spanish.china.org.cn | 07. 11. 2018 | Editor:Eva Yu [A A A]

Cumbre China-Latinomérica y Caribe constata buena acogida de inversiones chinas en la región

Palabras clave: Cumbre China-Latinomérica y Caribe

Claudia Pereda, representante para Asia de Bancomex, el banco nacional de comercio exterior de México, dijo que, desde 2014, una importante tarea del ente ha sido buscar financiamiento para el proyecto de reforma de las telecomunicaciones del país, con el objetivo de subir la tasa de cobertura de la red de telefonía móvil hasta el 94% por el año 2024. Las instituciones financieras chinas son un socio financiero importante para el proyecto: el Banco de Desarrollo de China proporciona el 30% del total.

En la competencia global de la industria emergente, el mercado latinoamericano también prefiere la inversión china por su dinamismo e innovación.

El ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa, citó una serie de esferas que incluyen la industria de la electrónica, la robótica, el Internet de las cosas, los macrodatos o "big data", la computación en la nube o la inteligencia artificial, entre otros. Desde su punto de vista, las empresas chinas claramente han logrado grandes avances en estas áreas en los últimos años, y las uruguayas también los lograrán si se asocian con ellas.

El vicepresidente ejecutivo del Banco de Inversión y Comercio Exterior de Argentina, Pablo García, dijo que el organismo se está enfocando actualmente en las energías renovables y el desarrollo de nuevas energías, un nuevo campo en el que los bancos locales no tienen suficiente experiencia.

"China tiene una gran experiencia en inversiones y desarrollo de nuevas energías. Trabajar con bancos chinos significa tener un amortiguador y reducir los riesgos de inversión. Creo que este es un muy buen modelo", defendió.

La inversión de China en América Latina se ha diversificado. Según datos del Ministerio de Comercio chino, entre 2004 y 2010, el 42 por ciento y el 18 por ciento de la inversión china se destinó a los sectores locales de la minería y la energía, respectivamente. De 2011 a 2017, la proporción de la inversión china en estas áreas se redujo al 20 por ciento y el seis por ciento, mientras que se ha incrementado en las esferas de las telecomunicaciones, los inmuebles, la alimentación y las energías renovables, además de la mejora de la infraestructuras en América Latina, brindando más opciones a los consumidores locales.

La Corporación Estatal de la Red Eléctrica de China (SGCC, según sus siglas en inglés), adquirió los activos de transmisión y distribución de electricidad de Brasil en 2010 y 2017 respectivamente, y actualmente es la segunda empresa de transmisión y distribución más grande en el país. Liu Zehong, gerente general adjunto, aseguró que la empresa cumple estrictamente las leyes brasileñas y piensa seguir en el país a largo plazo y con personal local.

"Tenemos muchos activos en Brasil y solo el 20 por ciento de nuestros empleados son chinos", señaló Liu, que insistió: "Vamos a quedarnos allí mucho tiempo y nos integraremos profundamente en el mercado. Nuestra cooperación em materia de electricidad con América Latina es mutuamente beneficiosa y ambas partes están muy satisfechas".

Vale la pena señalar que mientras China invierte en América Latina, las empresas latinoamericanas también están invirtiendo en China. En 2011, la empresa brasileña de tecnología Stefanini destinó tres millones de dólares a levantar una fábrica en la provincia de Jilin, y está expandiendo su actividad en el país asiático. "Hay muchas empresas como Stefanini, pues los empresarios pueden aprovechar el enorme mercado de China", indicó el vicepresidente de Países del BID, Alexandre Meira da Rosa.


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