El presidente del Tribunal Popular Supremo (TPS) de China, Zhou Qiang, prometió hoy lunes, en un esquema de trabajo de los tribunales para 2014, castigar severamente a los terroristas en casos como el ataque en la estación ferroviaria de Kunming.

Los tribunales chinos trabajarán para proteger la seguridad nacional y la estabilidad social y contribuirán al desarrollo de la sensación de seguridad del pueblo, dijo Zhou al presentar un informe de trabajo del TPS ante la segunda sesión de la XII Asamblea Popular Nacional, el máximo órgano legislativo del país.

Los tribunales castigarán severamente a los delincuentes que dañen la seguridad nacional, especialmente a los que lleven a cabo ataques terroristas, planteen serias amenazas a la seguridad social y dañen las instalaciones militares, detalló Zhou a cerca de 3.000 legisladores nacionales, quienes deliberarán sobre el informe.

En la tarde del 1 de marzo, un grupo de asaltantes armados con cuchillos atacaron indiscriminadamente a civiles en la estación ferroviaria de Kunming, capital de la provincia suroccidental china de Yunnan, dejando un saldo de 29 muertos y 143 heridos.

El año pasado, los tribunales chinos condenaron y castigaron a 1,16 millones de criminales, recordó Zhou.

Entre ellos, se declaró culpables a 325.000 por delitos graves, como el asesinato, el robo, el secuestro, las explosiones, la violación, el tráfico de personas y las organizaciones criminales.

Según el informe de la labor de la Fiscalía Popular Suprema emitido hoy lunes por el fiscal general Cao Jianming, se presentaron cargos contra alrededor de 1,32 millones de sospechosos.

El TPS ha sido cauto en la revisión de las condenas a muerte y ha examinado cuidadosamente los hechos, las pruebas y la aplicación de la ley en estos casos.

"Nos hemos asegurado de que la pena de muerte se impusiera a un número muy limitado de personas condenadas por delitos de extrema gravedad", destacó.

El año pasado, los tribunales persiguieron delitos graves como el asalto sexual a menores, la conducción bajo los efectos del alcohol, los ataques a trabajadores sanitarios y el narcotráfico.

El TPS también emitió dos explicaciones judiciales sobre crímenes de reciente aparición, incluyendo la difusión de rumores dañinos, la incitación intencionada de disturbios y la difamación en internet.

Durante el año pasado, el TPS cerró unos 9.800 casos y los tribunales locales hicieron lo propio con unos 13 millones de casos.

El número de casos cerrados por los tribunales de todos los niveles se incrementó de 10,54 millones en 2009 a 12,94 millones en 2013, una subida del 23 por ciento, según el informe de Zhou.