Portada>2017两会>Las cosas que cambiaron y las que no en China en 2016 |
spanish.china.org.cn | 03. 02. 2017 | Editor: Elena Yang | [A A A] |
Primero la economía china ha pasado de un ritmo alto de crecimiento a uno moderadamente alto. En la primera mitad de 2016, la tasa fue de 6,7%, solo por debajo de India entre las más grandes economías. Algunos afirman que la situación económica de Estados Unidos es muy buena, pero en los primeros dos trimestres de 2016, su velocidad de crecimiento solo llegó al 0,8% y 1,1%, respectivamente. Al compararla con la de China, podemos observar que el país asiático avanzó mucho más.
Segundo, la estructura industrial se está transformando. En los primeros seis meses de 2016, los sectores primario, secundario y terciario tuvieron un registro del 6,5%, 39,4% y 54,1%. El nivel terciario superó el 50% y se distanció del ramo manufacturero en 15%, pasando a desempeñar un papel primordial en la economía nacional.
Tercero, la demanda está cambiando. Antes de 2005, el crecimiento económico de China se basaba en la demanda externa. A partir de 2006, la inversión entró a tallar y ahora lo hace el consumo interno.
Cuarto, se avanza hacia un desarrollo verde de consumo energético reducido. En el primer semestre de 2016, la energía utilizada per cápita bajó 5,2%, en tanto el consumo de energías limpias como la hidráulica, la eólica, la nuclear y la procedente del gas natural se elevó 2%. En resumen, el desarrollo ecológico y la protección del medio ambiente han logrado importantes cambios y avances.
Quinto, reformas en el desarrollo regional. En ese contexto, China ha propuesto tres estrategias, “la Franja y la Ruta”, el avance coordinado de Beijing, Tianjin y Hebei y la Franja Económica del Río Yangtsé. En concordancia con el objetivo de acción conjunta y equilibrio entre regiones, de enero a junio de 2016, el crecimiento industrial de nivel superior en el centro y oeste del país aumentó 7,3% y 7,2%, respectivamente, un ritmo más acelerado que el de la región oriental. Las inversiones en activos fijos (no incluyen las provenientes del campesinado) de las regiones central y occidental crecieron 12,8% y 13,5%, también más rápido que la zona este. En otras palabras, en cuanto a rendimiento y velocidad de crecimiento económico, la brecha entre las regiones se está reduciendo.
Sexto, mejora de la rentabilidad económica del país.