Los estantes de libros de los líderes de Estado chinos algunas veces son fuente de curiosidad para que los lectores ordinarios entiendan sus intereses personales o sus posibles orientaciones políticas.
El libro "El Viejo Régimen y la Revolución", un tratado de 1856 escrito por el filósofo político francés Alexis de Tocqueville, es la obra más reciente que está siendo analizada por los cibernautas luego de que surgieran rumores de que ese libro está entre los que leen los líderes centrales de China.
El libro favorito previo era "Meditación" de Marco Aurelio, que se convirtió en un besteller luego de que el primer ministro Wen Jiabao lo citara en dos ocasiones durante su segundo periodo.
"Mi antiguo jefe en Zhongnanhai (sede del gobierno central) recomendó el libro de Tocqueville y agregó que un peso pesado en modernización como China no puede esperar rosas durante todo el camino; debe prepararse para un camino dífícil", escribió el economista Hua Sheng en Tencent, un popular sitio de microblog.
Los exhortos sobre el tipo de reforma continua defendida por Tocqueville han provocado una cálida respuesta en línea.
"Tocqueville trata de probar que si las reformas sociales no van de la mano de reformas económicas, una 'trampa de ingreso medio' podría causar una verdadera crisis", escribió el economista Xu Xiaonian en Sina Weibo, otro microblog popular.
La reforma es una de las mayores tareas que será abordada por el XVIII Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCh), que va a realizarse el 8 de noviembre, pues muchos están preocupados de que la reforma esté perdiendo impulso luego de 30 años de progreso.
La creciente disparidad en los ingresos ha demostrado ser un tema particularmente difícil y los cibernautas piden investigaciones de funcionarios evidentemente opulentos y han puesto en evidencia los casos de pobreza extrema.
El Diario del Pueblo, el órgano de difusión del PCCh, ha usado su cuenta en Sina Weibo para pedir a las autoridades "disminuir la brecha en los ingresos para evitar un posible conflicto social".
"Debemos dividir el pastel de una manera justa y pedir la convicción de eliminar los intereses creados", dice.
Debido a que la estructura social de China se está diversificando, a los reformistas se les ha dificultado satisfacer las demandas múltiples lo que ha vuelto más complicado tener una distribución de los ingresos más equilibrada, indicó el diario.
El Consejo de Estado decidió el mes pasado establecer un plan integral de distribución de ingresos para fines del año, lo que constituye un avance sustancial.
Votar por los derechos es otro punto de debate que el PPCh debe abordar. Las disputas por el uso de tierra, el financiamiento y las elecciones en la aldea de Wukan de la provincia de Guangdong, sur de China, condujeron a protestas de gran escala en septiembre de 2011.
En marzo fue elegido un comité en la aldea Wukan, lo que creo una garantía institucional para ayudar a ajustar las relaciones entre los desarrollares de bienes raíces y los residentes locales.
El apoyo del PCCh a esfuerzos similares de democracia rural pretende reflejar su decisión de mejorar la gestión social.
El profesor Frank Pieke, experto en China moderna de la Universidad Leiden, comentó que el PCCh tiene el objetivo de crear un "gobierno fuerte, efectivo y progresista, además de cultivar ciudadanos responsables, confiables y de alta calidad que habiten una sociedad autónoma y gobernable".
Las autoridades chinas también están considerando la flexibilización de controles sobre la movilidad social reformando el "hukou" o sistema de viviendas familiares , que vincula los beneficios públicos, como educación y atención médico, al lugar de residencia.
"Apoyo la eliminación del sistema hukou. La clave es proporcionar servicios públicos que beneficien a todos y no se basen en el sistema", escribió Hu Shuli, editor de la revisata Caixin.
El índice de urbanización de China llegó a 51,3 por ciento en 2011, la primera ocasión que la población urbana supera a la población rural.
"La reforma en una manera gradual es la mejor manera en términos de costo-eficacia", comentó Yi Gang, vicegobernador del Banco Popular de China y defensor del estilo de reforma de Tocqueville. Fi