Aquellos padres que traigan a un niño nacido en ultramar a la parte continental de China deberán abonar una cuota, según un reglamento de planificación familiar aprobado en la ciudad de Shenzhen, en la provincia meridional china de Guangdong.
En virtud del reglamento, que entrará en vigor el 1 de enero de 2013, los padres empadronados en esa ciudad, o uno en la ciudad y otro en un lugar diferente de la parte continental del país, tendrán que pagar una "cuota de compensación social" por tener un niño adicional nacido en ultramar, aunque sólo en caso de que se registre al niño en la ciudad o éste crezca en la parte continental durante más de 18 meses en el plazo de los dos años posteriores a su llegada.
La cuota será de hasta 219.000 yuanes (35.000 dólares) por cada niño que carezca de aprobación.
Shenzhen se encuentra cerca de las regiones administrativas especiales chinas de Hong Kong y Macao, donde no se aplica la política nacional de planificación familiar, y a donde muchos padres se dirigen a fin de evitar las consecuencias de ésta a la hora de dar a luz a bebés adicionales.
"No importa donde nazca el bebé, en Hong Kong, Estados Unidos o Canadá, si no tiene aprobación, es ilegal", dijo Sun Meihua, subdirectora de salud pública, población y planificación familiar de Shenzhen.
La normativa, que recibió el visto bueno el 30 de octubre en la XVIII sesión del Comité Permanente de la Asamblea Popular Municipal de Shenzhen, también prohíbe que se tengan trillizos o más bebés mediante métodos de reproducción asistida.