spanish.china.org.cn | 12. 02. 2018 | Editor:Lety Du | [A A A] |
Para muchos extranjeros que han estudiado o trabajado en China, una de las impresiones más profundas es que el país es seguro. Aquí, uno puede caminar solo en altas horas de la noche y comer algo en un puesto nocturno sin sentirse nervioso. Puede asimismo dejar que sus hijos tomen el transporte público solos sin preocuparse por su bienestar.
Este año se cumple el 40 aniversario del lanzamiento de la política de reforma y apertura al exterior de China. En 4 décadas, la nación ha logrado un rápido desarrollo económico a la par con una estabilidad y paz social en su mayor extensión al menor costo. Por supuesto, todavía existen problemas por resolver; sin embargo, desde una perspectiva general, la sociedad china mantiene la armonía y la seguridad. Soy de la opinión que esto tiene su razón de ser en gran parte al entorno cultural, económico y político del país.
China es una civilización milenaria con cerca de 5000 años de historia ininterrumpida hasta nuestros días. Por ello, el pueblo chino comparte un fuerte sentimiento de pertenencia a la patria, de la cual se enorgullecen. En el idioma chino, país o guo jia está compuesto de dos caracteres. El primero guo (国) significa literalmente “país”, y el segundo jia (家) “hogar o familia”. Para la población china, la nación es como una gran familia y es por eso que mantiene un alto grado de cohesión.
Como dice un antiguo refrán chino: “Cuando los graneros están llenos, la gente conoce de decoro y moderación.” Una sociedad puede ser estable y ordenada solo si su gente lleva una vida próspera. Tras la puesta en práctica de la mencionada política en 1978, China alcanzó un vertiginoso desarrollo y un progreso científico y tecnológico significativo. Se ha convertido en la segunda economía del mundo con un PIB per cápita que se ha duplicado y reduplicado varias veces en 40 años. En tanto, el Gobierno ha tomado una serie de medidas como la lucha contra la corrupción, la reducción de la pobreza y la promoción del imperio de la ley a fin de velar por la equidad social. Gracias a estos esfuerzos, los factores que podrían desestabilizar la sociedad han retrocedido en gran medida.
Fuera de los departamentos gubernamentales, entre ellos la policía y el poder judicial, el público también ha aportado mucho a la gobernanza social. “Xicheng Dama” es un ejemplo sobresaliente. Con chalecos rojos y gorras, mujeres voluntarias de mediana y avanzada edad en el distrito de Xicheng en Beijing se desempeñan en varios roles, llámese patrullas, limpiadoras o asistentes en estacionamientos, para garantizar un ambiente limpio, seguro y armonioso. Otro ejemplo es el concepto de “Ciudadano Chaoyang”, el cual ayuda a la policía a investigar actividades fraudulentas y la participación de celebridades en drogas y otros casos.
El avance de la tecnología de la información ha creado nuevas formas de conectar a la policía con la población. Así, la Oficina de Seguridad Pública del distrito de Chaoyang lanzó la iniciativa “Ciudadano Chaoyang HD”, una aplicación móvil diseñada para recibir avisos de la ciudadanía. Al combatir juntos la delincuencia, el público y las fuerzas del orden han desarrollado un nivel creciente de confianza mutua e interacción positiva.
La seguridad y estabilidad en China no ha sido fácil. Todo lo contrario, se ha dado gracias al enorme esfuerzo conjunto de 1300 millones de personas ansiosas de justicia bajo el liderazgo del Partido Comunista de China y el Gobierno central. Tanto para nacionales como extranjeros que residen en el país, la seguridad es un elemento muy preciado.