En 2013, un total de 31.555 funcionarios fueron condenados por haber cometido crímenes relacionados con el trabajo en China, y un 23 por ciento de ellos fue sentenciado a cinco años o más de prisión, anunció hoy viernes Pei Xianding, director de la segunda corte penal del Tribunal Popular Supremo.

Más de 680 funcionarios ocupaban puestos de rango distrital y superiores y casi un 70 por ciento de ellos fue condenado a por lo menos cinco años de prisión, reveló Pei.

Los crímenes relacionados con el trabajo incluyen la malversación y el cohecho, la negligencia en el cumplimiento del deber, y la infracción de los derechos personales y democráticos de los ciudadanos.

El número de funcionarios corruptos registró una ligera caída en China, gracias a la campaña anticorrupción que se ha estado desplegando desde finales de 2012, y los funcionarios ya no gozan de tanta libertad a la hora de beneficiarse de su cargo, subrayó Pei durante una entrevista en internet.

Más del 90 por ciento de los altos funcionarios fueron juzgados en lugares donde no habían trabajado para evitar posibles interferencias, precisó.

Dicha medida es crucial para garantizar que el juicio se realice sin irregularidades, añadió.

Un total de 21 funcionarios de rango provincial o ministerial han caído desde que se celebró el XVIII Congreso Nacional del Partido Comunista de China en noviembre de 2012.

Pei reiteró la determinación de continuar con la campaña anticorrupción dirigida contra "tigres y moscas ", metáforas para funcionarios corruptos de alto y bajo rango.

Quienquiera que viole la disciplina del Partido y las leyes del Estado debe ser castigado, sin importar cuán alta sea la posición que ostenta, advirtió.

Hablando de la transparencia de los juicios, Pei añadió que el Tribunal Popular Supremo presta "especial importancia" a la publicación de los procedimientos judiciales, los veredictos y la información sobre la ejecución de los dictámenes, para garantizar la imparcialidad y justicia del proceso judicial.