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spanish.china.org.cn | 12. 05. 2017 | Editor: Elena Yang | [A A A] |
Por Rebeca Phang Especialista en asuntos internacionales
Referida comúnmente como “la Franja y la Ruta”, el plan engloba las iniciativas de la “Franja económica de la Ruta de la Seda” y la “Ruta Marítima de la Seda del Siglo XXI” presentadas el 2013 por el presidente chino, Xi Jinping, durante sus visitas a Kazajistán e Indonesia respectivamente.
El proyecto busca interconectar Asia, África y Europa a través de la inversión en infraestructura y la coordinación de políticas conducentes a la integración financiera, la liberalización del comercio, el acercamiento entre los pueblos y la cooperación en términos de tecnología de la información. La idea es revivir la antigua ruta de la seda como referencia para crear un sistema más amplio de colaboración entre los países y regiones ubicados a lo largo de su recorrido, con el fin de aprovechar las ventajas estratégicas de cada uno de ellos en aras del bien común.
A través de los años la iniciativa no ha quedado en palabras vacías; todo lo contrario, ha crecido en importancia. Por el momento, más de cien países y organizaciones internacionales la han apoyado y más de 50 países han firmado acuerdos de cooperación con China.
Una de sus piedras angulares, sin duda, es el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura, una institución regional propuesta por China, diseñada en parte para ofrecer respaldo financiero al desarrollo de la Franja y la Ruta. Junto al Banco Mundial han hecho posible la construcción de por ejemplo: una planta generadora de energía en Pakistán, un gasoducto en Azerbaiyán y la renovación de un barrio periférico en Indonesia.
Otro gran impulso al proyecto es el transporte ferroviario intercontinental de carga China-Europa que se inició en 2011 y que ahora abarca 27 ciudades chinas y 28 extranjeras en 11 países del viejo continente, entre ellos España. El 18 de noviembre de 2014 se inauguró la ruta Yiwu-Madrid de 10.000 kilómetros de largo desde este centro de producción en la provincia de Zhejiang, pasando por Kazajistán, Rusia, Bielorrusia, Polonia, Alemania, Bélgica, Francia, hasta llegar a la capital española. La alternativa ofrece un medio de traslado de productos más rápido que el marítimo y más asequible que el aéreo.
En lo que será el evento diplomático del año en China por su importancia no solo regional sino también mundial, el Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional tendrá lugar en Beijing el 14 y 15 de mayo con la presencia de 29 jefes de Estado y de Gobierno, entre ellos el primer ministro español, Mariano Rajoy, quienes se concentrarán en tres puntos básicos: expansión del consenso internacional en cooperación, ampliación de las áreas de colaboración con efectos a largo plazo y beneficios para los pueblos implicados y el trazado de planes concretos.
Como bien lo señaló en su momento el consejero de Estado y encargado de los preparativos del foro, Yang Jiechi, pese a que el origen de la iniciativa se remonta a la antigua ruta de la seda, su alcance no se limita a los países a lo largo de su recorrido, su carácter abierto da pie a la participación de naciones de otras regiones como Latinoamérica. En ese sentido, Sudamérica estará representada por los presidentes de Argentina y Chile, Mauricio Macri y Michelle Bachelet, respectivamente, quienes han expresado su interés por el enorme potencial que alberga este proyecto. Asimismo, participaran importantes funcionarios de otros países de la región.
En el contexto actual un país no puede mantenerse aislado si desea alcanzar el desarrollo económico y social para su pueblo. En medio de aires proteccionistas, la iniciativa de la Franja y la Ruta se erige como una bocanada de aire fresco que pone en primer lugar la cooperación, la unión de fuerzas y la comunidad de bienes como herramientas para un crecimiento económico sostenible e inclusivo, sobre todo en regiones como la asiática donde las diferencias de desarrollo son palpables y la necesidad de infraestructura básica en algunas de sus naciones es vital para su avance.
Como bien lo recalcó el presidente chino Xi Jinping en el Foro Económico Mundial, la iniciativa se originó en China, pero ha ofrecido beneficios más allá de sus fronteras.