Manuel Pavón Belizón
El gobierno chino pretende que la economía del país crezca en los próximos cinco años un 7 por ciento, frente a las cifras de crecimiento entorno al 10 por ciento registradas en el último lustro. El objetivo es evitar que la economía china se sobrecaliente.
Así lo afirmó Wen Jiabao durante la charla en línea que mantuvo el pasado domingo 27 con internautas del país, un encuentro anual que, tras tres años, va camino de convertirse en tradición antes del inicio de las sesiones de la Asamblea Nacional Popular (ANP), que comenzará a principios de marzo.
En los últimos meses, el gobierno chino ha señalado insistentemente como uno de sus objetivos primordiales el cambio del modelo de desarrollo y crecimiento económico del país.
La necesidad de un cambio en la estructura económica china se ha vuelto acuciante, por un lado debido económica global. El descenso de la demanda de productos desde los principales mercados de las exportaciones chinas, víctimas de la crisis, ha puesto en evidencia la excesiva dependencia de la economía china de la demanda externa.
Por otro, existe también un factor social que hace más necesario el cambio. China es cada vez más rica, pero la riqueza no se reparte con la misma celeridad con la que crece; a ello se unen el aumento de los precios de los productos básicos y el encarecimiento de la vivienda, entre otros factores que están generando descontento entre la población.
Por ello, el objetivo es que la cantidad devenga calidad, es decir: crecer menos, pero crecer mejor. En palabras del propio Wen Jiabao, el desarrollo económico debe evaluarse según el nivel de bienestar y satisfacción de la gente, y no por la cifra del PIB o el número de rascacielos construidos.
Un crecimiento continuado del PIB entorno al 10 por ciento durante varios años es un buen galón para un gobierno, pero el gobierno es consciente de que los números, los titulares flamantes y las estadísticas no ponen más productos en el frigorífico y que lo importante no es que China vaya bien, sino que los chinos vayan bien.
Aumentar los salarios, extender la cobertura sanitaria, incrementar las pensiones, mejorar el sistema de educación... Y en los próximos días las sesiones de la APN irán desgranando más medidas para incrementar la ‘calidad’ del crecimiento.
Precisamente hoy, se ha dado a conocer la cifra del último censo demográfico: en China hay 1.341 millones de personas. Será en todas y cada una de ellas donde el gobierno tendrá que concentrarse de ahora en adelante, y no en los números.
Los chinos, que han trabajado y trabajan muy arduamente para hacer de China una gran economía, algunos soportando condiciones laborales muy duras, merecen poder experimentar en carne propia y de la forma más amplia posible el extraordinario avance del país.