China continuará siendo un motor importante para el crecimiento mundial en medio de la lenta recuperación económica global, dijo el primer ministro, Li Keqiang, en una conferencia de prensa celebrada hoy miércoles después de la clausura de la sesión anual de la Asamblea Popular Nacional, el máximo órgano legislativo de China.

Dado que el PIB de China ha sobrepasado los 74 billones de yuanes (unos 11 billones de dólares), el crecimiento del 6,5 por ciento establecido para este año no significa que la contribución del país disminuya, indicó Li.

Un menor objetivo de crecimiento asegurará que China dedique un mayor esfuerzo a la mejora de la calidad y la eficiencia del desempeño económico, explicó el primer ministro.

"Debo decir que la meta de crecimiento de alrededor del 6,5 por ciento no supone una velocidad baja y no será fácil de cumplir", vaticinó Li.

"Si logramos alcanzar la meta de crecimiento este año, el tamaño de la expansión será superior al del año pasado", anotó el primer ministro.

Por otro lado, Li habló positivamente de la estabilidad financiera del país y descartó la posibilidad de riesgos sistémicos, puesto que el país tiene a su disposición una cantidad suficiente de instrumentos de política.

"El sistema financiero de China es generalmente seguro", subrayó Li.

La proporción del déficit presupuestario respecto al PIB de China está por debajo del tres por ciento, el coeficiente de solvencia del capital de los bancos comerciales es del 13 por ciento, y la tasa de cobertura de provisiones se sitúa en el 176 por ciento. Todas estas cifras superan los estándares internacionales relativos a la seguridad financiera, detalló Li.

Al reconocer los riesgos potenciales en el sector financiero, Li señaló que el gobierno chino los abordará seriamente y adoptará medidas inmediatas y específicas para evitar que se propaguen.

China "se abrochará el cinturón de seguridad" y evitará cualquier "explosión" de los riesgos financieros en su esfuerzo por mantener una velocidad de crecimiento media-alta, aseguró.