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spanish.china.org.cn | 08. 03. 2016 | Editor: Elena Yang | [A A A] |
El año pasado, China logró un crecimiento económico de un 6,9 %, lo que llamó gran atención.
El 2 de marzo, en la conferencia de prensa de la cuarta sesión del XII Comité Nacional de la CCPPCh, el vocero Wang Guoqing explicó el tema, considerando que la economía de China, aunque se ralentizó en cierta medida el año pasado, se distinguió de las demás a nivel global, manteniendo en general una “buena cualidad”. Se trata de una velocidad de desarrollo (6,9 %) bastante buena tanto desde un punto de vista de la cantidad como de la calidad.
Entonces, ¿cómo entender el crecimiento económico de un 6,9%?
Xiang Dong, director de la Oficina de Investigaciones del Consejo de Estado, opina que en 2015 China y Estados Unidos tuvieron respectivamente un PIB superior a 10 billones de dólares, mientras que el ritmo de crecimiento de China (6,9 %) fue otra vez mayor que el de EE.UU. El volumen de aumento equivale a la suma de países como Suecia y Argentina. Frente a la complicada situación en que la recuperación económica mundial se debilita y la presión del descenso de la economía nacional aumenta sin cesar, este éxito corresponde a la meta prevista y ha sido logrado difícilmente.
Xu Xianchun, subdirector de la Administración Nacional de Estadísticas afirmó que el crecimiento de un 6,9 % no solo tiene un alto valor, sino que también desempeña un importante papel sobre la estabilidad del empleo y dedica significativas contribuciones al desarrollo económico del mundo.
Gracias al crecimiento económico de un 6,9 %, la situación del empleo fue mejor que lo previsto. En 2015, los nuevos empleados urbanos aumentaron en 13,12 millones de personas y la tasa de incremento de los trabajadores migrantes del campo fue de 1,3 %; el nivel de precios se mantuvo estable y el índice de precios al consumidor se elevó en 1,4 %; se consiguió buena producción agrícola y el rendimiento de cereales aumentó en 2,4 %, alcanzando un “duodécimo incremento anual consecutivo”. Todo esto muestra que aunque el crecimiento de un 6,9 % registró una baja en comparación con el de dos dígitos logrado en el pasado, no ha cambiado la tendencia de desarrollo sostenido y razonable, a la vez de estabilizar el empleo y los precios.
El crecimiento de un 6,9 % fue obtenido difícilmente. En 2015, la recuperación económica mundial fue débil, el comercio internacional permaneció en un nivel bajo, el mercado financiero global sufrió gran volatilidad y se intensificaron los conflictos geopolíticos; en el país, se vieron dilemas relevantes como el exceso de capacidad productiva y la insuficiencia de suministro efectivo, la liquidación del exceso de capacidad productiva y existencias y la estabilización del crecimiento, la dificultad y lo costoso de la financiación y la elevación del riesgo financiero, la salida al exterior y la contracción del mercado internacional, entre otros, y aparecieron solapadas las contradicciones tendenciosas, cíclicas y por fases, además de aumentar la presión del descenso económico. Bajo estas circunstancias complicadas y serias, el crecimiento de un 6,9 % es digno de aprecio.
El crecimiento de un 6,9 % posee un alto valor. A medida del aumento de la escala económica, el volumen del crecimiento económico correspondiente al incremento de un 6,9 % superó los 500.000 millones de dólares, lo que equivale al PIB anual de la década de 1990 y sobrepasa el similar de un país medianamente desarrollado. Visto a lo ancho del mundo, el crecimiento de un 6,9 % es uno relativamente rápido, ubicado en las primeras filas de las economías principales. En 2015, el PIB de Estados Unidos aumentó en 2,4 % frente al año previo, y el de Japón y la India se incrementó en 0,4 % y 7,5 %, respectivamente. Según las recientes estimaciones del Fondo Monetario Internacional, se registraron un aumento de 1,5 % y 1,3 % en la zona del euro y Sudáfrica, respectivamente, y una baja de 3,7 % y 3,8 % en Rusia y Brasil, en cada caso.
El crecimiento de un 6,9 % significa contribuciones sobresalientes al progreso económico del mundo. El volumen global de la economía china se sitúa en el segundo lugar mundial. Su aumento seguro y rápido ha impulsado enérgicamente el desarrollo de la economía mundial, haciendo importantes aportes a su recuperación. En 2015, la tasa de contribuciones chinas a la recuperación de la economía mundial superó el 25 %, ocupando uno de los primeros lugares. La economía china sigue siendo el ancla de la estabilidad y la fuente de crecimiento de la economía mundial.
Por CHEN JUN
(Fuente: China Hoy)