40 años de cambios para el pueblo chino

La primera foto de 1993 muestra a Peng Jing de 8 años leyendo un libro en su casa en Nanchang, capital de la provincia de Jiangxi, en el este de China. En aquella época la familia vivía en un departamento de 80 metros cuadrados y tenía una televisión a color de 14 pulgadas. La segunda imagen muestra dos fotos de Wan del 14 de noviembre de 2018 con la misma Peng, ahora de 33, leyendo un libro en su hogar en Nanchang. Peng, quien ahora trabaja en prensa, vive en un inmueble de 180 metros cuadrados.

 

Temperaturas de hasta -30 grados centígrados son muy comunes en el invierno de las Gran Montañas Hinggan, en la provincia de Heilongjiang, en el noreste de China. Sin embargo para Cui Bo, la estación no difiere mucho del verano, al menos no en su hogar.

Con un sistema de calefacción, el ambiente en su departamento ronda los 28 grados, tanto que Cui debe andar en polo. Sin embargo, la escena era muy diferente de aquella de su juventud.

"En 1985 cuando tenía 8, el invierno era largo y amargo”, recordaba Cui. Sus padres, su hermano y ella habitaban en un espacio de 48 metros cuadrados donde el único lugar acogedor era una cama de ladrillos calentada con fuego.

"La vida ha mejorado mucho en las últimas décadas”, comentó y su sentimiento es compartido por millones de personas en China.

En 1978, China se embarcó en un viaje de reforma y apertura. La política no solo ha llevado al país de la pobreza a la prosperidad, sino también ha transformado la vida de muchos.

Datos oficiales muestran que entre 1978 y 2017, el PIB nacional creció de 367 900 millones de yuanes a 82,7 billones.

El ingreso per cápita disponible subió de 171 yuanes en 1978 a 25 974 yuanes en 2017, mientras que la población rural debajo de la línea de pobreza bajó en 740 millones.

Mejores condiciones de vida

Wang Hanming, de 60 años, se acuerda de su boda. En ese tiempo, su mujer y él residían en una vivienda de 30 metros cuadrados con casi ningún electrodoméstico.

En los años 70, una bicicleta, una máquina de coser y un reloj era lo indispensable para un regalo nupcial, señaló. En los 80, sumaron un televisor blanco y negro y una lavadora, pero sufrían para terminar el mes.

No obstante, las condiciones avanzaron poco a poco con el progreso de la economía y de sus respectivos sueldos. Después de mudarse en 6 ocasiones, ahora viven en una casa de 3 pisos de más de 200 metros cuadrados.

Bai Yang, de 33 años, es una diseñadora de interiores de Beijing y cuenta que cuando era niña, lo más valioso en su hogar era un televisor a color de 24 pulgadas que le costó a su padre más de un año de trabajo. Ahora, ella fácilmente compró otro de 60 pulgadas con mucho menos de lo que recibe al mes.

En los últimos 40 años, el estándar de la población ha logrado una mejora sustancial. En 2017, el espacio urbano per cápita fue de 36,9 metros cuadrados y el rural de 46,7, en comparación con 6,7 y 8,1 respectivamente en 1978.

Las familias con escasos recursos no quedaron relegadas. De 2008 a 2017, la renovación de las áreas urbanas ayudó a 100 millones de personas a optimizar su alojamiento.

Desde el XVIII Congreso Nacional del Partido Comunista, China ha destinado 162 500 millones de yuanes en subsidios para la remodelación de inmuebles de 16,59 millones de hogares rurales y ha ayudado a millones en dichas zonas a trasladarse de construcciones en tierra, madera o corteza a viviendas apropiadas.

 

Del reino de la bicicleta al mayor mercado automotor

Para Li Fu de 67 años el cambio en el transporte a lo largo de 40 años es lo que más le ha impresionado.

"Cuando era joven, montar bicicleta era lo usual y el transporte de moda; un auto propio era un lujo más allá de la imaginación”, constató.

En los años 70 y 80, legiones de este transporte de dos ruedas era todo un espectáculo en las calles de China, tanto que la nación era conocida entre los extranjeros como “el reino de las bicicletas”.

Hoy en día, todavía lo es pero con unidades de alquiler respaldadas por el comercio electrónico. Así también, el auto se ha convertido en un bien necesario y es el que resalta en el tráfico urbano.

Según la Asociación de Fabricantes de Automóviles de China, la nación ha producido 29 millones de unidades el año pasado y vendió 28,9 millones, ocupando el primer lugar en el mundo por noveno año consecutivo.

Para fines de 2017, el número de coches privados a nivel nacional alcanzó los 184 millones, más de 40 de ellos por cada 100 familias.

Li ahora posee un automóvil, lo usa para ir a su centro laboral, visitar amigos y parientes y viajar por el país. Para él, la vida se ha tornado más práctica y diversa con su compañero motorizado.

China está invirtiendo en grande en vías ferroviarias de alta velocidad, autos de nuevas energías y vehículos autónomos, llevando la delantera en transición energética e innovación en tecnología automotriz a nivel mundial.

 

Apertura al mundo

En los 70 y 80, los libros de Sanmao, una escritora de la región china de Taiwán, eran los ejemplares mejor vendidos de la época. Sus descripciones de viajes vívidas y exóticas mostraban sus aventuras en Europa y África, y ofrecían una mirada al mundo exterior tal y como era, ganándose los corazones de cientos de miles de lectores en la parte continental de China.

Ahora, el pueblo chino tiene a la mano diferentes formas de disfrutar y explorar el planeta.

Liu Yu sostuvo que en sus épocas mozas, viajar a otro país sonaba tan remoto como ir a Marte. Ahora, no solo ha estudiado en Francia sino que se casó con uno francés y regresó a Shanghai donde abrió un restaurante de comida gala.

Cerca de 610 000 jóvenes chinos asistieron a escuelas y universidades extranjeras en 2017, y la nación es la mayor emisora de estudiantes internacionales en el mundo.

El turismo internacional también ha dado un salto. En 2017, los ciudadanos chinos realizaron 130 millones de viajes, esto es un incremento del 7 % de acuerdo con cifras oficiales.

Desde que China se abrió al mundo hace 40 años, su gente ha sido capaz de conocer nuevas culturas y de mantenerse al ritmo de las nuevas tendencias y beneficios del desarrollo científico y tecnológico.

Los últimos 40 años significan mucho para China y para su población quien en agradecimiento ha cumplido con su parte.