spanish.china.org.cn | 25. 05. 2020 | Editor:Elena Yang Texto

Legislación sobre seguridad nacional para la RAE de Hong Kong: una acción oportuna para garantizar la vitalidad de la Perla de Oriente

Palabras clave: RAE de Hong Kong

 



Por Jorge Fernández


Los trabajos de la APN resultan necesarios para colocar una vez más a la región china en el camino de la vitalidad ejemplar en toda Asia.


El principio de “un país dos sistemas” engloba aspectos centrales tanto de la Región Administrativa Especial de Hong Kong como de la parte central de China, y pese a la dualidad sistémica, los intereses de uno y de otro son anhelados y defendidos por igual, como es el caso de la seguridad. En este contexto, la deliberación de un proyecto de decisión para mejorar el sistema legal de la RAE de Hong Kong en aras de la salvaguarda nacional, refleja la voluntad de un Estado para garantizar que los derechos que por ley disfrutan todos no sean secuestrados por grupos radicales vinculados con agendas del exterior.

En los últimos años, especialmente el año que pasó, el mundo ha visto con asombro la involución de una región a la que Asia en su conjunto veía como ejemplo a seguir en sus proyectos de modernización. Jóvenes radicales guiados por la impulsividad han mermado la vitalidad económica que posee la RAE de Hong Kong, lastimando de igual forma el sistema legal y abriendo canales para que fuerzas externas contribuyan a construir entornos de tensión que amenazan la seguridad local y estatal. Las bases sobre las que descansa el principio de “un país, dos sistemas”, clave de la coexistencia pacífica del Estado chino, han sido el blanco de los desmanes callejeros de Hong Kong.

El viernes pasado, finalmente, se presentó ante la III Sesión de la XIII Asamblea Popular Nacional (APN), un proyecto de decisión largamente esperado de cara a una situación que merece una solución rápida y expedita con apego al derecho. La máxima legislatura china, como lo estipula la Ley Básica de Hong Kong, tiene la facultad de impulsar a nivel nacional una legislación que garantice la seguridad de la RAE de Hong Kong. La propuesta era ya impostergable: la proliferación de grupos separatistas que demandaban la independencia al tiempo que quemaban banderas nacionales, difamaban con pintas los símbolos patrios y vandalizaban las instituciones legislativas y de procuración de justicia, llevaron en su conjunto a la otrora boyante ciudad a momentos de caos y desorden social.

Estos hechos evidenciaron que la RAE de Hong Kong, en materia de herramientas que garanticen la seguridad tanto propia como la del Estado, tiene un sistema débil con leyes y reglamentos que no han sido apropiadamente ajustados desde la retrocesión, a lo que se suma una alarmante fragilidad para que la institución encargada de hacer valer la ley calme el estado de desorden que ha llegado a imperar a ratos en algunos calles de la ciudad. El año pasado el mundo observó con asombro las agresiones sistemáticas y violentas contra las fuerzas encargadas de mantener el orden. Y ante esta lamentable situación, la policía no puede ni debe ser rehén de grupos que amparados en imágenes de imberbe juventud siembran el terror en las instituciones.

Pese a estos desafortunados acontecimientos, la RAE de Hong Kong disfruta de una amplia gama de atributos ejemplares para la construcción de un Estado de derecho con alcances interregionales. La aprobación de un proyecto de decisión para establecer y mejorar el sistema legal y los mecanismos de aplicación de la RAE de Hong Kong, con el fin de salvaguardar la seguridad nacional, reforzará los esfuerzos conjuntos para impedir que fuerzas subversivas internas o externas atenten contra los poderes del Estado. El radicalismo desentona con los esfuerzos desplegados por el presidente Xi Jinping en la construcción de un país en el que nadie puede estar por encima de la ley. La aplicación de la ley sobre aquellos que secuestran la paz y la tranquilidad debe ser, sin importar qué credencial o ideología porten, ciega e implacable.

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