Portada>IV SESIÓN DE LA XII APN Y IV SESIÓN DEL XII COMITÉ NACIONAL DE LA CCPPCh>China en vista de los extranjeros |
spanish.china.org.cn | 18. 01. 2016 | Editor: Elena Yang | [A A A] |
Por Jorge Fernández
Hay distintas formas de financiar proyectos de infraestructuras en Asia: con el Banco Mundial (BM), con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y con el Banco Asiático de Desarrollo (BAD). Ninguno de ellos ha conducido a la formación de un sistema financiero internacional más justo y ninguno de ellos ha solucionado el déficit multimillonario para infraestructuras en Asia.
Del 16 al 18 de enero, una serie de eventos se celebrarán en Beijing para marcar la apertura del Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras, una nueva institución financiera que con la ayuda de más de 57 países fundadores, creará infraestructuras, estimulará la cooperación y desarrollará el comercio de Eurasia y África.
Aquellos que opinan que el BAII rivalizará con las instituciones de Bretton Woods confunden la demanda justa de un grupo de países que hoy en día, por increíble que parezca, carece de carreteras, aeropuertos, sistemas de comunicación e incluso de viviendas para sus habitantes.
Esta confusión nace de la idea de que el BAII responderá a la misma lógica que dio origen al sistema de gestión monetaria de Bretton Woods, establecido en la segunda posguerra, que buscaba la recuperación económica de países aliados de Occidente, de cara a la proliferación de estados gobernados por partidos comunistas.
Por el contrario, el BAII porta un espíritu de comunidad, construido por países de diferentes regiones, que busca la materialización de intereses que hasta hoy en día no han podido alcanzarse. Esta nueva institución financiera, propuesta por China, invita a la inclusión de todos para avanzar conjuntamente rumbo al beneficio compartido.
Más allá de buscar rivalizar con el BM, el FMI o el BAD, el BAII busca bajo un marco de cooperación, la unión de esfuerzos para financiar un déficit multimillonario que aqueja a Asia y a otras regiones del mundo. La solución de este problema, que no ha encontrado una respuesta bajo la estructura actual de financiamiento internacional, exige propuestas innovadoras y no esquemas de confrontación.
Bajo el espíritu de construcción conjunta rumbo a un destino con intereses compartidos, grandes economías de Occidente se han incorporado activamente a la construcción del BAII. Por el contrario, el comportamiento de la primera economía del mundo, que ha rechazado participar en un proyecto colectivo que beneficia no solo a Asia sino al mundo entero, genera cuestionamientos sobre el papel que desempeña en el escenario internacional.
Al ser un esfuerzo conjunto por el bien de todos, esta nueva institución es un foro en el que se suman las fuerzas y las experiencias de todos y cada uno de los miembros para encontrar fórmulas que permitan superar aquellos obstáculos que han hecho tropezar a las instituciones de Bretton Woords.
El reto es enorme pero la responsabilidad ahora recae en la participación de todos.