Macao reafirma la efectividad del principio de “un país, dos sistemas”

Por Jorge Fernández

Macao comunica a China con los países de habla portuguesa en América, Europa y África.

Macao es parte de una ecuación que la estimula a aflorar lo mejor de sí. Esta Región Administrativa Especial, junto con la región homóloga en Hong Kong y un par de ciudades costeras de la provincia de Guangdong, en la parte continental, forma un triángulo dinámico que bajo el principio de “un país, dos sistemas” refuerza el potencial que ofrece su naturaleza geográfica, política y cultural.

La aplicación del principio de “un país, dos sistemas” ha generado condiciones que permiten a Macao un desarrollo visible. Las autoridades regionales han disfrutado de un entorno propicio para la aplicación de programas orientados a la economía, la sanidad y la educación, entre otros, gracias a las políticas de apoyo impulsadas por el Gobierno central. La otrora colonia portuguesa ha registrado uno de los avances más sólidos en tan solo 20 años.

Desde 1999, año que marcó la retrocesión de Macao a la República Popular China, el desarrollo de la Región Administrativa Especial comparado con el del periodo colonial no ha dejado de avanzar. El Banco Mundial afirma que en 2018 el PIB de Macao se colocó en la segunda posición a nivel mundial con más de 86 mil dólares. Y si bien la tasa de desempleo hace más de 20 años era del 6 por ciento, lo cierto es que en 2018 fue de solo 1,8 por ciento.

Macao ha disfrutado de estabilidad y unidad con la aplicación del principio de “un país, dos sistemas”. La ciudad ha aprovechado las ventajas de la autonomía local, al tiempo que ha disfrutado de las condiciones globales creadas por el Gobierno central. El resultado es una mejora sustancial en la calidad de vida de sus habitantes, la misma que refuerza, a su vez, la empatía y el sentido de pertenencia con la parte continental de China. Los macaenses se sienten identificados con los compatriotas del interior del país. Esto se traduce en paz social y un ambiente idóneo para la profundización de políticas y programas sociales.

Los programas de bienestar social han causado la admiración de muchos en el extranjero. La ciudad ha empoderado económicamente a sus habitantes con dinero contante y sonante. A través del Sistema de Participación en la Riqueza los residentes permanentes de Macao reciben cada año una regalía de 1.200 dólares, mientras que los no permanentes, entre ellos estudiantes extranjeros y trabajadores migrantes, obtienen 740 dólares.

Los planes de escolarización gratuita cubren a niños de guardería y se extienden a jóvenes que cursan el bachillerato. Los jóvenes estudiantes tienen derecho a comida y a subsidios que llegan a los 2 mil dólares. La salud tanto de jóvenes como de adultos es garantizada por el Departamento de Salud, cuyo gasto se ha duplicado con relación al registro de 2010. Los habitantes de Macao están entre aquellos con la mayor esperanza de vida del mundo.

Las virtudes de Macao se extienden, por medio de un colosal puente, a la región homóloga de Hong Kong y a la ciudad costera de Zhuhai, en la parte continental. El puente, que mide 55 kilómetros de largo y que requirió de casi nueve años para su construcción, potencia las virtudes de las tres urbes y materializa la integración económica por medio de la conectividad. La Gran Área de la Bahía atestigua así el cumplimiento cabal del desarrollo conjunto en el sur de China.

Por su ubicación geográfica, las autoridades del Gobierno central y regional observan que la iniciativa de la Franja y la Ruta Marítima del Siglo XXI ofrece a Macao oportunidades inconmensurables. Por ello, representantes de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma y de la Región Administrativa Especial decidieron rubricar un acuerdo que se enfoca en la cooperación de sectores clave, entre ellos el financiero, el económico y el comercial. Macao asumirá un papel protagónico como plataforma de servicios financieros para la cooperación entre China y los países de habla portuguesa.

Si bien las autoridades regionales han aprovechado al máximo el principio de autonomía y las ventajas aparejadas al desarrollo de la parte continental, lo cierto es que la Región Autónoma de Macao tiene un valor superior a cualquier programa o fórmula política: su gente. El pueblo macaense encierra la sabiduría de Oriente y Occidente y es, en sí mismo, un puente que permite la comunicación entre China y los países de habla portuguesa en América, Europa y África.