la única economía importante con crecimiento positivo.
La Conferencia Central de Trabajo Económico contó con la participación del presidente de China, Xi Jinping, quien revisó revisó el trabajo económico del país en 2020, analizó la situación actual y organizó las tareas para el próximo año. De cara a los retos que plantea el momento actual y aquellos del periodo posterior a la COVID-19, China mantendrá el criterio de dar prioridad a una política fiscal proactiva y a poner en funcionamiento una política monetaria flexible que permitan consolidar la fuerza necesaria para afianzar la recuperación económica tanto de China como del mundo.
El que China consiga mantener sin oscilaciones el periodo de estabilización y recuperación económica repercutirá, sin duda, en el desempeño de la economía del mundo y, asimismo, permitirá inyectar nuevos bríos en los trabajos para encausar a la economía mundial por la senda de la productividad. Así, en voz del presidente de China, China pondrá en funcionamiento pleno su nuevo patrón de desarrollo, estimulará el potencial del mercado nacional, permitirá una mayor apertura al resto del mundo y se integrará más y mejor con el mercado global.
La reunión de este 2020 alberga una importancia crucial puesto que no solo ha establecido las prioridades para el primer año del plan quinquenal, sino que también ha considerado las estrategias fundamentales que se entretejerán con los esfuerzos internacionales para reincorporar a las economías del mundo por la senda de la recuperación. Así, China mantendrá con firmeza la estrategia de apoyar activamente el desarrollo de la ciencia y la tecnología, elevar la calidad de la apertura y mejorar las condiciones para que, en este 2021, se celebre con honor y justicia la celebración del primer centenario del Partido Comunista de China.