China reitera el compromiso para construir una economía globalizada

Por Jorge Fernández

La Exposición Internacional de Importaciones de China corrobora el compromiso del gigante asiático de construir un sistema de comercio multilateral estimulado por el libre comercio.

 A diferencia del pasado, cuando China reforzaba el andamiaje del comercio internacional con un modelo basado en las exportaciones, hoy lo hace en atención a un paradigma que busca el crecimiento con base en el consumo interno.

 La Exposición Internacional de Importaciones de China (CIIE por sus siglas en inglés) evidencia el cambio estructural en el modelo de desarrollo de China. Los trabajos que el país despliega hoy descansan en la convicción de que un mercado chino abierto redunda en el beneficio de su gente y en el del mundo entero.

La cita de Shanghai corrobora de igual forma la confianza que los países tienen en China pese a los retos a los que ahora se enfrenta su dirigencia. La asistencia de 172 países, regiones y organizaciones internacionales, a los que se suma también la participación de más de 3.600 compañías con intereses estratégicos en China, revela no solo el poder de convocatoria que tiene el país asiático, sino que también deja en claro el papel que este país desempeña en el sistema de comercio internacional.

China le abre las puertas el mundo, y al hacerlo, sienta un precedente que anima a los cinco continentes a asumir con responsabilidad sus tareas para la edificación de una economía globalizada. Y para ello, ha comenzado con el ejemplo, ofreciendo su mercado al concierto de naciones bajo un entorno de cooperación y diálogo, orientado a fomentar un comercio sin obstáculos.

El presidente de China, Xi Jinping, destacó en el discurso inaugural de la CIIE que “China continuará como un firme impulsar de la apertura a nivel global, y que continuará desempeñándose como un motor estable del crecimiento mundial, como un mercado de enormes oportunidades y como un partidario activo de la reforma de la gobernanza global”.

Esto es, pese a la complejidad del mundo de hoy y a sus abruptas oscilaciones, China alberga la idea de que con el esfuerzo de todos, es posible construir las condiciones que garanticen un entorno favorable para todos los pueblos del mundo.

La ola proteccionista que ha surgido en algunas partes obliga a la comunidad de naciones a congregarse en foros de cooperación y consulta. Es ahí en donde no solo están floreciendo las ideas que conducen a un sistema de comercio internacional más libre, sino que también es en donde se están limando las asperezas con aquellos que desconfían de una economía globalizada.

La cooperación entre Estados, estimulada por la innovación, la inclusividad y la apertura, llevará indefectiblemente a la aceleración del proceso de globalización económica, una tendencia que, en palabras del presidente Xi Jinping, es irreversible y permite la construcción de un mundo mejor.

La inauguración de la CIIE ha extendido a la comunidad de naciones la necesidad de acelerar la apertura y ampliar los espacios de cooperación orientados al beneficio compartido; ha destacado la importancia de buscar un crecimiento innovador y de acelerar la transformación de los motores del crecimiento; y ha ilustrado el significado que conlleva un desarrollo inclusivo desplegado para el beneficio de todos.

Para acelerar el ritmo y ampliar la cobertura del proceso de globalización económica, resulta fundamental un orden internacional justo y un sistema de gobernanza global más democrático. Y de igual forma, para construir un futuro compartido para la humanidad, la apertura de mercados es una de las condiciones sobre las que descansa esta gloriosa meta.

En el discurso inaugural de CIIE el dirigente chino extendió al mundo la ruta que China seguirá en su proceso de apertura y las medidas que tomará para fortalecer la globalización económica. En voz de su presidente, el gigante asiático se compromete a estimular el potencial para atraer mayores importaciones, para continuar ampliando el acceso a su mercado, para crear un entorno apropiado que estimule la actividad empresarial, para explorar más y mejores horizontes de apertura y para impulsar la cooperación internacional en todos los niveles.

La organización de la CIIE en Shanghai rubrica no solo la materialización de proyectos nacionales, sino que también hace patente la confianza de sus asistentes en el papel que este país desempeña como motor del crecimiento mundial.

China trabajará por una estrategia de apertura de beneficio compartido para todos, y materializará políticas que permitan desarrollar un comercio de alta calidad que estreche cada vez más a la comunidad de naciones.