El ministro de Comercio de China, Chen Deming, afirmó hoy viernes que el gobierno chino apoya los esfuerzos de las empresas del país que invierten en ultramar por salvaguardar sus derechos legítimos de acuerdo con la ley.
Chen destacó que los países de destino de las inversiones chinas deben ayudar a crear un entorno más transparente y justo para aumentar la confianza de los inversores extranjeros.
El ministro hizo estas declaraciones en respuesta a una pregunta sobre la demanda interpuesta recientemente por el Grupo Sany contra el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, durante una rueda de prensa celebrada en el marco de la primera sesión del XII Asamblea Popular Nacional (APN), el máximo órgano legislativo del país.
Algunos legisladores de los países desarrollados aún aplican la "mentalidad de la Guerra Fría" a la hora de evaluar la inversión de las compañías chinas en ultramar, indicó Chen.
"De cada tres yuanes (o Renminbi, la moneda china) que se quieren invertir en Estados Unidos, las autoridades estadounidenses sólo aprueban un yuan", subrayó el ministro.
"Sin embargo, creo que no es una tendencia generalizada", señaló Chen. El titular de Comercio aseguró que la inversión china recibe cada vez mejor acogida en todo el mundo, tanto en África como en Estados Unidos, donde los políticos y legisladores a nivel estatal responden de una manera especialmente positiva a la inversión de China.
El Ministerio de Comercio está trabajando con múltiples países, en especial con países desarrollados en Occidente, para firmar acuerdos de protección de la inversión con el objetivo de proteger los intereses de las compañías chinas, indicó el funcionario.
En cuanto a la revisión de seguridad de la inversión extranjera, Chen dijo que es comprensible, añandiendo que China está estableciendo su propio sistema de examen y espera aprender de algunas de las experiencias de Estados Unidos.
El ministro destacó que este tipo de revisiones deben ser abiertas y transparentes para facilitar el proceso de inversión y hacerlo más previsible.
Las autoridades de evaluación de Estados Unidos pueden exigir a una compañía extranjera que suspenda o concluya sus negocios incluso tres años después de haber iniciado sus operaciones en el país, lo que puede generar graves pérdidas, agregó Chen.