Los legisladores tibetanos restaron hoy importancia a la declaración del Dalai Lama sobre su "retiro" y opinaron que simplemente se trata de otra de sus mentiras, de un truco y de un "espectáculo político" que no tendrá ningún impacto en la estabilidad del Tíbet.
El Dalai Lama, de 75 años de edad, anunció hoy en la India que renunciará a su papel político en el "gobierno en el exilio" tibetano y que entregará el poder a un "líder elegido".
"Igual que en el pasado, ése simplemente es otro espectáculo político del Dalai Lama, quien intenta atraer la atención de la comunidad internacional y manipular la opinión pública", señaló Qiangba Puncog, presidente del Comité Permanente de la Asamblea Popular Regional Autónoma del Tíbet, durante su participación en la sesión anual parlamentaria en Beijing.
"Sin embargo, eso no tendrá ningún impacto en la estabilidad del Tíbet", añadió.
Qiangba Puncog comentó que el llamado "gobierno en el exilio" tibetano es una organización política ilegal que no ha sido reconocida por ningún país del mundo.
"Cualquier acción que emprendan, ya sea el 'retiro' del Dalai Lama o la elección de un succesor, será completamente ilegal y carecerá de reconocimiento", dijo.
Mencionó que el Dalai Lama ha hablado sobre su "retiro" o "semi-retiro" en muchas ocasiones en los años recientes.
"No importa si se retira o no, sus intenciones políticas no cambiarán. Su discurso es para declarar públicamente que no renunciará a su intento de sabotear la unidad y de dividir a China utilizando cualquier método", añadió.
El 10 de marzo de 1959, el Dalai Lama y algunos propietarios de siervos en la región instigaron a una rebelión armada para posponer una reforma democrática destinada a abolir el sistema feudal milenario en el Tíbet.
Los siervos, que constituían más de 90 por ciento de la población del antiguo Tíbet, eran tratados como propiedad privada por sus dueños, incluida la familia del Dalai Lama, que en ese entonces era el principal líder del Tíbet.
Los siervos estaban clasificados en tres categorías de acuerdo con sus posesiones: eran Tralpa, Duchung o Nangsan. Los pertenecientes a la tercera clasificación eran los más miserables y podían ser vendidos por sus dueños como ganado.
El Ejército Popular de Liberación de China pronto sofocó la rebelión y el Dalai Lama huyó hacia la India, donde estableció un "gobierno en el exilio". Después, se introdujo la reforma democrática en el Tíbet para liberar a los siervos y acabar con su miseria.
En su discurso anual, el Dalai Lama nuevamente afirmó que "la actual opresión sobre el pueblo tibetano ha provocado un resentimiento profundo y generalizado contra las políticas oficiales en vigor", y que "los tibetanos viven en constante temor y ansiedad".
"Es muy gracioso decir eso", señaló la legisladora Kelsang DrolKar de la aldea Tama ubicada en las afueras de la capital regional tibetana de Lhasa.
Indicó que los aldeanos han estado inmersos en la alegría de la fiesta estos días pues el sábado recibieron el tradicional Año Nuevo Tibetano que coincidió con la inauguración de la sesión de este año de la Asamblea Popular Nacional (APN), la máxima legislatura de China.
"Llamé por teléfono a mi madre la víspera del Año Nuevo y me dijo que todos los aldeanos adornaron sus hogares con la bandera roja de cinco estrellas (la bandera nacional china), una práctica normal en nuestra aldea para celebrar el Año Nuevo y otras fiestas", dijo Kelsang DrolKar.
En realidad, Tama significa "bandera roja" en lengua tibetana, señaló.
Hace varios años, los aldeanos locales pidieron que el nombre de la aldea fuera cambiado del anterior "Chomla" a "Tama", luego de que se beneficiaran de las políticas gubernamentales y se volvieran más prósperos, agregó.
"La gente común lo tiene muy claro", dijo. "Durante los distubios del 14 de marzo en 2008, nadie en la aldea participó en la violencia".
Los disturbios del 14 de marzo en Lhasa causaron la muerte a por lo menos 18 civiles y a un policía. También dejó 382 civiles y 241 oficiales de policía heridos, comercios saqueados y residencias, tiendas y vehículos incendiados. Se cree que los disturbios fueron organizados por los simpatizantes del Dalai Lama y por las fuerzas a favor de la "independencia" tibetana.
Las estadísticas del gobierno muestran que la economía del Tíbet creció 12,3 por ciento en 2010 a 50.700 millones de yuanes (7.700 millones de dólares USA) y se amplió 79,5 por ciento en los últimos cinco años.
El ingreso neto per cápita de los agricultores y pastores aumentó a 4.139 yuanes, a diferencia de los 2.078 yuanes de 2005. El ingreso per cápita disponible de los residentes urbanos en la región aumentó a 14.980 yuanes en 2010, en comparación con los 6.569 yuanes de 2005, según las estadísticas.
"En Lhasa, la economía está creciendo rápidamente, la sociedad es armoniosa y estable y la gente está viviendo y trabajando felizmente", dijo el legislador Dorje Tsedrup, también alcalde de Lhasa.
De hecho, muchos otros legisladores tibetanos que asisten a la sesión anual de la APN en Beijing, están reacios a dedicar un minuto para comentar las declaraciones del Dalai Lama que manchan la imagen del Tíbet y dicen que es "realmente innecesario" refutar sus palabras.
"Los hechos son muy claros. Si van al Tíbet y ven por sí mismos, entenderán naturalmente que el Dalai Lama está diciendo mentiras", afirmó Dorje Tsedrup.
A los ojos de Qiangba Puncog, el Dalai Lama, como Buda Viviente, debe dedicarse a estudiar el budismo, mantenerse alejado de los asuntos mundanos y abstenerse de participar en la política y en actividades separatistas.
"Algunas fuerzas anti-China en Occidente todavía siguen usando su valor residual", indicó. Fin