El gobernador de la región autónoma uygur de Xinjiang, Nur Bekri, subrayó el sábado que para mantener la estabilidad social en esta zona del noroeste de China es necesario considerar la lucha contra el separatismo como una prioridad.
"En la actualidad, la situación general en Xinjiang es estable y sigue mejorando cada día", afirmó el gobernador al asistir a la sesión anual de la Asamblea Popular Nacional (APN, máxima legislatura).
A pesar del impacto de la crisis financiera global y de los disturbios ocurridos 5 de julio de 2009, el turismo local, considerado como un barómetro de la estabilidad social, aumentó de forma significativa en 2010.
Según los datos oficiales, el número de visitantes chinos y extranjeros creció un 44,8 y un 43,5 por ciento interanual, respectivamente.
Sin embargo, el gobernador advirtió de que las bases de la estabilidad social todavía son débiles y la región se enfrenta a grandes retos en este aspecto.
"Debemos poner la estabilidad social en una posición clave a la hora de promover el desarrollo social en la región", apuntó el funcionario.
"Nos esforzaremos por combatir las tres fuerzas malignas del terrorismo, el separatismo y el extremismo y protegernos de ellas", agregó.
Xinjiang se ha recuperado gradualmente de los disturbios de 2009, que dejaron un saldo de 197 muertos y más de 1.700 heridos.
El 19 de agosto del año pasado, tres personas condujeron un triciclo eléctrico cargado de explosivos hacia una multitud en las afueras de la ciudad de Aksu, en el sur de la región.
El ataque causó la muerte de tres agentes de seguridad, tres civiles y dos de los agresores y dejó heridas a otras 15 personas.