Jiang Qing (el primero de la derecha) con sus hijos en el estudio de su casa. Ese día la cuenta de partículas nocivas PM 2,5 alcanzó más de 300 en el exterior, pero en su casa la cifra era de solo un dígito.

Jiang Qing es un residente de Beijing que desde que la niebla tóxica se hizo recurrente en la capital, se ha esforzado por mejorar la calidad del aire a su manera. Para que su hija pueda respirar aire fresco, Jiang Qing, quien trabaja en el sector IT, diseñó y donó un sistema de limpieza de aire a su escuela. Actualmente, su dispositivo se encuentra en más de 10 centros educativos, torres y viviendas de la ciudad. Según el profesional, su presente situación económica le permite liberarse de la carga laboral por lo que su dedicación al diseño e instalación del sistema no busca obtener ganancias materiales sino cambiar a la sociedad y ofrecer a los niños aire puro. “Frente a la contaminación, no hay lugar para el pesimismo ni la pasividad. Con nuestro esfuerzo, niños y adultos pueden vivir más sanos y felices”, resaltó Jiang Qing.