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spanish.china.org.cn | 06. 03. 2016 | Editor: Lety Du | [A A A] |
La meta fijada por China de lograr que su economía crezca por encima del 6,5 por ciento anual en el siguiente lustro es viable a pesar de los retos que enfrenta y la turbulencia financiera global, consideró el director de la Escuela de Economía de la Universidad de Guadalajara (UDG), Adrián de León.
En entrevista con Xinhua, el académico expuso que es razonable la proyección anunciada este sábado por el Gobierno chino durante la sesión anual de la Asamblea Popular Nacional (APN, máximo órgano legislativo de China), en la cual estableció el rango de la meta de crecimiento económico entre 2016 y 2020.
"Sería razonable pensar que sí es posible. Ahorita hay un contexto internacional de mucha incertidumbre, pero en general (la meta) suena conservadora, suena razonable", dijo De León.
Al presentar el informe del Gobierno chino ante la APN, el primer ministro Li Keqiang detalló que para este 2016 prevén que la tasa de crecimiento económico sea de entre 6,5 por ciento y 7 por ciento.
El académico consideró que el anuncio realizado en Beijing podría tranquilizar a los mercados globales, que en el arranque del año mostraron preocupación porque la economía china creció a un ritmo de 6,9 por ciento en 2015, su tasa más baja en los últimos 25 años.
"En principio sí, aunque a veces las presiones políticas internacionales podrían difundir una idea de incertidumbre en la economía china para presionar a la economía china a algunos cambios", expuso el director.
El informe gubernamental presentado por Li en la sesión anual también establece que China proyecta mantener la inflación en un tres por ciento y crear 10 millones de empleos urbanos, previsiblemente en el sector de los servicios.
De León señaló que los anuncios dan cuenta que el Gobierno chino percibe los problemas de su economía y comienza a atenderlos, luego de que la "nueva normalidad" plantea transformar el modelo económico de inversión a uno de servicios, consumo interno y nuevas tecnologías.
"La solución que tiene es reacomodar (el capital) para que sirva más para la producción de bienes de consumo para la propia población", dijo el también investigador especializado en analizar el crecimiento económico de los países.
China pronostica, al menos de manera preliminar, reducir cerca de 1,8 millones de empleos en los sectores del acero y el carbón dentro de una reestructuración para adelgazar sus numerosas empresas estatales, cuyo crecimiento, a decir del académico, provocó que el país tenga un exceso de capital físico.
"China estuvo invirtiendo a una tasa muy elevada en las últimas décadas y esa inversión se hizo con subsidios, con crédito público, y ahora tiene una relativa abundancia de capital, de fábricas, empresas, que rebasa la capacidad de nivel de crecimiento que tiene actualmente", explicó De León.
El investigador manifestó que China está en buen tiempo para planear hacia qué sectores económicos podrán ser reubicados los trabajadores de las industrias que sean reestructuradas.
"Hay que reorientar las industrias hacia otras áreas, hacer una reingeniería de sus líneas de venta, de áreas de producción para reorientarlas a otro tipo de consumo", dijo el académico.
De León enfatizó que, dentro de sus medidas, el Gobierno chino también debe poner especial atención en identificar empresas que crecieron con financiamientos y que ahora, ante una economía con menor expansión, puedan enfrentar problemas para solventar sus deudas e impactar al sector bancario.