Foto: Wang Siqian y su telescopio favorito

La nave espacial Shenzhou-11 aterrizó sin problemas en Mongolia Interior el 18 de noviembre de 2016 con Jing Haipeng y Chen Dong a bordo. Durante su estancia de 30 días en el espacio, además de llevar a cabo una serie de experimentos científicos y ensayos tecnológicos, ambos astronautas también se dedicaron a una singular tarea: Leer 7 cartas procedentes de la Tierra, una de ellas del condado de Pingtang, en la provincia de Guizhou.

Jing Haipeng y Chen Dong partieron el 17 de octubre al mando de la nave tripulada ShenZhou-11, al mismo tiempo, el corazón de Wang Siqian, originaria del barrio de Kedu, en el distrito de Pingtang también ascendió al espacio.

La niña cursa el quinto año de la escuela primaria y desde que era muy pequeña desarrolló un gran interés por las cosas nuevas, especialmente por el espacio, es por eso que su pasatiempo favorito es jugar con su telescopio.

“Mi hija siempre tuvo mucho interés por la astronomía y su sueño es ser una astronauta”, contó su padre Wang Yanjin, quien para ayudarla a cumplirlo, le compro un pequeño telescopio.

Cuando la joven se enteró del lanzamiento del Shenzhou-11 pensó que sería fantástico divisar el Radiotelescopio de Apertura Esférica (FAST) ubicado en su pueblo natal desde el espacio y preguntar a los astronautas si el universo era bello.

En agosto se lanzó la actividad “Carta de sueño” que tuvo por tema la educación espacial y estuvo organizada por el Centro de Ciencia y Tecnología de Jóvenes de la Asociación de Ciencia y Tecnología de China y el Correo Espacial del Servicio Postal de China. En coordinación con la Asociación de Ciencia y Tecnología de Guizhou, la Escuela Primaria No. 1 del pueblo de Kedu en Pingtang fue una de las participantes y Wang Siqian tuvo la oportunidad de escribir su misiva, la cual fue seleccionada entre más de 500 mil para ser leída en el espacio.

“Queridos astronautas, soy una alumna de la zona montañosa de Guizhou y este año concluyó la construcción del telescopio esférico más grande del mundo, el FAST, en mi pueblo natal. ¿Ustedes pueden verlo? Espero que algún día pueda hacerlo con mis propios ojos desde la estación espacial de China. – Wang Siqian”.

La pequeña esbozó una sonrisa cuando el 28 de octubre en la estación espacial Tiangong-2, a 393 kilómetros de la Tierra, Chen Dong leía su carta.