Una nueva regulación aprobada en la ciudad de Wenzhou, en la provincia oriental china de Zhejiang, prohíbe invitar a más de 200 personas a las ceremonias familiares organizadas por funcionarios gubernamentales.
Bajo esta nueva regulación, emitida de manera conjunta por el Comité de Wenzhou del Partido Comunista de China y el gobierno municipal, los funcionarios no podrán invitar a sus subordinados ni a otros que puedan influir en el desempeño de sus funciones a bodas, funerales, cumpleaños u otras celebraciones suyas o de los miembros de su familia.
Los funcionarios tampoco podrán aceptar dinero en efectivo ni otros regalos durante estas celebraciones.
Además, los funcionarios tendrán prohibido utilizar los vehículos oficiales o aquellos proporcionados por personas o empresas vinculadas al trabajo gubernamental, según la regulación.
Cualquier funcionario que tenga previsto celebrar una ceremonia deberá informar a su departamento diez días antes del evento o, en el caso de los funerales, en los diez días posteriores. Cada trimestre, los departamentos gubernamentales harán pública toda la información relacionada con estas ceremonias.
La regulación, que entrará en vigor el 1 de enero de 2013, establece unos criterios de autodisciplina para los funcionarios y constituye un punto de referencia para los ciudadanos a la hora de controlar su comportamiento, explicó Jiang Rubiao, profesor asociado de la Escuela del Partido del Comité de Wenzhou del Partido Comunista de China.
"Obviamente, los ciudadanos se quejarán si la familia de un funcionario celebra una ceremonia extravagante", indicó Jiang.
En China, las ceremonias familiares son ocasiones importantes en las que se dan regalos y a veces dinero. Los amigos y familiares suelen entregar dinero en efectivo para felicitar o dar el pésame a la familia, lo que hace que estas ceremonias sean situaciones propicias para el soborno de funcionarios gubernamentales.