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spanish.china.org.cn | 18. 03. 2013 | Editor: Rui Dong [A A A]

Informe sobre la Labor del Gobierno 2013

Palabras clave: Informe sobre la Labor del Gobierno 2013

Estimados diputados:

En nombre del Consejo de Estado, voy a presentar ante esta Sesión de la Asamblea el informe sobre los trabajos realizados por el Gobierno durante los últimos cinco años y a formular las propuestas de actuación para este año, a fin de que ustedes los examinen y los honorables miembros del Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino hagan sus observaciones al respecto.

 

I. MIRADA RETROSPECTIVA A LOS TRABAJOS DEL ÚLTIMO LUSTRO

 

Los cinco años transcurridos desde la I Sesión de la XI Asamblea Popular Nacional fueron un quinquenio realmente extraordinario en el proceso de desarrollo de nuestro país. Respondimos con eficacia a las fuertes embestidas de la crisis financiera internacional y mantuvimos el desenvolvimiento seguro y relativamente rápido de nuestra economía, logrando aumentar el PIB de 26,6 billones de yuanes a 51,9 billones, cifra con la que se aupó al segundo lugar mundial; elevamos los ingresos de la hacienda pública de 5,1 a 11,7 billones; conseguimos crear en las zonas urbanas 58,7 millones de puestos de trabajo en términos acumulativos e incrementar los ingresos per cápita disponibles de la población urbana y los ingresos per cápita netos de la población rural en un 8,8% y un 9,9% anual, respectivamente; aumentamos la producción cerealera por noveno año consecutivo; hicimos nuevos progresos en la reforma de los terrenos importantes y alcanzamos un nuevo nivel en la economía abierta; cosechamos nuevos éxitos en la construcción de un país innovador y logramos avances sustanciales en proyectos como los vuelos espaciales tripulados, la exploración lunar, la inmersión profunda con batiscafo tripulado, el sistema de navegación por satélite Beidou, la supercomputación y los ferrocarriles de alta velocidad, así como la incorporación a la marina del Liaoning, nuestro primer portaaviones; organizamos con éxito los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Beijing y la Exposición Universal de Shanghai, y conquistamos importantes victorias no sólo en la lucha contra graves calamidades naturales, como el excepcional terremoto de Wenchuan, en Sichuan, el violento sismo de Yushu, en Qinghai, y los enormes desbordamientos de torrentes y aludes de lodo y piedras de Zhouqu, en Gansu, sino también en la rehabilitación y reconstrucción posdesastre de estas zonas. Las fuerzas productivas sociales y la fortaleza nacional integral de nuestro país, el nivel de vida del pueblo y el de la seguridad social, así como nuestro estatus y nuestra influencia internacionales se elevaron notablemente. Cumplimos satisfactoriamente el XI Plan Quinquenal y emprendimos sin contratiempos el XII. Logramos importantes avances en la construcción socialista en los ámbitos de la economía, la política, la cultura, la sociedad y la civilización ecológica, dejando escritos nuevos capítulos en la causa del socialismo con peculiaridades chinas.

Los principales trabajos efectuados durante los pasados cinco años y sus características son los siguientes.

1. Afrontamiento eficaz de la crisis financiera internacional y promoción de un desarrollo económico seguro y relativamente rápido. Pasamos estos cinco años resistiendo constantemente las fuertes embestidas de la crisis financiera internacional, una crisis casi sin precedentes en el último siglo por su ímpetu arrollador, la rapidez de su expansión y la profundidad de su influencia. Afrontando con aplomo tales embestidas, reajustamos oportuna y categóricamente el punto de gravedad del macrocontrol, adoptamos 10 medidas para aumentar la demanda interna en mayor medida e impulsar el incremento seguro y relativamente rápido de la economía, y aplicamos de manera integral un paquete de planes. En dos años aumentamos las inversiones en cuatro billones de yuanes —de los cuales 1,26 correspondieron a las inversiones de la hacienda central—, dedicadas principalmente al programa de viviendas de protección social y al relacionado con las condiciones de vida de la población rural, a las instalaciones infraestructurales, a los servicios de interés social, a la protección ecológica y medioambiental, a la innovación independiente y a la construcción en otros terrenos, así como a la rehabilitación y reconstrucción posdesastre. En estos cinco años, se construyeron más de 18 millones de apartamentos de protección social de diversos tipos y más de 12 millones de apartamentos para eliminar núcleos de chabolas; se reacondicionaron 18.000 embalses defectuosos o inseguros —incluidos grandes y medianos, así como pequeños embalses claves—, se sanearon 24.500 kilómetros de ríos pequeños y medianos claves y se aumentó la superficie de irrigación con bajo consumo hídrico en 7,7 millones de hectáreas; la longitud de las líneas férreas se incrementó en 19.700 kilómetros, 8.951 de ellos de alta velocidad, y se pusieron sucesivamente en servicio líneas ferroviarias de alta velocidad como las de Beijing-Shanghai, Beijing-Guangzhou y Harbin-Dalian, y varias líneas férreas interurbanas; se construyeron 609.000 kilómetros de carreteras, incluidos 42.000 de autopistas, con lo que la longitud total de éstas llegó a 95.600 kilómetros; se finalizó la construcción de 31 aeropuertos y 602 atracaderos portuarios para barcos de 10.000 toneladas, y la de una serie de puentes fluviales y marinos y de obras de comunicación interinsular o continental-insular; se impulsaron expeditamente o se concluyeron importantes proyectos, como el gasoducto oeste-este, el transporte de electricidad oeste-este y el trasvase sur-norte; se imprimió rapidez al desarrollo de las energías no fósiles y la capacidad instalada de las generaciones hidroeléctrica y eoloeléctrica pasó a ocupar el primer puesto mundial, y la reconstrucción de zonas damnificadas, entre ellas las de Wenchuan, Yushu y Zhouqu, trajo consigo cambios portentosos. Estos éxitos, que concitaron la atención del mundo entero, jugaron un papel crucial en nuestro afrontamiento eficaz de las fuertes embestidas de la crisis financiera internacional, sentaron una sólida base para nuestro desarrollo económico y social a largo plazo y beneficiaron y seguirán beneficiando a los centenares de millones de integrantes de nuestro pueblo.

Concedimos en todo momento importancia al tratamiento idóneo de la relación entre el mantenimiento del desarrollo seguro y relativamente rápido de la economía, el reajuste de su estructura y la gestión de las expectativas inflacionarias, potenciando el carácter prospectivo, la cientificidad y la eficacia de las macropolíticas y prestando atención al dominio apropiado de su rumbo, intensidad y prioridades. Cuando las embestidas de la crisis financiera internacional alcanzaron su mayor gravedad, aplicamos resueltamente una política fiscal activa y una política monetaria apropiadamente laxa, empleando de forma integral múltiples instrumentos de la política fiscal para incrementar los gastos gubernamentales y llevar a cabo una reducción tributaria estructural, y utilizando con eficacia el coeficiente de caja, los tipos de interés, así como otros instrumentos de la política monetaria para mantener un aumento racional de los suministros monetario y crediticio. Teniendo en cuenta los cambios en la marcha de la macroeconomía, reajustamos oportunamente la intensidad de las políticas, reducimos la fuerza de las de estímulo en el momento apropiado y aplicamos una política fiscal activa y una política monetaria prudente. En la aplicación de la política fiscal, persistimos en actuar con una visión de conjunto y atribuimos importancia al equilibrio integral. El porcentaje del déficit fiscal en el PIB se rebajó del 2,8% del año 2009 hasta alrededor del 1,5% del año pasado, lo que nos permitió mantener tanto la tasa del déficit como la del endeudamiento dentro del nivel de seguridad. Reforzamos las auditorías exhaustivas de la deuda de los gobiernos territoriales y la administración de sus plataformas de financiación, controlando así eficazmente los riesgos latentes en el funcionamiento de la economía. En la aplicación de la política monetaria, prestamos siempre atención al mantenimiento del equilibrio entre la estabilización del incremento, el control de los precios y la prevención de los riesgos. El sistema financiero permaneció prudente en su funcionamiento y la capacidad de la banca para afrontar riesgos creció de continuo, de modo que el coeficiente de solvencia se elevó del 8,4 % del final del 2007 al 13,3% del final del año pasado, y la tasa de créditos fallidos descendió del 6,1% al 0,95%. Perseveramos sin vacilar en llevar a buen término la regulación y el control del mercado inmobiliario, frenando de esta manera la tendencia al alza excesivamente rápida del precio de la vivienda. En el 2012, mientras en las grandes economías del mundo el ritmo de crecimiento se ralentizaba en todos los aspectos y se ponían ininterrumpidamente de manifiesto diversos tipos de riesgos, manejamos la intensidad de las políticas racionalmente, mantuvimos inalterable la magnitud de los gastos fiscales presupuestarios y optimizamos su estructura, todo lo cual contribuyó a invertir la tendencia de descenso de la economía, al cumplimiento integral de los principales índices fijados a comienzos del año, a lograr que el PIB creciera un 7,8% y a conseguir crear 12,66 millones de puestos de trabajo en las ciudades y los poblados, así como a reducir el alza del índice de los precios al consumidor hasta el 2,6%, sentando de esta forma unos buenos cimientos para el desarrollo económico del presente año.

En los últimos cinco años, la macroeconomía de nuestro país mantuvo en términos generales una buena tendencia caracterizada por el crecimiento seguro y relativamente rápido, la estabilidad relativa de los precios, el aumento continuo del empleo y la tendencia de la balanza de pagos al equilibrio, a resultas de todo lo cual en dicho periodo el incremento medio anual del PIB fue del 9,3 %, ritmo notablemente superior al mundial y al de las economías emergentes, mientras que nuestra tasa de inflación se mantuvo muy por debajo de las del resto de ellas. La economía de nuestro país permaneció estable y se mostró rebosante de vigor.

Una mirada retrospectiva a estos cinco años revela que, frente al severo reto derivado de la situación compleja y cambiante de la economía internacional y de su pertinaz depresión, la dirección central formuló juicios científicos y tomó decisiones resueltamente, evitando con eficacia los grandes altibajos que las tremendas embestidas exteriores habrían podido provocar en nuestro proceso de modernización. La práctica ha corroborado que todas estas decisiones y disposiciones fueron totalmente correctas.

2. Aceleración de la reestructuración de la economía y mejora de la calidad y la rentabilidad de su desarrollo. Aplicamos con perseverancia la estrategia de aumentar la demanda interna, con lo cual su tasa de contribución al crecimiento económico se incrementó notablemente y el peso específico del superávit de las cuentas corrientes en el PIB se redujo del 10,1 al 2,6%. La estructura del consumo de la población se actualizó con mayor celeridad. Al término del 2012, la superficie habitacional por residente era de 32,9 metros cuadrados en las ciudades y de 37,1 en el campo, 2,8 y 5,5 metros cuadrados más, respectivamente, que en el año 2007; por cada cien familias urbanas había 21,5 automóviles particulares, 15,5 más que cinco años antes, y en los sectores turístico y cultural el consumo aumentó de forma considerable. Seguimos con firmeza el nuevo camino de la industrialización con peculiaridades chinas y promovimos con energía el cambio de modalidad y la actualización de las industrias. Nuestra industria manufacturera se aupó al primer puesto mundial por su magnitud y el valor agregado de la de alta tecnología experimentó un aumento anual medio del 13,4%, lo que la convirtió en una importante industria precursora y pilar de la economía nacional; al mismo tiempo, se desarrollaron con rapidez varias industrias emergentes estratégicas, entre ellas las de energías limpias, ahorro energético y protección medioambiental, tecnologías informáticas de nueva generación, biomedicina y fabricación de equipos de gama alta. El nivel general de la calidad de los productos industriales se elevó sin cesar.El porcentaje del valor agregado del sector servicios en el PIB subió 2,7 puntos, convirtiéndose este sector en la industria que más mano de obra absorbe. Impulsamos firmemente el ahorro energético, la reducción de emisiones y la protección del entorno ecológico. Durante los pasados cinco años, se eliminó, en términos acumulativos, una capacidad de producción obsoleta de 117 millones de toneladas en la rama de fundición de hierro, de 78 millones en la de fundición de acero y de 775 millones en la del cemento; en las ciudades, la capacidad de tratamiento de aguas residuales aumentó hasta los 46 millones de toneladas diarias; el consumo de energía por unidad del PIB descendió un 17,2% y la demanda química de oxígeno y la emisión global de dióxido de azufre se redujeron un 15,7 y un 17,5%, respectivamente. Se reajustaron las normas sobre el monitoreo de la calidad del aire, añadiéndose índices como el de partículas finas (PM2.5). Llevamos adelante la ejecución de los proyectos ecológicos prioritarios, tales como la protección de bosques naturales, la devolución de tierras labrantías a la silvicultura y la prevención y el control de la desertización, gracias a lo cual en el último lustro repoblamos en total 29,53 millones de hectáreas, reacondicionamos 11,96 millones de hectáreas de tierras dañadas por la desertificación y la degeneración en pedregales, hicimos lo propio integralmente con 246.000 kilómetros cuadrados de tierras afectadas por la pérdida de agua y la erosión del suelo y saneamos 180.000 kilómetros cuadrados del territorio nacional. Implementamos en profundidad la estrategia general de desarrollo regional, promulgamos y aplicamos el programa nacional de zonificación por funciones prioritarias, elaboramos propuestas orientativas sobre la explotación del Oeste a gran escala para un nuevo decenio y una serie de planes de desarrollo regional, propulsamos de manera acelerada el desarrollo a saltos de regiones como el Tíbet y Xinjiang y trazamos y pusimos en práctica el programa de ayuda contra la pobreza con recursos para el desarrollo en las zonas rurales para un nuevo decenio, elevando hasta 2.300 yuanes (sobre la base de los precios del 2010) el nivel de ingresos exigido por norma para percibir la ayuda que se concede a la población necesitada y reforzando el acometimiento de la parte más dura de la ayuda contra la pobreza concentrada en las zonas colindantes con dificultades especiales. El ritmo de crecimiento de los principales índices de desarrollo de las regiones centrales y occidentales y del Nordeste superó la media nacional y las regiones orientales aceleraron el paso en el cambio de modalidad y la actualización de sus industrias, de modo que actualmente se está configurando un desarrollo interregional con características propias y una interacción positiva. Impulsamos activa y prudentemente la urbanización y en cinco años trasladamos a 84,63 millones de habitantes rurales, incrementando la tasa de urbanización del 45,9 al 52,6%, todo lo cual condujo a un cambio histórico en la estructura urbano-rural. La coordinación entre el desarrollo urbano y el rural y la del desarrollo interregional se acentuaron notablemente.

3. Cumplimiento como es debido y sin desmayo del trabajo relativo a la agricultura, el campo y el campesinado, yconsolidación y fortalecimiento de la posición de la agricultura como sector básico. Persistimos en impulsar la modernización agrícola a la par que la profundización de la industrialización, la informatización y la urbanización, concentrando para ello nuestras fuerzas en la resolución de varios asuntos de importancia concernientes al desenvolvimiento a largo plazo de la agricultura y el campo y a los intereses vitales de los campesinos. Se aumentó la inversión fiscal y los gastos destinados por la hacienda central a la agricultura, el campo y el campesinado totalizaron 4,47 billones de yuanes, registrando un crecimiento medio anual del 23,5%. Se implantaron y perfeccionaron el sistema de subsidios a los campesinos productores de cereales y el mecanismo de compensación de los intereses de las principales zonas cerealeras: la cuantía normativa de los subsidios aumentó año tras año, su cobertura se amplió de forma constante y sus fondos ascendieron de los 63.900 millones de yuanes del 2007 a los 192.300 millones del 2012. Se potenciaron los servicios financieros rurales y el saldo de los créditos concedidos a la agricultura, el campo y el campesinado se incrementó de los 6,12 billones de yuanes al término del 2007 a los 17,63 billones del final del 2012. Aplicamos la política de precios mínimos de adquisición de cereales y los precios mínimos de adquisición de trigo y arroz se incrementaron en términos acumulativos entre un 41,7 y un 86,7%. Intensificamos la protección de las tierras de labranza, salvaguardamos los derechos e intereses de los campesinos y realizamos bastantes preparativos para el perfeccionamiento del sistema de compensación por la expropiación de tierras rurales de propiedad colectiva. Propulsamos con mayor rapidez el progreso de la ciencia y la tecnología agrícolas, así como la construcción de la agricultura moderna, y potenciamos el apoyo a la reproducción de variedades mejoradas, la prevención y el control de epizootias y epifitias, y la divulgación de técnicas agrícolas en los niveles de base. Dedicamos grandes esfuerzos a la construcción de obras hidráulicas, emprendimos el saneamiento de terrenos rurales y creamos tierras cultivables de elevado estándar, manteniendo la superficie de tierras de cultivo por encima de los 1.820 millones de mu [unos 121,33 millones de hectáreas]. La capacidad productiva global de cereales ascendió un nuevo peldaño y la producción total de cereales se incrementó anualmente, manteniéndose estable por encima de los 500 millones de toneladas durante seis años consecutivos. En las zonas rurales, se fortaleció la construcción de carreteras e instalaciones para el suministro de agua, electricidad y metano, entre otras infraestructuras: se construyeron o reconstruyeron 1.465.000 kilómetros de carreteras, se rehabilitaron viviendas precarias para 10,33 millones de familias y se resolvió el problema de la seguridad del agua de bebida a más de 300 millones de personas y el del suministro de electricidad a 4,45 millones de habitantes de las zonas sin este servicio, mejorando así constantemente las condiciones de producción y de vida del campo. Encauzamos activamente el desplazamiento de la mano de obra rural sobrante a los sectores no agrícolas, de modo que los ingresos netos per cápita de los campesinos se incrementaron de manera sostenida y relativamente rápida, y a partir del 2010 la disparidad relativa de ingresos entre los habitantes urbanos y los rurales fue disminuyendo poco a poco. Se profundizó la reforma rural integral. Finalizamos en lo fundamental la reforma principal del sistema de derechos a bosques de propiedad colectiva, promovimos de modo global la autenticación y la concesión de certificados relativos a los derechos de uso de tierras rurales de propiedad colectiva y ensayamos el registro de derechos de gestión de tierras por contrato. La buena situación del desarrollo de la agricultura y el campo proporcionó un importante apoyo para resistir la fuerte embestida de la crisis financiera internacional y de toda clase de desastres naturales, así como para estabilizar el desarrollo económico y social en su conjunto.

4. Ejecución persistente de la estrategia de revigorizar el país mediante la ciencia y la educación para aumentar su capacidad clave de apoyar el desarrollo económico y social. A fin de propulsar el desenvolvimiento integral de la ciencia, la tecnología, la educación y la cultura, pusimos en práctica con mayor celeridad el Programa Estatal a Medio y Largo Plazo para el Desarrollo Científico y Tecnológico, y elaboramos y ejecutamos el Programa Estatal a Medio y Largo Plazo para la Reforma y el Desarrollo Educacionales, el Programa Estatal a Medio y Largo Plazo para el Desarrollo de Recursos Humanos de Excelencia y la estrategia estatal sobre la propiedad intelectual, sentando así sólidos cimientos para el desarrollo a largo plazo del país.

Desarrollo prioritario de la educación. En el pasado quinquenio, los fondos fiscales estatales asignados a la educación sumaron 7,79 billones de yuanes, lo que supuso un aumento medio anual del 21,58%, llegando en el 2012 a representar el 4% del PIB. Los recursos educativos se destinaron prioritariamente a las zonas rurales, las fronterizas y apartadas, las de minorías étnicas y las pobres, consiguiéndose notables progresos en la equidad educacional. Tanto en las zonas urbanas como en las rurales se implantaron por completo los nueve años de educación obligatoria gratuita, resultando beneficiados 160 millones de alumnos. Llevamos a cabo un plan trienal de educación preescolar, lo que alivió en cierta medida las dificultades de acceso a jardines de infancia. Se mejoró continuamente el sistema estatal de subvenciones al estudio, se estableció un sistema de ayudas económicas para los alumnos de familias con escasos recursos y se hizo realidad la extensión de su cobertura a todas las fases, desde la de preescolar hasta la de posgrado, siendo cada año cerca de 80 millones los estudiantes financiados y ascendiendo el monto de dichas subvenciones a unos 100.000 millones de yuanes. Aplicamos la política de exención del pago de matrícula en la formación profesional secundaria, cuya cobertura incluye a todos los estudiantes rurales, los urbanos de especialidades relacionadas con la agricultura y los pertenecientes a familias con dificultades económicas. En las ciudades, se resolvió preliminarmente la cuestión del acceso a la educación obligatoria de los niños que acompañan a sus padres trabajadores emigrados del campo, siendo actualmente 12,6 millones los niños empadronados en las zonas rurales que la reciben. La ejecución del plan de mejoramiento nutricional benefició a más de 30 millones de alumnos rurales de la etapa de educación obligatoria. Se cumplió el Programa para la Seguridad de los Edificios Escolares de Primaria y Secundaria. Aceleramos la creación de las condiciones básicas de la formación profesional y la construcción de infraestructuras para la educación especial. En los centros de educación obligatoria se implementó el sistema de salarios complementados en función del rendimiento; en las universidades normales directamente subordinadas al Ministerio de Educación entró en vigor la educación gratuita para los estudiantes de pedagogía, y en las zonas rurales se fortaleció la formación del personal docente. La calidad y el nivel de la educación se elevaron de forma integral y la tasa bruta de matriculación en la enseñanza superior se incrementó hasta el 30%. El nivel educativo de la población se elevó en gran medida y entre los mayores de 15 años el periodo medio de educación sobrepasó los nueve años.

Impulso vigoroso de la innovación independiente. Durante los últimos cinco años, la hacienda central ha invertido un total de 872.900 millones de yuanes en ciencia y tecnología, cifra que supone un crecimiento medio anual superior al 18%. En toda la sociedad, la participación en el PIB de los gastos asignados a investigación y a experimentación y desarrollo se elevó del 1,4% del 2007 al 1,97% del 2012 y los gastos para actividades de investigación y desarrollo de las empresas superaron el 74% de los gastos asignados. Dimos a conocer propuestas sobre la profundización de la reforma del régimen científico y tecnológico y sobre el aceleramiento de la implantación del sistema estatal de innovación. Ejecutamos en profundidad sendos programas estatales de innovación tecnológica e intelectual, impulsamos con paso firme importantes proyectos científicos y tecnológicos estatales especiales y construimos varios centros estatales de ingeniería, laboratorios estatales prioritarios y centros técnicos empresariales de categoría estatal. Intensificamos las investigaciones en ciencias básicas y las exploraciones en ciencias y tecnologías de vanguardia y logramos adelantos sustanciales en algunas tecnologías claves y medulares, llenando lagunas en lo relativo a múltiples productos y equipos importantes.

Aplicación a fondo de la estrategia de fortalecimiento del país con la formación de recursos humanos excelentes. Poniendo el énfasis en las personas de alto nivel y gran habilidad, reforzamos la preparación de contingentes de personas cualificadas en distintas disciplinas, aumentando en 8,6 millones el número de profesionales y técnicos, y en 8,8 millones el de personal con elevada habilidad técnica, mientras que el de quienes regresaron al país después de haber cursado estudios en el exterior llegó a 540.000.

Intensificación enérgica de la construcción cultural. Se establecieron de modo preliminar las redes y el sistema de instalaciones culturales de interés público con cobertura urbana y rural y se materializó por completo el acceso gratuito a museos, bibliotecas y centros (o casas) de cultura. Concluyó en lo fundamental el cambio de régimen de las entidades culturales estatales con fines lucrativos para transformarlas en empresas y se profundizó sin cesar la reforma de los mecanismos internos de las entidades dedicadas a actividades culturales en beneficio público. La filosofía, las ciencias sociales, la prensa, la edición, la radiodifusión, el cine, la televisión, el arte y la literatura florecieron todavía más y la industria cultural se desarrolló con celeridad. Se consiguieron importantes progresos en la preservación de reliquias y en la protección, continuación y transmisión del patrimonio cultural inmaterial. Los intercambios culturales con el exterior se desarrollaron con mayor dinamismo. Se obtuvieron nuevos éxitos en las actividades del pueblo encaminadas a fortalecer la salud y en los deportes de competición.

5. Persistencia en poner los intereses del pueblo en primer plano para concentrar las energías en garantizar y mejorar sus condiciones de vida. Aplicamos una política de empleo activa, tomándolo como un asunto de primordial importancia para la garantización y la mejora de las condiciones de vida del pueblo. Potenciamos la labor relativa a la colocación de los grupos prioritarios, elevamos el nivel de la capacitación profesional y de los servicios de empleo y en estos cinco años invertimos en total 197.300 millones de yuanes como fondos especiales destinados a promover el empleo, colocando a 28 millones de graduados de los centros docentes superiores y a 8,3 millones de habitantes urbanos con dificultades para encontrar trabajo, todo lo cual contribuyó a mantener estable en términos generales la situación del empleo. Gracias al impulso integral de la construcción del sistema de seguridad social y al establecimiento del sistema del nuevo tipo de seguro social rural de vejez y el del seguro social de vejez para la población urbana, se completó la cobertura institucional total del seguro de vejez básico de los habitantes tanto urbanos como rurales, llegando a 790 millones el número de los afiliados a los diversos tipos de seguro. La pensión básica de vejez para los jubilados de las empresas, que en el 2004 era de 700 yuanes mensuales, ascendió hasta 1.721. Se resolvieron adecuadamente problemas como el del seguro social de los jubilados de las empresas cerradas o declaradas en quiebra, el de los empleados de las empresas con dificultades económicas, el de los trabajadores de empresas estatales accidentados antes del 2003 —año de la promulgación de los Procedimientos para la Aplicación Experimental del Seguro de Accidentes Laborales—, así como el de los jubilados de las empresas colectivas no incorporados al seguro de vejez. Se profundizó la reforma de los regímenes médico, farmacéutico y sanitario y se implantaron un nuevo sistema de asistencia médica cooperativa rural y un sistema de seguro médico básico para la población urbana, configurándose así preliminarmente un sistema de seguro médico básico que cubre a todo el pueblo, con lo que el número de personas incorporadas a los diversos seguros médicos superó los 1.300 millones; asimismo, se fortaleció la construcción del sistema de servicios médicos y sanitarios en los niveles de base de las zonas urbanas y rurales, se estableció y puso en práctica el sistema de medicamentos básicos en las instituciones médicas de base y se impulsó con paso seguro la reforma experimental de los hospitales públicos. El nivel de la salud de la población nacional se elevó aún más y la esperanza de vida llegó a 75 años. Se completaron varios sistemas de asistencia para las poblaciones urbana y rural, incluidos el de garantización del nivel de vida mínimo, el médico, el educacional y el jurídico, y se reformaron y mejoraron los sistemas relativos a la seguridad social para los huérfanos, al auxilio y la protección de los niños vagabundos y a la manutención de las familias campesinas beneficiarias de la garantía de alimentos, ropa, vivienda, asistencia médica y servicios funerarios. Se promulgó e implementó el nuevo Programa de Desarrollo de las Mujeres y los Niños de China al objeto de defender sus derechos e intereses legítimos con arreglo a la ley. En las ciudades y poblados se estableció y perfeccionó el sistema de viviendas de protección social, cuya cobertura se amplió gradualmente, alcanzando al cierre del 2012 el 12,5%. Se obtuvieron grandes éxitos históricos en la construcción del sistema de seguridad social. La gestión social se fortaleció e innovó de continuo, se estableció y perfeccionó el sistema de gestión de emergencias, se pusieron en juego las funciones de autogobierno y servicio de las comunidades urbanas y rurales y la sociedad se mantuvo armoniosa y estable.

6. Profundización de la reforma en áreas importantes para reforzar el vigor inherente al desarrollo económico y social. Impulsamos sin pérdida de tiempo la reforma y obtuvimos avances significativos en algunos campos importantes. Gracias al enérgico impulso dado a la reforma de los regímenes fiscal y tributario, reforma que incluyó el perfeccionamiento del sistema de pagos de transferencia y el establecimiento integral de un mecanismo garantizador de los recursos financieros básicos a nivel distrital, la capacidad de los gobiernos de base para prestar servicios públicos básicos aumentó en cierta medida; se configuró en lo fundamental el marco del sistema de presupuestación compuesto por el presupuesto de la hacienda pública, el de los fondos gubernamentales, el destinado a la gestión del capital estatal y el de los fondos de los seguros sociales, incorporando a la administración presupuestaria todos los fondos extrapresupuestarios; se unificaron los sistemas tributarios para las empresas de capital interior, mixto y exterior; se sustituyó el impuesto al valor agregado tipo producto por otro tipo consumo; se puso en práctica la reforma tarifaria y tributaria de los carburantes; se desplegó la recaudación experimental del impuesto al valor agregado en vez del impuesto a las transacciones, y se reformó el sistema del impuesto sobre los recursos naturales, de modo que se acentuó el papel de los regímenes fiscal y tributario como promotores de la aceleración del cambio de la modalidad de desarrollo económico. La profundización integral de la reforma del régimen financiero nos permitió materializar felizmente la reforma de los grandes bancos comerciales estatales de acuerdo con el sistema accionarial; llevar ordenadamente adelante la reforma de las instituciones financieras de políticas; obtener notorios resultados en la reforma de las cooperativas rurales de crédito; aplicar las nuevas normas de supervisión y control bancarios; poner en marcha de manera sucesiva operaciones relacionadas con la plataforma para empresas incipientes, los futuros sobre índices bursátiles, el comercio de margen y el préstamo de valores; impulsar a fondo la reforma y la apertura del sector seguros; perfeccionar constantemente el mecanismo de fijación de los tipos de cambio del yuan; propulsar con paso firme la reforma tendente a la mercadización de los tipos de interés y la convertibilidad del yuan en cuentas de capital; constituir el marco de una política macroprudencial, y ampliar el uso de dicha moneda en el comercio y la inversión transfronterizos. La capacidad de hacer frente a riesgos de nuestra banca y nuestros sectores bursátil y asegurador y su competitividad internacional aumentaron visiblemente, sentando así una sólida base para afrontar satisfactoriamente la embestida de la crisis financiera internacional. En cuanto a las empresas estatales, se profundizó ininterrumpidamente su reforma, su calidad se elevó y su competitividad se reforzó notablemente. Se elaboraron propuestas orientativas y medidas complementarias específicas encaminadas a alentar y orientar el sano desarrollo de las inversiones no públicas, lo que favoreció la mejora incesante del entorno de desarrollo de las economías de propiedad no pública. Se implantó el sistema de compensación ecológica y se llevaron a cabo transacciones experimentales de los derechos de emisiones contaminantes y de emisión de carbono. Se propulsó activamente la reforma de las instituciones públicas según su clasificación.

7. Ampliación firme e invariable de la apertura al exterior y elevación integral del nivel de la economía abierta. Afrontamos activamente los bruscos vaivenes del entorno exterior, adoptamos oportunamente políticas y medidas encaminadas a estabilizar la demanda externa y aplicamos la estrategia de diversificar el mercado, logrando que el valor global de las importaciones y exportaciones aumentara a una media anual del 12,2% y ascendiera del tercer al segundo puesto mundial, y que el volumen de las exportaciones se aupara al primero y su porcentaje en el mercado internacional se incrementara en algo más de dos puntos frente al año 2007, todo lo cual contribuyó a optimizar la estructura de las importaciones y exportaciones y a reforzar aún más nuestra posición como potencia comercial. En el pasado lustro, los fondos foráneos utilizados efectivamente totalizaron 552.800 millones de dólares, la estructura y la distribución de su utilización se optimizaron notablemente y su calidad y nivel se elevaron de forma ostensible. Aceleramos la aplicación de la estrategia de “salir al exterior” y estimulamos a las diversas modalidades de empresas a invertir fuera y a llevar a cabo actividades transnacionales, con lo que no sólo conseguimos que las inversiones directas en el exterior dedicadas a actividades no financieras —cifradas en el 2007 en 24.800 millones de dólares— ascendieran en el 2012 a 77.200 millones, siendo su crecimiento medio de un 25,5% anual, sino que logramos que nuestro país se situara entre las grandes potencias en inversiones en el exterior. La apertura al exterior promovió vigorosamente el desarrollo de nuestra economía y la optimización de su estructura, sirvió para asimilar tecnologías y experiencias administrativas avanzadas, aumentó el empleo y los ingresos de los trabajadores y, además, hizo importantes contribuciones a la recuperación de la economía mundial.

8. Intensificación efectiva de la autoconstrucción del Gobierno y mayor profundización de la reforma del régimen administrativo. Impulsamos la reforma de los organismos gubernamentales e implantamos el marco preliminar de un régimen de megadepartamentos con unidad de funciones. Siempre hemos considerado como normas básicas de la labor gubernamental la toma científica y democrática de decisiones, la persistencia en ejercer la administración conforme a la ley, el fomento de la información pública de los asuntos gubernamentales, el perfeccionamiento del sistema de supervisión y el fortalecimiento de la moralización administrativa. En cuanto a la reglamentación del funcionamiento del poder administrativo y la construcción de un gobierno de servicio, responsable, regido por la ley y limpio, adoptamos una serie de nuevas medidas y dimos nuevos pasos. En lo referente al procedimiento de la toma de decisiones por parte del Gobierno, mantuvimos con firmeza su carácter científico, democrático y legal y perfeccionamos, entre otros aspectos, la participación del público, la fundamentación a cargo de expertos, la evaluación de los riesgos, la verificación de la legitimidad y la toma de decisiones a través de deliberaciones colectivas. Profundizamos la reforma del sistema de examen y aprobación administrativos, lo que hizo posible suprimir o reajustar en cinco años y dos rondas 498 tipos de asuntos sujetos a dichos trámites, así como 2.497 tipos de asuntos establecidos por los diversos departamentos del Consejo de Estado, cuya suma supone un 69,3% de los antes existentes. Promovimos con energía la información pública sobre los asuntos gubernamentales, poniendo énfasis en la información sobre los presupuestos y balances finales fiscales, y los gastos derivados de las recepciones oficiales, la adquisición y uso de automóviles de servicio y las giras oficiales por el extranjero o fuera de la parte continental, para que las masas populares conocieran más detalladamente la labor del Gobierno y pudieran supervisar su actuación con mayor eficacia. La supervisión mediante auditorías se intensificó cada vez más y obtuvimos logros cada vez más notorios. Fortalecimos en todos los sentidos la lucha contra la corrupción y por la moralización administrativa y reforzamos la supervisión y el control de los cuadros dirigentes sobre su autodisciplina en la integridad moral. En un esfuerzo por elevar la eficiencia administrativa, exploramos y establecimos un sistema de administración de los resultados del desempeño de los gobiernos e implantamos y aplicamos efectivamente el sistema de exigencia de responsabilidades administrativas, haciendo hincapié en las de los jefes ejecutivos.

 

Estimados diputados: en los últimos cinco años, pusimos en práctica la Ley de Autonomía Étnica Territorial, perfeccionamos en mayor medida el sistema de políticas de apoyo al desarrollo de las minorías étnicas y las zonas donde viven, y la causa de la cohesión y el progreso de las diversas etnias irradió una renovada y vigorosa vitalidad.

Implementamos por completo la política de libertad de creencia religiosa y elevamos aún más el nivel de la legislación y reglamentación de la administración de los asuntos religiosos.

Llevamos a la práctica concienzudamente la política relativa a los asuntos de los chinos residentes en el extranjero, protegimos conforme a la ley los derechos e intereses legales de nuestros compatriotas de ultramar, de los repatriados y de los familiares de unos y otros y aprovechamos en mayor medida las ventajas propias de los recursos relativos a tales asuntos.

Se abrieron nuevas perspectivas en la construcción de la defensa nacional y del Ejército. Se cosecharon importantes éxitos en los cambios militares con peculiaridades chinas. El Ejército impulsó de modo coordinado y fortaleció en todos los sentidos su revolucionarización, modernización y regularización; profundizó sin cesar los preparativos para la lucha militar; aumentó notoriamente su capacidad de cumplir su misión histórica en el nuevo siglo y en la nueva etapa, y realizó de manera excelente una serie de tareas apremiantes, difíciles, peligrosas y pesadas.

Fortalecimos todavía más el trabajo relacionado con Hong Kong, Macao y Taiwan. Hong Kong y Macao mantuvieron su prosperidad y estabilidad, y sus intercambios y cooperación con la parte continental se elevaron a un nuevo nivel. Se impulsaron importantes virajes en las relaciones entre las dos orillas del estrecho de Taiwan, se logró por completo establecer lazos directos y recíprocos entre ellas en materia de transporte, comercio y servicios postales y se subscribió y puso en práctica el Acuerdo Marco de Cooperación Económica [ECFA, sigla en inglés], creándose así una configuración de intercambios omnidireccionales entre ambos lados del estrecho y una nueva situación de desarrollo pacífico de las relaciones interribereñas.

Hicimos nuevos progresos sustanciales en la diplomacia omnidireccional. Impulsamos activamente las relaciones con las potencias, reforzamos las relaciones de cooperación mutuamente beneficiosas con los países circundantes, culminamos sin contratiempos el establecimiento de la zona de libre comercio China-ANSEA, promovimos el desarrollo de los mecanismos de cooperación regional —entre ellos el de la Organización de Cooperación de Shanghai—, profundizamos nuestra tradicional amistad y cooperación con los numerosos países en vías de desarrollo, participamos activamente en la cooperación internacional para afrontar la crisis financiera, el cambio climático y otros problemas globales e impulsamos la resolución de problemas internacionales y regionales candentes, todo lo cual creó un ambiente internacional favorable a la reforma, el desarrollo y la estabilidad de nuestro país y supuso una importante contribución a la paz, la estabilidad, el desarrollo y la prosperidad mundiales.

 

Estimados diputados: los éxitos logrados en el pasado quinquenio, nada fáciles de cosechar, son el resultado del dominio completo de la situación en su conjunto y de la acertada dirección ejercidos por el Comité Central del Partido, de la unión de voluntades y fuerzas y de la lucha tenaz de todo el Partido y todas las etnias que conforman nuestro pueblo. En nombre del Consejo de Estado, quisiera decir: ¡gracias de todo corazón a los obreros, campesinos, intelectuales, cuadros, mandos y combatientes del Ejército Popular de Liberación, oficiales y soldados de la Policía Armada y policías civiles de la seguridad pública de todo el país! ¡Gracias de todo corazón a todas las etnias de nuestro pueblo, a los partidos democráticos, a las organizaciones populares y a las personalidades de otros círculos sociales del país! ¡Gracias de todo corazón a los compatriotas de las Regiones Administrativas Especiales de Hong Kong y Macao, a los compatriotas de Taiwan y a los numerosos chinos residentes en el extranjero! ¡Gracias de todo corazón a los Gobiernos de los diversos países, a las organizaciones internacionales y a los amigos de las distintas naciones que se interesan por la modernización de China y que le brindan su apoyo!

Somos conscientes de que en nuestro desarrollo económico y social subsisten no pocas contradicciones y problemas. Los principales son los siguientes: la persistencia de problemas relevantes, como el desequilibrio, la descoordinación y la insostenibilidad del desarrollo; un cierto agravamiento del desequilibrio entre la presión bajista sobre el crecimiento económico y el exceso relativo de la capacidad productiva; la coexistencia del problema de la subida de los costes de producción y gestión de las empresas con el de su insuficiente capacidad de innovación; la destacada manifestación del desequilibrio entre la desaceleración del incremento de los ingresos fiscales y el crecimiento de los gastos gubernamentales inmodificables; la existencia de riesgos latentes en el ámbito financiero; la falta de racionalización de la estructura sectorial y la debilidad subsistente de la base agrícola; la agudización creciente del desequilibrio entre el desarrollo económico y los recursos y el medio ambiente; las disparidades notables entre el desarrollo de la ciudad y el del campo y en el desenvolvimiento interregional, así como la disparidad existente en la distribución de ingresos entre la población; el incremento obvio de las contradicciones sociales, el elevado número de problemas relativos a los intereses vitales de las masas —entre ellos los vinculados con la educación, el empleo, la seguridad social, la asistencia médica, la vivienda, el entorno ecológico, la seguridad de los productos alimenticios y farmacéuticos, la seguridad en la producción y el orden público— y las dificultades en la vida de una parte de las masas; los obstáculos bastante numerosos derivados de regímenes y mecanismos, lo que afecta al desarrollo de carácter científico; y el cambio incompleto de las funciones gubernamentales y la fácil y elevada incidencia de la corrupción en ciertos terrenos. Algunos de estos problemas son el resultado de su prolongada acumulación; otros han surgido del proceso del desarrollo económico y social, y otros tienen como causa los defectos y deficiencias que se han deslizado en el trabajo del Gobierno. Con un alto sentido de la responsabilidad ante el Estado y el pueblo, redoblaremos nuestros esfuerzos por cumplir como es debido nuestras tareas y agilizaremos la solución de tales problemas, sin defraudar en absoluto las esperanzas que el pueblo tiene depositadas en nosotros.

 

II. Exigencias generales, objetivos principales

y políticas macroeconómicas para

el desarrollo económico y social de este año

 

El XVIII Congreso Nacional del Partido, resumiendo de modo científico la labor realizada en el pasado lustro, así como la trayectoria de lucha y los éxitos históricos obtenidos desde su XVI Congreso, estableció la meta de consumar la construcción integral de una sociedad modestamente acomodada y de profundizar en todos los aspectos la reforma y la apertura y llevó a cabo preparativos de todo tipo dirigidos a dar un mayor empuje a la causa del socialismo con peculiaridades chinas.

El 2013 es el año que marca el inicio de la implementación integral del espíritu del XVIII Congreso Nacional del Partido, un año crucial para la prosecución del XII Plan Quinquenal y un importante año para el asentamiento de los sólidos cimientos necesarios para culminar la edificación integral de una sociedad modestamente acomodada. Nuestro desarrollo sigue hallándose en un importante periodo coyuntural estratégico que nos ofrece oportunidades para acometer grandes empresas y nuestro desarrollo económico y social cuenta con múltiples condiciones favorables y factores positivos, pero también nos enfrentamos con muchos riesgos y desafíos. Las repercusiones subyacentes de la crisis financiera internacional se manifiestan constantemente y la recuperación de la economía mundial está colmada de inestabilidad e incertidumbre. Debemos no sólo ver los aspectos positivos de la situación y fortalecer nuestra confianza, sino también tener en cuenta su complejidad e incrementar tanto nuestra concienciación sobre las posibles adversidades como nuestro sentido de la perentoriedad, para poder así llevar a buen término nuestra labor con mayor celo, prudencia y solidez.

Las exigencias generales para los trabajos del año en curso son las siguientes. En el estudio a fondo y la aplicación cabal del espíritu del XVIII Congreso Nacional del Partido, en el mantenimiento en alto de la gran bandera del socialismo con peculiaridades chinas y en la consideración de la teoría de Deng Xiaoping, el importante pensamiento de la triple representatividad y la concepción científica del desarrollo como guías, tenemos que ceñirnos estrechamente al desarrollo de carácter científico como tema principal y a la aceleración del cambio de modalidad del desenvolvimiento económico como línea principal, tomar la mejora de la calidad y la rentabilidad del crecimiento económico como tarea central, profundizar la reforma y la apertura, implementar la estrategia de impulso mediante la innovación y esforzarnos por avanzar sobre la base de la estabilidad, proceder con ánimo emprendedor e innovador y dar sólidos pasos iniciales, con objeto de llevar adelante integralmente la construcción socialista de la economía, la política, la cultura, la sociedad y la civilización ecológica, alcanzando así un desarrollo económico sostenido y sano y la armonía y la estabilidad sociales.

Los principales objetivos fijados para el desarrollo económico y social de este año son los siguientes: aumentar el PIB en alrededor de un 7,5% y reforzar en mayor grado la coordinación del desarrollo; controlar el alza de los precios al consumidor en torno al 3,5%; crear más de nueve millones de puestos de trabajo en ciudades y poblados y mantener la tasa del desempleo urbano registrado por debajo del 4,6%; simultanear el crecimiento real de los ingresos per cápita de la población urbana y rural con el crecimiento económico y acompasar el incremento de las remuneraciones laborales con el de la productividad del trabajo, y mejorar aún más la situación de la balanza de pagos. Quisiera detenerme aquí con especial hincapié en los índices del crecimiento económico y el índice general de precios.

La meta del crecimiento económico. El crecimiento económico es un índice global al que los distintos sectores sociales prestan mucha atención. Al fijar la meta para el crecimiento económico de este año en alrededor del 7,5%, hemos tomado principalmente en consideración dos aspectos. Por un lado, la necesidad de seguir aprovechando la coyuntura actual y promoviendo el desarrollo. A lo largo de estos años, nuestra industria manufacturera acumuló una capacidad productiva relativamente alta, las condiciones infraestructurales mejoraron mucho y su capacidad de apoyar el desarrollo económico aumentó notablemente, la tasa de ahorro fue relativamente elevada y el volumen de la mano de obra siguió siendo muy grande. Es imperativo optimizar la distribución y utilización de los elementos de producción y mantener un crecimiento económico racional, a fin de crear las condiciones necesarias para que el empleo aumente y la vida del pueblo mejore, y un ambiente estable para cambiar la modalidad del desarrollo de la economía y reajustar su estructura; asimismo, es necesario armonizar el crecimiento económico con la tasa de crecimiento latente y adecuarlo a la capacidad de suministrar elementos de producción y a la capacidad de aguante de los recursos y el medio ambiente. Por otro lado, tenemos que actuar efectivamente de acuerdo con lo exigido por la concepción científica del desarrollo, orientando a los diversos sectores para que sitúen el centro de gravedad de su trabajo en el cambio de modalidad del desarrollo de la economía y en su reestructuración, así como en la mejora de la calidad y la rentabilidad del crecimiento económico, con el fin de promover un desarrollo económico sostenido y sano. Sobre la base de estas ponderaciones generales, consideramos que fijarnos como objetivo un crecimiento económico de alrededor del 7,5% es necesario y apropiado y que el cumplimiento de esta meta requerirá arduos esfuerzos.

El nivel general de los precios. El mantenimiento fundamentalmente estable del nivel general de los precios constituye siempre un importante objetivo del macrocontrol. El año pasado, el alza de los precios al consumidor bajó hasta el 2,6%, lo que además de constituir un logro significativo en nuestro control de la inflación está relacionado con la tendencia general del funcionamiento de nuestra economía. Este año, la presión inflacionaria sigue siendo considerable, situación que obedece principalmente a lo siguiente. Dentro de nuestro país existe una presión alcista que actúa tanto sobre los precios del suelo, la mano de obra y otros elementos como sobre los precios de los productos agrícolas y los servicios; dado que los principales países desarrollados aplican una política monetaria laxa y no dejan de intensificarla, la presión de la inflación importada no es en absoluto desdeñable; es necesario reservar cierto espacio para la racionalización de los precios de la energía y los recursos, y el impacto remanente del alza experimentada por los precios el año pasado se traducirá en más o menos un punto porcentual. En vista de todo ello, el mantener controlada el alza de los precios al consumidor en torno al 3,5% ha sido una opción tomada tras haber considerado plenamente los diversos factores. Hay que garantizar de manera efectiva el abastecimiento de mercancías importantes, agilizar la circulación, reducir los costes logísticos y fortalecer la supervisión y administración de los precios del mercado, con miras a mantener el nivel general de los precios básicamente estable.

Para alcanzar estas metas, hemos de seguir implementando una política fiscal activa y una política monetaria prudente, preservar la continuidad y la estabilidad de ambas, así como reforzar su prospectividad, especificidad y flexibilidad.

La prosecución de la política fiscal activa. Hay que desplegar mejor el papel de la política fiscal activa en la estabilización del crecimiento, en el reajuste estructural, en el impulso de la reforma y en las actuaciones en beneficio del pueblo. En primer lugar, hay que aumentar de manera apropiada el volumen del déficit fiscal y la deuda pública. Se planea programar que el déficit fiscal de este año sea de 1,2 billones de yuanes, 400.000 millones más que el previsto en los presupuestos del año pasado. De la primera cantidad, 850.000 millones corresponden al déficit de la hacienda central y 350.000 millones a los bonos territoriales que ésta emitirá. Este plan obedece principalmente a la consideración de que durante el año en curso los ingresos fiscales no podrán aumentar rápidamente debido al efecto retardado de la reducción tributaria estructural; pero dada la necesidad de aumentar los gastos fiscales inmodificables, en especial los destinados a garantizar y mejorar las condiciones de vida del pueblo, es preciso incrementar adecuadamente el déficit fiscal y la deuda pública para poder seguir apoyando el crecimiento económico y el reajuste estructural. Por otra parte, la actual tasa de endeudamiento de nuestro país es relativamente baja y la del déficit, incluyendo lo que aumentará este año, será aproximadamente de un 2%, manteniéndose en términos generales en un nivel seguro. En segundo lugar, hay que perfeccionar la política de reducción tributaria estructural a tenor de la reforma del sistema tributario. El énfasis debe recaer en impulsar con celeridad la sustitución experimental de la recaudación del impuesto a las transacciones por la del impuesto al valor agregado, en mejorar los métodos correspondientes y en ampliar oportunamente la cobertura del ensayo a más zonas y ramas. En tercer lugar, hay que redoblar los esfuerzos por optimizar la estructura de los gastos fiscales. Debemos seguir priorizando los eslabones débiles y los ámbitos relacionados con la vida del pueblo, entre ellos, la educación, los servicios médicos y sanitarios y la seguridad social, someter los gastos ordinarios ¾incluidos los administrativos¾ a un control estricto y manejar con laboriosidad y economía todo lo que emprendamos. Las inversiones englobadas en el presupuesto central se destinarán principalmente al programa de viviendas de protección social; a la agricultura, las obras hidráulicas, el alcantarillado urbano y otras infraestructuras; a los servicios de interés social y demás programas relacionados con la vida del pueblo, y a terrenos como el ahorro energético, la reducción de emisiones y la protección del entorno ecológico. Y, en cuarto lugar, hay que continuar fortaleciendo la administración de la deuda de los gobiernos territoriales. Es preciso tratar adecuadamente su amortización y la financiación continuada de los proyectos en construcción, promover activamente la implantación de un sistema para la administración de dicha deuda y mantenerla controlada en un nivel racional.

La prosecución de la política monetaria prudente. Se impone mantener apropiadamente el equilibrio entre la promoción del crecimiento económico, la estabilización de los precios y la prevención de los riesgos financieros. Ante todo, hay que completar el marco de la política macroprudencial y hacer valer el papel regulador del ciclo de inversión de la política monetaria. Se propone como objetivo que el incremento de la provisión de dinero en sentido amplio (M2) sea de alrededor del 13%. Hemos de emplear de modo integral varios instrumentos de la política monetaria con miras a regular la liquidez del mercado, mantener un aumento racional del suministro monetario y crediticio y ampliar adecuadamente la magnitud de la financiación por parte de la sociedad. Perfeccionaremos el mecanismo de transmisión de la política monetaria, fortaleceremos la coordinación de la supervisión y el control financieros con la política monetaria y optimizaremos constantemente las normas y formas de supervisión y control. En segundo lugar, hay que promover la optimización de la distribución de los recursos financieros. Guiaremos las instituciones financieras hacia una mayor intensificación del apoyo financiero a la reestructuración económica, en especial a la agricultura, el campo y el campesinado, a las pequeñas empresas y las microempresas, a las industrias emergentes estratégicas, etc., para satisfacer la necesidad de fondos de los proyectos estatales prioritarios en construcción o por continuar. Ampliaremos los cauces de financiación de la economía real y reduciremos sus costes. Promoveremos el desenvolvimiento estable y sano del mercado de capitales. Y, por último, hay que garantizar el cumplimiento de la exigencia mínima de evitar la aparición de riesgos financieros sistémicos y regionales. Hemos de orientar a las instituciones financieras en la gestión segura y fortalecer la supervisión y el control tanto de los riesgos parciales y regionales como de los riesgos de las operaciones fuera de balance realizadas por estas instituciones, con el propósito de elevar la sostenibilidad del apoyo financiero al desarrollo económico.

 

III. Propuestas sobre LOS TRABAJOS

del gobierno EN EL presente año

 

Teniendo en cuenta los conocimientos adquiridos en la labor llevada a cabo en el pasado decenio, especialmente en los últimos cinco años, a continuación voy a presentar las siguientes propuestas sobre los principales trabajos que el Gobierno realizará en éste.

1. Acelerar el cambio de modalidad del desarrollo económico y promover el desarrollo sostenido y sano de la economía. Dado que todos los éxitos conseguidos en la modernización socialista de nuestro país se han basado en un desarrollo sostenido y sano de la economía, si ésta no se desarrollara, no podríamos hacer nada. Nuestra situación básica de prolongada permanencia en la etapa primaria del socialismo no ha cambiado, como tampoco lo han hecho ni la contradicción principal de nuestra sociedad —la existente entre las crecientes necesidades materiales y culturales del pueblo y la atrasada producción de la sociedad— ni nuestro estatus internacional como mayor país en vías de desarrollo, por todo lo cual el desenvolvimiento sigue siendo la clave para resolver nuestros problemas. Tenemos que perseverar en asumir la construcción económica como tarea central, concentrarnos en la construcción y entregarnos en cuerpo y alma al desarrollo. Siempre que aprovechemos con firmeza este importante periodo estratégico de oportunidades para nuestro avance, respetemos las leyes objetivas del desarrollo, innovemos nuestros conceptos al respecto, superemos las dificultades surgidas en su curso, aceleremos el cambio de modalidad del desarrollo económico y promovamos el cambio en el curso del desarrollo y, al mismo tiempo, trabajemos por el desarrollo en el curso del cambio, lograremos que nuestra economía se desarrolle sostenida y sanamente.

Hemos de asumir con toda firmeza la ampliación de la demanda interna como directriz estratégica a largo plazo del desarrollo económico y hacer valer plenamente la función básica del consumo y el papel clave de la inversión. En lo referente a la ampliación de la demanda interna, tanto sus puntos difíciles y prioritarios como su potencial residen en el consumo. Para ampliar el consumo de la población, hemos de esforzarnos por acrecentar la capacidad de los consumidores, estabilizar sus expectativas al respecto, aumentar su deseo de consumir y mejorar el entorno del consumo, a fin de incrementar constantemente el impulso que el consumo da al crecimiento económico. En la presente etapa, no se puede subestimar el papel desempeñado por la inversión en la promoción del crecimiento económico. Nuestro país tiene tanto la capacidad para invertir como la necesidad de hacerlo, estando la clave en elegir certeramente su rumbo, optimizar su estructura y mejorar su calidad y rentabilidad. Las inversiones gubernamentales desempeñan una función orientadora de las sociales sumamente importante, pero como su porcentaje dentro de las inversiones del conjunto de la sociedad se reduce cada vez más, es imperativo estimular el vigor de las inversiones no públicas mediante una mayor flexibilización de su acceso al mercado inversor.

Es preciso impulsar enérgicamente el cambio de modalidad del desarrollo económico y acelerar la reestructuración sectorial. Ya que el desarrollo de las fuerzas productivas de nuestro país tiene múltiples niveles y un gran margen de maniobra, todas las industrias, sean tradicionales o emergentes, intensivas en mano de obra o en fondos, poseen sus propios espacios de desarrollo, pero lo importante es optimizar la distribución de los recursos y las ramas industriales, resolver los problemas del exceso de capacidad productiva, de la carencia de tecnologías esenciales y del bajo valor agregado de los productos, así como los problemas relacionados con la duplicación de construcciones de ínfimo nivel y con la tendencia de la estructura sectorial de las diversas regiones a la afinidad. Para mejorar la calidad de los productos y su competitividad en el mercado, hay que transformar y actualizar con celeridad las industrias tradicionales y dedicar grandes esfuerzos al desarrollo de las de altas y nuevas tecnologías. Es imperativo fortalecer la orientación política y estimular a las empresas a llevar a cabo fusiones o reorganizaciones transectoriales, transregionales y entre distintas formas de propiedad, a fin de fomentar entre ellas la práctica selectiva aprovechando el mecanismo de obligación retroactiva del mercado. Se impulsará el desarrollo sano de las industrias emergentes estratégicas, tomando como puntos prioritarios la utilización de sus productos en el mercado doméstico y la conquista de importantes tecnologías claves. Hay que propulsar la integración de la informatización con la industrialización, acelerar la construcción de infraestructuras informáticas de nueva generación y promover una amplia aplicación de las tecnologías de las redes informáticas. Hemos de persistir en atribuir igual importancia a los servicios productivos y a los prestados a la vida cotidiana y en simultanear los servicios modernos con los tradicionales, para desarrollar y robustecer aún más el sector servicios.

Hay que adaptarse a las expectativas de las masas populares acerca del disfrute de un buen entorno de vida e intensificar enérgicamente el fomento de la civilización ecológica y la protección medioambiental. El ambiente ecológico concierne al bienestar del pueblo y al futuro de las generaciones venideras y de nuestra nación. Es necesario mantener con firmeza la política estatal básica de ahorro de recursos y protección medioambiental e impulsar con énfasis el desarrollo verde, circular y bajo en carbono. Se ha de promover con fuerza el uso económico y el reciclaje de la energía y los recursos; poner énfasis en el ahorro de energía en sectores como la industria, el transporte, la construcción y los organismos públicos; controlar el volumen del consumo energético, y reducir el insumo de energía y materiales, así como disminuir el volumen de las emisiones de dióxido de carbono. Tenemos que acelerar el reajuste de la estructura y la distribución económicas; perfeccionar sin demora los regímenes de normas, sistemas y reglamentos; tomar medidas efectivas para prevenir y tratar la contaminación; promover el cambio de la modalidad de producción y de los modos de vida; tomar la decisión de resolver adecuadamente los destacados problemas de contaminación medioambiental relacionados con la atmósfera, el agua y el suelo, problemas que afectan a los intereses vitales de las masas; mejorar la calidad del medio ambiente, y proteger la salud del pueblo, de modo que nuestras acciones prácticas y sus resultados le infundan esperanza. Hay que llevar a buen término la labor relacionada con la meteorología, la geología, la sismología y otros campos, a fin de mejorar la capacidad de prevenir y reducir los desastres. Es preciso optimizar la configuración de la explotación del espacio territorial, controlar de manera racional su intensidad y reajustar la estructuración del mismo. Es necesario reforzar la gestión integral del mar, desarrollar la economía marítima, aumentar la capacidad de explotación de los recursos marinos, proteger el entorno ecológico del mar y salvaguardar los derechos e intereses marítimos del Estado.

Es necesario seguir ejecutando a fondo la estrategia general de desarrollo regional para impulsar el desarrollo coordinado de las economías regionales. Hay que poner plenamente en juego las ventajas comparativas de las diversas regiones; planificar con una visión de conjunto y orientarlas según su clasificación; impulsar con prioridad la explotación del Oeste a gran escala; revigorizar en todos los sentidos el Nordeste y otros viejos centros industriales; promover a base de ingentes esfuerzos el despegue de las regiones centrales; apoyar dinámicamente a las orientales para que lideren el desarrollo; redoblar el respaldo a las antiguas bases revolucionarias, las áreas de minorías étnicas, las zonas fronterizas y las regiones pobres, y propulsar en profundidad la batalla decisiva en la ayuda contra la pobreza concentrada en las áreas colindantes con dificultades especiales.

2. Reforzar las bases del desarrollo de la agricultura y el campo y promover la integración del desarrollo urbano y el rural. Estos últimos años constituyen el periodo en el que la agricultura de nuestro país se ha desarrollado más, la fisonomía del campo se ha transformado más y los beneficios reales obtenidos por el campesinado han sido mayores. Hoy en día, el desenvolvimiento de la agricultura y el campo se encuentra en una nueva etapa en la que se manifiesta una tendencia caracterizada por la subida de los costes integrales de la producción agrícola, el marcado desequilibro estructural entre la oferta y la demanda de productos agrícolas, el profundo cambio de la estructura social en las zonas rurales y la integración acelerada del desarrollo urbano y el rural; al mismo tiempo, los puntos prioritarios y difíciles de la culminación de la edificación integral de una sociedad modestamente acomodada siguen estando en el campo. Tenemos que persistir en considerar la resolución adecuada de los problemas relativos a la agricultura, el campo y el campesinado como la mayor prioridad de todos nuestros trabajos, siendo esta consideración una síntesis científica de las experiencias históricas válida no sólo para el presente sino para el futuro, ya que se trata de un pensamiento rector a largo plazo. El sistema de las tierras rurales repercute tanto en la estabilidad fundamental del campo como en el desarrollo de China a largo plazo, siendo su esencia la garantización de los derechos e intereses relativos a los bienes de los campesinos y teniendo como límite de alarma el mantenimiento estricto de una superficie de tierras de cultivo no inferior a los 120 millones de hectáreas. Hay que persistir en la gestión por contrato familiar como base, apoyar el desarrollo de nuevas organizaciones cooperativas campesinas de diversas modalidades y el de organizaciones de servicios agrícolas socializados de distintos niveles, de modo que se implante gradualmente un nuevo tipo de sistema de gestión agrícola que integre la explotación intensiva, la especialización, la organización y la socialización, y prestar siempre atención a la protección de los derechos sobre bienes conferidos por la ley a los campesinos para poner en juego su entusiasmo. Sin descuidar en absoluto la producción cerealera, desarrollaremos tierras cultivables básicas de elevado estándar, divulgaremos tecnologías avanzadas e incrementaremos la capacidad productiva integral de la agricultura, con el objetivo de garantizar el abastecimiento efectivo de cereales y otros productos agrícolas importantes. Tenemos que seguir aumentando la inversión en la agricultura, el campo y el campesinado, reforzar la construcción de infraestructuras rurales y del sistema de servicios públicos básicos y promover la integración del desarrollo urbano y el rural, configurando de esta manera una nueva relación entre la industria y la agricultura y entre las zonas urbanas y las rurales, relación esta caracterizada por el impulso de la agricultura con el apoyo de la industria, el desarrollo de las zonas rurales con la ayuda de las urbanas, la reciprocidad de beneficios entre la industria y la agricultura, y la integración urbano-rural. Hemos de adoptar medidas eficaces tendentes a estabilizar el contingente de gestores de la producción agrícola y preparar activamente a nuevos campesinos.

La urbanización, tarea histórica en la modernización de nuestro país, se complementa con la modernización agrícola. Hemos de adherirnos a las leyes objetivas de la urbanización para impulsar su sano desarrollo activa y prudentemente. Persistiremos en actuar de acuerdo con una planificación científica, una distribución racional, una visión urbano-rural de conjunto, una utilización del suelo economizadora, la adaptación a las circunstancias de cada lugar y la mejora de la calidad. En el caso de las grandes ciudades y las metrópolis, hay que controlar racionalmente sus dimensiones y desplegar plenamente su papel irradiador y conductor, mientras que en el de las ciudades pequeñas y medianas y los pequeños centros urbanos, hay que potenciar las funciones que desempeñan en el desarrollo industrial, los servicios públicos, la absorción laboral y la concentración de la población. Se promoverá con celeridad la reforma del sistema de empadronamiento, del régimen de gestión social y de los sistemas pertinentes, se propulsará de manera ordenada la incorporación a la ciudad de las personas desplazadas de la agricultura y la cobertura de los servicios públicos urbanos básicos irá extendiéndose gradualmente hasta incluir a toda la población permanente, consiguiendo establecer de esta manera un entorno institucional equitativo en el que la gente pueda desplazarse con libertad, vivir tranquilamente y trabajar con satisfacción. En la construcción de las aldeas debe prestarse atención a la preservación de la fisonomía rural y la creación de un ambiente habitable, para que la interacción entre la urbanización y la construcción del nuevo agro sea positiva.

3. Elevar en todos los aspectos el nivel de la vida material y cultural del pueblo priorizando la garantización y la mejora de sus condiciones de vida. Una de las importantes conclusiones inspiradoras que sacamos cuando en el 2003 combatimos la súbita epidemia de neumonía atípica fue la necesidad de coordinar el desarrollo económico y el social. Durante estos años, al tiempo que desarrollábamos la economía, concedimos mayor importancia a la garantización y la mejora de las condiciones de vida del pueblo y al desenvolvimiento de los servicios de interés social, tanto es así que la intensidad de la labor del Gobierno y el importe de las inversiones fiscales alcanzaron una magnitud sin precedentes. Gracias a estos incansables esfuerzos, la coordinación del desarrollo económico y social del país se fortaleció notablemente. Las contradicciones de la sociedad aumentan de forma evidente debido a los profundos cambios que se están operando en su estructura, su forma de organización y la configuración de sus intereses. Por lo tanto, debemos considerar la garantización y la mejora de las condiciones de vida del pueblo como el punto de partida y de llegada de todas las actuaciones gubernamentales y situar ambas en un lugar más destacado, haciendo énfasis en el fortalecimiento de la construcción social.

Hay que ampliar el empleo por todos los medios. Al persistir en la aplicación de la estrategia priorizadora del empleo y de una política de colocación más activa, es necesario aumentar los puestos de trabajo mediante la estabilización del crecimiento de la economía y el reajuste de su estructura, reforzar la capacitación profesional técnica, mejorar la capacidad de los trabajadores para encontrar empleo y desplegar actividades emprendedoras, incrementar las inversiones y el apoyo político, perfeccionar el sistema de servicios de empleo, estimular el fomento de éste por medio de dichas actividades y llevar a cabo como es debido la colocación de los grupos prioritarios, con el propósito de impulsar el crecimiento continuo y estable de los ingresos de los habitantes urbanos y rurales.

Hay que perfeccionar el sistema de seguridad social. Es preciso mantener con firmeza la directriz de cobertura total, garantización básica, multiplicidad de niveles y sostenibilidad para ampliar sin cesar la cobertura de la seguridad social y elevar su coordinación y su nivel de garantización; también es menester potenciar el perfeccionamiento y la conexión de los diversos sistemas, con el objeto de aumentar su equidad, adaptarlos a los desplazamientos poblacionales y garantizar su sostenibilidad. Este año volveremos a elevar en un 10% la pensión de vejez básica de los jubilados de las empresas y a los ciudadanos urbanos y rurales les aumentaremos en mayor medida tanto la cuantía normativa de los subsidios a la garantización del nivel de vida mínimo como la de las subvenciones percibidas por las personas objeto de un trato preferencial y de ayudas por parte del Estado. Además, intensificaremos el apoyo al establecimiento del sistema de servicios sociales para la vejez y a la construcción de centros de bienestar infantil.

Hay que profundizar la reforma y el desarrollo de los servicios médicos, farmacéuticos y sanitarios. Consolidaremos y completaremos el sistema de medicamentos básicos y el nuevo mecanismo de funcionamiento de los centros médico-sanitarios de los niveles de base, aceleraremos la reforma de los hospitales públicos y estimularemos el establecimiento y gestión de centros médicos por parte de las fuerzas sociales. Se debe apoyar el desarrollo de la medicina y la farmacología tradicionales chinas y las de las minorías étnicas. Se completará el sistema de seguro médico para todo el pueblo, se crearán mecanismos de garantización y asistencia para pacientes con enfermedades graves y excepcionalmente graves y se llevará a cabo integralmente la garantización experimental del tratamiento de la leucemia infantil y otras 19 enfermedades graves. Este año, la cuantía normativa de los subsidios fiscales al nuevo tipo de asistencia médica cooperativa rural y al seguro médico básico para la población urbana aumentará de 240 a 280 yuanes anuales per cápita, y el estándar del gasto per cápita para los servicios sanitarios públicos básicos ascenderá de 25 a 30 yuanes.

Es preciso perfeccionar gradualmente la política demográfica. Hemos de persistir en la planificación familiar como política estatal básica, adaptarnos a la tendencia al cambio que muestran el volumen y la estructura de nuestra población y resolver de forma coordinada problemas demográficos como la cantidad, la calidad, la estructura y la distribución, a fin de promover un desarrollo demográfico a largo plazo equilibrado. Hay que atribuir importancia al fomento de los servicios para la tercera edad, garantizar de manera efectiva los derechos e intereses de las mujeres y los menores, así como prestar atención y apoyo a las actividades relativas a las personas con discapacidades.

Se ha de fortalecer e innovar la gestión social. Mejoraremos el modo de prestar servicios públicos por parte de los gobiernos, fortaleceremos la construcción del sistema de gestión y servicio sociales en los niveles de base, perfeccionaremos el sistema de autogobierno de los aldeanos y de los residentes urbanos y garantizaremos a las masas populares el ejercicio directo y conforme a la ley de sus derechos democráticos, así como la administración de los asuntos públicos y las obras de beneficio público a nivel de base. Reformaremos el régimen de administración de las organizaciones sociales y las conduciremos por un desarrollo sano y ordenado. Hemos de crear y perfeccionar un mecanismo que proteja los derechos e intereses de las masas, mejorar el sistema de trabajo caracterizado por la coactuación de las mediaciones popular, administrativa y judicial, completar el sistema de la asistencia jurídica, impulsar la reforma de la atención a las reclamaciones presentadas personalmente o por correo concernientes a las leyes y su aplicación, agilizar y reglamentar los canales que vehiculan las reclamaciones de las masas, coordinan sus intereses y garantizan sus derechos e intereses y completar el mecanismo de evaluación de riesgos para la estabilidad social como base de la toma de decisiones de importancia capital y el mecanismo de gestión de emergencias, con miras a salvaguardar la seguridad pública de la sociedad y a fomentar su armonía y estabilidad. La seguridad de los productos alimenticios y farmacéuticos constituye un problema destacado que preocupa al pueblo, por lo que, para elevar el nivel de garantización de la misma, hay que reformar y perfeccionar los regímenes de supervisión y control correspondientes, fortalecer la coordinación y la coactuación integrales, hacer que las empresas cumplan con su responsabilidad como protagonistas, supervisar y controlar rigurosamente todo el proceso que va desde el origen de la producción hasta el consumo, y agilizar la configuración de un sistema de seguridad científico y racional acorde con las condiciones nacionales. Es preciso intensificar la construcción básica tanto del sistema de seguridad pública como de la seguridad en la producción empresarial, al objeto de evitar que se produzcan accidentes graves y excepcionalmente graves.

Es necesario potenciar la regulación y el control del mercado inmobiliario y la construcción de viviendas de protección social. Tenemos que inhibir resueltamente la demanda de carácter especulativo o inversor, perfeccionar sin demora el sistema de responsabilidad sobre la estabilización de los precios de la vivienda y el de políticas de regulación y control de dicho mercado y completar el mecanismo con efectos duraderos que fomenta su desarrollo estable y sano. Seguiremos trabajando como es debido en la implementación y administración del programa de viviendas de protección social para que las masas populares puedan alojarse en viviendas confiables y satisfactorias. Este año, en las ciudades y poblados concluirá fundamentalmente la construcción de 4,7 millones de apartamentos de protección social y se iniciará la de 6,3 millones, mientras que en el campo se proseguirá la rehabilitación de viviendas precarias.

Si la educación, la ciencia y la tecnología cumplen un papel básico, precursor y de importancia general en la modernización, la cultura constituye el fluir de la sangre de la nación y el hogar espiritual del pueblo, por lo que debemos situar todas ellas en un lugar estratégico más importante.

Hay que impulsar de continuo el desarrollo prioritario de la educación. Los fondos fiscales nacionales destinados a educación, que hasta el momento vienen superando los dos billones de yuanes anuales, deben incrementarse de continuo y ser utilizados adecuadamente de modo que el pueblo esté satisfecho. Debemos dar nuevos pasos en la profundización de la reforma integral de la educación para resolver efectivamente los problemas importantes que llaman la atención general de la sociedad. Se ha de fomentar con empeño el desarrollo equilibrado de la educación obligatoria, acelerar el de la formación profesional moderna, mejorar la calidad de la enseñanza en todos sus niveles y modalidades y promover aún más la equidad educacional, con el propósito de proporcionar al desarrollo de nuestro país un poderoso apoyo en forma de recursos humanos.

Hay que profundizar la reforma del régimen de la ciencia y la tecnología. Impulsaremos la estrecha combinación de ambas con la economía y nos esforzaremos por instaurar un sistema de innovación tecnológica en el que las empresas sean los protagonistas, el mercado sirva de guía y la producción se integre con la enseñanza y la investigación. Poniendo la mira en los terrenos que, por razones estratégicas, se han de ganar y que comprometen la situación en su conjunto y el desarrollo a largo plazo, intensificaremos las investigaciones en ciencias básicas, tecnologías de vanguardia y tecnologías precursoras. Completaremos el mecanismo de apertura y codisfrute de los recursos científicos y tecnológicos y mejoraremos las políticas fiscales, tributarias y financieras, así como las relativas a las tecnologías industriales y los recursos humanos a fin de apoyar el desenvolvimiento de la ciencia y la tecnología y la aplicación y transformación de sus adelantos, y de crear un ambiente equitativo y abierto para la innovación, en orden a movilizar al máximo el entusiasmo y la iniciativa de los numerosos trabajadores científicos y tecnológicos, y a activar el vigor innovador del conjunto de la sociedad.

Hay que impeler sólidamente la construcción cultural. Para poder impulsar el florecimiento integral de la cultura y el rápido desarrollo de las industrias correspondientes, es preciso incluir la reforma y el desarrollo culturales tanto en la planificación general del desarrollo económico y social como en el sistema de evaluación de la eficiencia de los gobiernos de las distintas instancias y del desempeño administrativo de los cuadros dirigentes. El Gobierno debe cumplir como es debido con su responsabilidad de desplegar las actividades culturales de beneficio público, propulsar con celeridad los proyectos culturales prioritarios en beneficio del pueblo, y perfeccionar el sistema de servicios culturales públicos. Asimismo, es indispensable desenvolver ampliamente entre todo el pueblo las actividades de fortalecimiento de la salud y promover el desarrollo integral tanto de los deportes de masas como de los competitivos.

Se debe reforzar enérgicamente la educación en la moral social, la ética profesional, las virtudes familiares y las cualidades personales. Para propulsar la construcción del sistema de credibilidad social, promoveremos la credibilidad en las actuaciones comerciales y sociales por medio de la credibilidad en las actuaciones administrativas, a fin de formar buenos hábitos sociales.

4. Impulsar en profundidad la reforma y la apertura con mayor coraje político y sabiduría. La reforma y la apertura constituyen la fuerza motriz fundamental del desarrollo y el progreso del país. Sólo persistiendo en ambas podremos continuar llevando adelante nuestra causa. Puesto que la reforma ha entrado en la etapa de acometimiento de lo más duro, tenemos que emancipar aún más la mente, profundizar la reforma del régimen económico en todos los sentidos, seguir propulsando de manera activa y prudente la reforma del político, ahondar la del cultural, acelerar el impulso de la del social y fortalecer la construcción institucional de la civilización ecológica, guiando  continuamente la reforma en profundidad.

Es menester perfeccionar aún más el régimen de economía de mercado socialista. Hay que consolidar y desarrollar sin titubeos la economía de propiedad pública y no vacilar en estimular, apoyar y guiar el desarrollo de las economías de propiedad no pública, de modo que se configure un entorno institucional en el que las economías de las distintas formas de propiedad puedan aprovechar los elementos de producción conforme a la ley y en pie de igualdad, participar equitativamente en la competencia del mercado y gozar de la misma protección legal. Hemos de profundizar la reforma de las empresas estatales y de las ramas prioritarias. Es necesario acelerar la reforma de los regímenes fiscal y tributario para racionalizar la relación entre el nivel central y los territoriales respecto a los recursos financieros y las facultades operativas, perfeccionar el sistema de los pagos de transferencia fiscales, completar el sistema de la hacienda pública, estructurar un sistema de impuestos territoriales y promover la configuración de un sistema tributario que favorezca la optimización estructural y la equidad social. En la profundización de la reforma del régimen financiero, debemos completar el sistema financiero moderno que fomenta el desarrollo de la economía real y acrecentar la competitividad de sectores como el bancario, el bursátil y el asegurador; desarrollar de modo acelerado los mercados de capitales en sus múltiples niveles; fomentar activamente el mercado de bonos; llevar adelante con paso firme la reforma tendente a la mercadización de los tipos de interés y de cambio, y ampliar el uso transfronterizo del yuan para materializar paso a paso la convertibilidad de esta moneda en cuentas de capital. Hay que profundizar la reforma del régimen de inversión y financiación y propulsar la reforma de los precios para completar el mecanismo de fijación de los precios de los productos de recursos naturales y el sistema de compensación ecológica. Seguiremos impulsando activa y prudentemente la reforma de las instituciones públicas según su clasificación. El sistema de distribución de ingresos constituye tanto un sistema fundamental y básico del desarrollo económico y social como la piedra angular del régimen de economía de mercado socialista. Habiendo formulado algunas propuestas sobre la profundización de la reforma del sistema de distribución de ingresos, debemos estudiar y elaborar sin dilación políticas concretas para garantizar la construcción cabal de las instituciones y la ejecución de las políticas correspondientes, resolver eficientemente los problemas existentes en dicha distribución y reducir la disparidad en este ámbito, con el propósito de que los logros del desarrollo beneficien en mayor medida y de manera más equitativa a todo el pueblo.

Es necesario impulsar la construcción de la democracia y la legalidad socialistas. Debemos atenernos a la condición del pueblo como sujeto y desarrollar una democracia popular más amplia, plena y completa, en orden a garantizar al pueblo el disfrute de amplios derechos y libertades conforme a la ley, a propulsar el desarrollo integral de las personas y a salvaguardar la equidad y la justicia sociales. Hemos de persistir en la administración del país con arreglo a la ley, respetar plenamente la autoridad de la Constitución y las leyes y asegurar efectivamente que los poderes de toma de decisiones, ejecución y supervisión se condicionen y coordinen mutuamente, y que los organismos administrativos estatales ejerzan sus atribuciones conforme a las competencias y procedimientos legales. Es indispensable perseverar en el cambio de las funciones gubernamentales y promover la separación entre la administración gubernamental y la gestión empresarial, entre dicha administración y la gestión de los activos estatales, entre las atribuciones de los organismos gubernamentales y las de las instituciones públicas y entre las funciones gubernamentales y las de las organizaciones sociales, al objeto de construir un gobierno de servicio caracterizado por unas funciones instituidas científicamente, una estructura optimizada, la integridad moral, la alta eficiencia y la satisfacción del pueblo. Tenemos que persistir en mejorar el estilo de trabajo y vincularnos íntimamente con las masas, promover el espíritu de lucha tenaz pese a las adversidades y practicar un riguroso régimen de laboriosidad y ahorro, combatir la ostentación y el despilfarro, así como deshacernos del formalismo y el burocratismo. Perseveraremos en la supervisión democrática y la ejercida tanto por la ley como por la opinión pública y perfeccionaremos el sistema de condicionamiento y supervisión del funcionamiento de los poderes, de modo que éstos se ejerzan bajo la supervisión del pueblo y a la luz del día. Es menester persistir en la lucha contra la corrupción, fortalecer la moralización administrativa e introducir cambios institucionales para terminar con la concentración excesiva e incontrolada de poderes, con vistas a que los cuadros sean íntegros, los gobiernos honestos y la política limpia.

Los profundos cambios operados en la situación interna y externa han planteado nuevas y mayores exigencias al desarrollo de nuestra economía abierta. Por lo tanto, tenemos que persistir en la apertura al exterior como política estatal básica y aplicar la estrategia de apertura con mayor dinamismo e iniciativa. Persistiremos en combinar la estabilización de las exportaciones con la ampliación de las importaciones y en impulsar el desplazamiento del comercio exterior de la expansión de su magnitud a la elevación de su calidad y rentabilidad, y de la ventaja en costes y precios a la superioridad en competitividad integral, a fin de propiciar el logro de nuevas ventajas competitivas de la exportación centradas en la tecnología, las marcas, la calidad y los servicios; en combinar la utilización de capitales foráneos con las inversiones en el exterior y en apoyar a las empresas para que “salgan al exterior”, abriendo así nuevos espacios al desarrollo económico; en conjuntar la profundización de la apertura en el litoral con la ampliación de la apertura en el interior y a lo largo de las fronteras, al objeto de configurar rápidamente una apertura regional caracterizada por las peculiaridades propias, la complementación recíproca de las respectivas ventajas, la cooperación según la división del trabajo y el desarrollo equilibrado y coordinado, y en combinar la apertura a los países desarrollados con la apertura a los países en vías de desarrollo, a fin de ampliar y profundizar los puntos de convergencia de intereses con las distintas partes.

 

Estimados diputados: debemos aplicar integral y correctamente la política étnica del Partido, mantener con firmeza y completar el sistema de autonomía étnica territorial y consolidar y desarrollar las relaciones interétnicas socialistas de igualdad, unidad, ayuda mutua y armonía.

Hemos de cumplir en todos los sentidos las directrices básicas del Partido concernientes a la religión, promover la armonía en las relaciones religiosas y poner en juego el positivo papel que las personalidades de los círculos religiosos y las masas creyentes desempeñan en el desarrollo económico y social.

Tenemos que implementar concienzudamente la política del Partido relativa a los asuntos de los chinos residentes en el extranjero y apoyar a los compatriotas de ultramar, a los repatriados y a los familiares de todos ellos, a fin de que se interesen y participen en la modernización de la patria y la gran causa de su reunificación pacífica.

Hemos de propulsar de manera acelerada la modernización de la defensa nacional y del Ejército y construir una defensa nacional sólida y un ejército poderoso, para salvaguardar resueltamente la soberanía, la seguridad y la integridad territorial del país y garantizar su desarrollo pacífico.

Tenemos que perseverar en los principios de “un país con dos sistemas”, “administración de Hong Kong por los hongkoneses”, “administración de Macao por los macaenses” y alto grado de autonomía y unirnos a los numerosos compatriotas de Hong Kong y Macao para mantener la prosperidad y la estabilidad duraderas de estas dos regiones administrativas especiales.

Es necesario persistir en las políticas y directrices de significación trascendental adoptadas por el Comité Central del Partido sobre la labor relacionada con Taiwan, aplicar integralmente el importante pensamiento sobre el desarrollo pacífico de las relaciones entre las dos orillas del estrecho de Taiwan y consolidar y profundizar las bases política, económica, cultural y social de dicho desarrollo, a fin de dar cima a la magna causa de la reunificación de la patria en el proceso de materializar con una sola voluntad la gran revitalización de la nación china.

Es indispensable continuar manteniendo en alto la bandera de la paz, el desarrollo, la cooperación y el ganar-ganar, avanzar invariablemente por el camino del desarrollo pacífico y atenernos a nuestra política exterior independiente y de paz, a fin de fomentar una paz duradera y la prosperidad común del mundo.

 

Estimados diputados: al volver la mirada al pasado, constatamos que a lo largo del camino del socialismo con peculiaridades chinas hemos obtenido logros extraordinarios. Al extender la vista al futuro, vemos que nuestra gran patria tiene ante sí un porvenir de una brillantez sin precedentes. ¡Unámonos con una sola voluntad y trabajemos tenazmente bajo la dirección del Comité Central del Partido, con el camarada Xi Jinping como secretario general, para luchar por la culminación de la construcción integral de una sociedad modestamente acomodada y la materialización de la gran revitalización de la nación china!

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