El Indice de Precios al Consumidor (IPC) de China, el principal barómetro de la inflación, aumentó un 4,9 por ciento interanual en febrero, manteniendo así el ritmo de crecimiento registrado el mes anterior, anunció hoy viernes el Buró Nacional de Estadísticas (BNE).
La inflación de China permaneció en niveles altos en enero a pesar de las medidas implementadas por el gobierno para frenar el incremento en los precios.
El crecimiento del IPC se aceleró con respecto al 4,6 por ciento de diciembre pero fue inferior al 5,1 por ciento de noviembre, el nivel más alto registrado en 28 meses.
El portavoz del BNE, Sheng Laiyun, indicó en rueda de prensa que los precios de los alimentos, que representan casi un tercio de la canasta de productos en el cálculo del IPC, aumentaron un 11 por ciento interanual en febrero, mientras que los precios de los productos no alimenticios subieron un 2,3 por ciento interanual.
A principios de año, China ajustó el peso de los productos en el cálculo del IPC. Según las nuevas medidas de cálculo, el peso de los alimentos disminuyó 2,21 puntos porcentuales, mientras que el de los bienes inmuebles aumentó 4,22 puntos porcentuales.
En febrero, los precios al consumidor crecieron un 4,8 por ciento en las áreas urbanas y un 5,5 por ciento en las zonas rurales en comparación con el mismo mes del año pasado, informó Sheng.
El IPC de febrero superó las previsiones del mercado, que se situaban en el 4,8 por ciento, y excedió el límite del 4 por ciento fijado por el gobierno para este año.
Sheng atribuyó el incremento del IPC al alza de los precios durante las vacaciones de la Fiesta de Primavera, así como a otros factores temporales.
El portavoz del BNE señaló que la tendencia al alza podría continuar, ya que las medidas de relajamiento cuantitativo aplicadas por algunos países han provocado un aumento de los precios de los productos. Además, es poco probable que el incremento de los costes de la mano de obra y las materias primas en el mercado interno se invierta a corto plazo, indicó Sheng.
Sin embargo, el gobierno se muestra convencido de que podrá contener la inflación gracias a las abundantes reservas de cereales, el exceso de oferta de productos industriales y la política monetaria prudente en vigor.
El Indice de Precios al Productor (IPP), el principal barómetro de la inflación a nivel de las ventas al por mayor, subió un 7,2 por ciento interanual en febrero y aumentó un 0,8 por ciento en comparación con el mes de enero.
China se enfrenta actualmente a presiones inflacionarias importadas a causa del aumento de los precios de productos como el petróleo crudo, los minerales metálicos e incluso los alimentos en el mercado global, indicó Sheng.
Los precios de compra para los productores subieron un 10,4 por ciento interanual en febrero, con un alza del 14,8 por ciento para los metales no ferrosos, un aumento del 8,9 por ciento para el combustible y un incremento del 15,8 por ciento para los metales ferrosos, según el BNE.
Algunos analistas han previsto que la inflación de China llegará a su punto más alto en mayo o junio. "Todavía no se sabe si la inflación disminuirá drásticamente en la segunda mitad del año, teniendo en cuenta la inflación importada", afirmó Chen Ying, analista de Sealand Securities.
La Administración General de Aduanas informó el jueves de que el país registró un déficit comercial de 7.300 millones de dólares en febrero debido al efecto que la Fiesta de Primavera, o Año Nuevo Lunar Chino, tuvo sobre las exportaciones.
Ese déficit comercial mensual fue el segundo registrado en un año después del déficit de 7.240 millones de dólares de marzo de 2010, que fue el primero en seis años.
Los observadores del mercado señalaron que este déficit repentino está relacionado con la apreciación del yuan, la inestabilidad de los mercados externos y los crecientes costes laborales.
El gobierno ha prometido controlar los precios al consumidor para garantizar la estabilidad social en el país.
El primer ministro, Wen Jiabao, ha confirmado que China continuará implementando una política fiscal proactiva y una política monetaria prudente en 2011.
El Banco Popular de China, la entidad bancaria central del país, ha aumentado el coeficiente de reservas mínimas de los bancos comerciales en ocho ocasiones desde principios de 2010 y ha elevado tres veces las tasas de interés para contener la inflación.
"Las tasas de interés subirían en marzo. Las autoridades deben considerar otros métodos para absorber liquidez en lugar de recurrir únicamente a políticas monetarias", subrayó Pan Xiangdong, economista jefe de Everbright Securities. Fin