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spanish.china.org.cn | 17. 03. 2016 | Editor: Elena Yang | [A A A] |
Los principales trabajos que hicimos el año pasado son los siguientes.
Primero: dedicación de ingentes esfuerzos a la estabilización del crecimiento, al reajuste de la estructura y a la prevención de los riesgos, e innovación de las formas del macrocontrol. Para hacer frente al aumento continuo de la presión del crecimiento económico descendente, aplicamos sendos controles direccional y coyuntural sobre la base de un control ejercido dentro de los límites establecidos. En nuestra implementación de una política fiscal activa, concedimos importancia a su intensificación y al incremento de su eficacia, ampliamos la esfera de la reducción tributaria estructural, llevamos a cabo una rebaja tarifaria general y pusimos en circulación los fondos fiscales en existencia. Mediante la emisión de bonos públicos de los gobiernos territoriales, sustituimos sus deudas en existencia por un volumen de 3,2 billones de yuanes, lo que supuso una reducción de la carga de los intereses cifrada en unos 200.000 millones de yuanes, disminuyendo así la presión sobre dichos gobiernos para amortizar sus deudas. En nuestra ejecución de una política monetaria prudente, prestamos atención a una flexibilidad y una rigidez apropiadas, rebajamos varias veces los tipos de interés y el coeficiente de caja, reformamos la administración del ratio de préstamos sobre depósitos e innovamos los instrumentos de la política monetaria, intensificando de esta manera el apoyo a la economía real. Aumentamos las inversiones efectivas y creamos fondos especiales para fortalecer la construcción de obras hidráulicas, la transformación de núcleos de chabolas de zonas urbanas en complejos de apartamentos y la remodelación de viviendas precarias en las zonas rurales, la construcción de vías férreas y carreteras en las regiones centrales y occidentales, así como otros eslabones débiles. Llevamos a efecto el programa de promover el consumo en los campos prioritarios, y el de las poblaciones urbana y rural en turismo, compras por internet, informática, etc. aumentó con rapidez. Además, el año pasado respondimos con dinamismo a múltiples riesgos y desafíos surgidos en el terreno financiero, como las fluctuaciones anormales en los mercados bursátil y de divisas, y cumplimos la exigencia mínima de evitar la aparición de riesgos sistémicos o regionales, salvaguardando con ello la seguridad financiera de la economía nacional.
Segundo: intensificación de la reforma y la apertura en torno a la activación del vigor del mercado. No recurrimos a estímulos fuertes como el de "inundación de bancales", sino que impulsamos de continuo la reforma estructural. Promovimos a fondo la reforma encaminada a simplificar la administración y descentralizar los poderes, a combinar la descentralización con el control y a optimizar los servicios. Suprimimos o transferimos a niveles inferiores 311 asuntos sometidos al examen y la aprobación administrativos, suprimimos 123 asuntos de autorización y autentificación de competencia profesional, y eliminamos definitivamente los asuntos de examen y aprobación no sujetos al permiso administrativo. Simplificamos un 85% los asuntos sometidos al examen y la aprobación previos a su registro industrial y comercial, y aplicamos en todo el país la integración de la licencia de funcionamiento de las empresas industriales y comerciales, el certificado de código de organismos e instituciones, y el registro tributario en una sola licencia: la licencia de funcionamiento de las empresas industriales y comerciales con el código de credibilidad social unificado. Potenciamos la supervisión y el control llevados a cabo durante y después de la tramitación de los asuntos, y optimizamos el proceso de los servicios públicos. De este modo, las masas y las empresas pudieron tramitar sus asuntos con mayor sencillez, y el entusiasmo del conjunto de la sociedad por las actividades emprendedoras e innovadoras se incrementó cada día más.
Se impulsaron en profundidad las reformas fiscal, tributaria y financiera, y otras reformas prioritarias. Los rubros de pagos de transferencia especiales de la hacienda central a las territoriales se redujeron en un tercio, mientras que la magnitud de los pagos de transferencia ordinarios se incrementó. Se efectuó con paso seguro la sustitución de la recaudación del impuesto sobre las transacciones por la del impuesto sobre el valor agregado, y se amplió la esfera de la recaudación del impuesto sobre los recursos naturales calculado en función de sus precios. Se eliminó el límite máximo de fluctuación de los tipos de interés de los depósitos bancarios, se implantó el sistema de seguros de dichos depósitos y se estableció el Sistema de Pago Interbancario Transfronterizo en yuanes. Se intensificó la reforma de los precios, reduciéndose en un 80% los conceptos cuyos precios fija el Gobierno Central y en más de la mitad los conceptos con precios fijados por los gobiernos territoriales. Se promovió ordenadamente la reforma en las empresas estatales, las zonas rurales, la inversión y la financiación, la civilización ecológica y otros terrenos, y los resultados de la profundización integral de la reforma ya se están empezando a notar.
Se perseveró en el impulso de la reforma y el desarrollo mediante la apertura. Se hicieron esfuerzos por estabilizar el comercio exterior, se reajustó el mecanismo de pago de reembolsos fiscales a la exportación, se revisaron y reglamentaron los cobros tarifarios en los diversos eslabones de la importación y la exportación, y se elevó el nivel de facilitación de los trámites en materia de comercio, a resultas de todo lo cual se operaron cambios positivos en la estructura de las exportaciones. Las cláusulas restrictivas para las inversiones extranjeras se redujeron a la mitad, se aplicó la administración mediante el registro a más del 95% de los proyectos de dichas inversiones y las inversiones extranjeras utilizadas efectivamente sumaron 126.300 millones de dólares, lo que supuso un aumento del 5,6%. Nuestras inversiones directas no financieras en el extranjero se incrementaron un 14,7%, llegando a totalizar 118.000 millones de dólares. Divulgamos las experiencias de la Zona Experimental de Libre Comercio de Shanghai y creamos zonas de este tipo en Guangdong, Tianjin y Fujian. El yuan se incorporó a la cesta de monedas de los DEG (derechos especiales de giro) del FMI. Se estableció oficialmente el Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras y se puso en funcionamiento el Fondo de la Ruta de la Seda. Se firmaron sendos acuerdos de libre comercio entre China y la República de Corea y entre China y Australia, así como el protocolo para la actualización de la Zona de Libre Comercio China-ANSEA. Empezaron a notarse los primeros resultados de la construcción de la Franja y la Ruta, se aceleró el paso de la cooperación internacional en capacidad productiva y se lograron avances rompedores en la salida al extranjero de equipos chinos, incluidos equipos para líneas férreas de alta velocidad y centrales nucleares.
Tercero: enfoque de la atención en la elevación de la calidad y el aumento de la eficacia, y promoción de la innovación y la actualización sectoriales. Formulamos nuestro plan y nuestras ideas sobre la puesta en práctica de la estrategia del desarrollo propulsado por la innovación, hicimos públicas las políticas y medidas relativas a las actividades emprendedoras e innovadoras de las masas, y llevamos a efecto el plan de acción Internet+, con el fin de potenciar las nuevas fuerzas motrices del desarrollo económico. Un gran contingente de makers tomó el camino del emprendimiento y la innovación. Perfeccionamos las políticas de apoyo a la agricultura e impulsamos el cambio acelerado de su modalidad de desarrollo. Ante el descenso del crecimiento industrial y la disminución de la rentabilidad empresarial, asimos el fomento de las industrias emergentes con una mano y la transformación y actualización de las tradicionales con la otra. Pusimos en marcha el programa Hecho en China 2025, creamos el fondo estatal para la orientación de los capitales de riesgo de las industrias emergentes y el fondo para el desarrollo de las pymes, e incrementamos el número de zonas demostrativas estatales de la innovación independiente. Neutralizamos con dinamismo la capacidad productiva sobrante y promovimos la anexión y reorganización de empresas. En los últimos tres años, la capacidad productiva obsoleta de la fundición de hierro y acero se vio reducida en más de 90 millones de toneladas; la de cemento, en 230 millones; la de vidrio plano, en más de 76 millones de cajas estándar; y la de aluminio electrolítico, en más de un millón de toneladas. Promovimos el desarrollo acelerado tanto de los servicios productivos como de los prestados a la vida cotidiana. Dedicamos ingentes esfuerzos al ahorro energético, la reducción de las emisiones y la protección ambiental, cumpliendo con creces todos los índices obligatorios. Hicimos públicas las metas de las actuaciones dirigidas a reducir las emisiones por iniciativa propia y promovimos el logro de resultados positivos en las negociaciones internacionales sobre el cambio climático. (Continúa