El incremento salarial en Bolivia anunciado el pasado 9 de marzo por el presidente Evo Morales preserva la salud de la economía boliviana, afirmó hoy el viceministro de Coordinación con Movimientos Sociales, Alfredo Rada.

Este año es fundamental incentivar la demanda interna y la capacidad de adquisición para dinamizar la economía en Bolivia, destacó el viceministro boliviano en respuesta a las críticas lanzadas por la clase empresarial.

De acuerdo con empresarios, políticos opositores y algunos economistas, el incremento salarial de 8,5 por ciento al salario básico y de 15 por ciento al mínimo en Bolivia es "inequitativo", debido a que llega sólo al sector formal, afecta la inversión privada y aumenta el trabajo informal.

"La salud de la economía continuará segura, porque desde el gobierno con la inversión pública vamos a dinamizar la economía del país", enfatizó Rada.

Sin embargo el economista Julio Alvarado señaló que el incremento salarial generará un aumento en los precios de la canasta familiar y los bienes y servicios.

"Ese 8,5 por ciento es un aumento a la masa salarial, es decir un incremento del total que gana un trabajador, eso influye en el efecto multiplicador porque todos harán subir ese porcentaje en productos y servicios, al final el incremente salarial igual pierde su poder adquisitivo", aseguró.

Por su parte el economista Luis Ballivián dijo que el incremento salarial de cada año expone una presión inflacionaria "fuerte" en el país.

"El Banco Central constantemente emite bonos para recoger la moneda boliviana del mercado y evitar disminuir la presión inflacionaria, con la subida del salario de alguna manera se incrementan los productos y servicios", indicó.

La diputada opositora Norma Piérola consideró que el alza salarial afecta a las empresas débiles porque tendrá que despedir gente, no sólo por el incremento, sino por la previsión del doble aguinaldo de fin de año, y por tanto incrementará la informalidad.

Piérola agregó que si el gobierno no encara políticas de reactivación económica, en momentos de la crisis del precio del petróleo, Bolivia enfrentará problemas sociales.

El gobierno y la dirigencia de la Central Obrera Bolivia (COB) acordaron el lunes 9 de marzo un incremento salarial.

Con este acuerdo, el mínimo nacional se incrementará de 1.440 bolivianos (207 dólares) a 1.656 bolivianos (238 dólares) mensuales.

Esto significa que ningún trabajador en Bolivia, cuando cumpla una jornada laboral de ocho horas diarias, podrá ganar menos de este monto.

En cambio el incremento de la masa salarial del 8,5 por ciento, será calculado sobre el global del ingreso del trabajador del sector público y privado. El incremento salarial será retroactivo a enero y se prevé la aprobación de un decreto supremo que será emitido el 1 de mayo Día del Trabajador.

PREOCUPACION EN EL SECTOR PRIVADO

El presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), Ronald Nostas, expresó la preocupación del sector por el alza salarial, sin la participación del empresariado privado.

Nostas consideró que ambos incrementos tendrán "un impacto" que afectará al sector formal, por lo que realizarán una evaluación luego de conocer las posiciones sectoriales y regionales.

"Los trabajadores tienen derecho a un alza en sus salarios pero de forma equilibrada y buscando alternativas que no pongan en riesgo la seguridad y el empleo", sostuvo.

La CEPB y otros sectores empresariales coincidieron, por separado, en que es fundamental la necesidad de establecer una política salarial a mediano y largo plazo, además de mejorar el clima de inversiones, tal cual también planteó la COB.

Según el empresario, otros sectores como la Cámara Nacional de Industrias (CNI) y la Cámara Nacional de Comercio (CNC), están de acuerdo en trabajar en esta política salarial que debe impulsar la sostenibilidad y competitividad de las firmas, la aplicación universal del tema salarial (sector formal e informal) y la creación de empleo formal. F