(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – La celebración la próxima semana del XVIII Congreso del Partido Comunista de China (PCCh) ha dado pie a unas medidas de seguridad en Pekín que van desde las más o menos lógicas -la prohibición de vender cuchillos- a las sorprendentes, como la prohibición de llevar pelotas de ping-pong en los taxis, comentó la agencia EFE.
Ante la inauguración el día 8 del Congreso del que saldrán los líderes chinos de la próxima década, el Gobierno ha decidido no escatimar en precauciones para que la cita esté exenta de sobresaltos.
Así, las autoridades alternan las clásicas medidas como aumentar el número de policías en la capital -sobre todo en Tiananmen, donde está el Gran Palacio del Pueblo, sede de la mayor parte de los encuentros- con prohibiciones aparentemente peregrinas.
Uno de los colectivos que se han visto afectados es el de los taxistas, que han visto limitado el tipo de pasajero que pueden transportar en sus vehículos.
Desde el domingo, según ha publicado el diario Global Times, el que quiera pasear por Pekín con pelotas de ping-pong - los chinos son grandes aficionados del tenis de mesa- deberá buscar un medio de transporte que no sea un taxi, pues su conductor se arriesga de otro modo a una buena multa.
Un taxista de Pekín, de apellido Wang, relata que durante este periodo tampoco le está permitido “abrir las ventanillas”.
Wang prefiere no entrar a debatir qué razones hay para la normativa, o qué pueden tener las autoridades contra las bolas de ping-pong.
Al parecer, según han apuntado usuarios chinos en Internet, con la prohibición de bajar las ventanas se pretende impedir que un pasajero revoltoso pueda intentar repartir panfletos subversivos durante el trayecto del vehículo.
Otro medio de transporte, aunque en este caso de juguete, también se ha convertido en objeto de restricciones: a partir de ahora, el que quiera comprar un avión teledirigido en una tienda de la capital tendrá que presentar su identificación, a fin de que las autoridades puedan “rastrear” su vuelo, informa el diario oficial Beijing Youth Daily.
Tampoco se podrán dejar volar palomas mensajeras por los cielos pequineses esos días.
Un usuario llamado Zuoyeben ilustra en Weibo (red social parecida a Twitter muy famosa en China) a los internautas enumerando la larga, y asombrosa, lista de prohibiciones -hasta trece, según sus cálculos-, entre las que destacan normas más usuales como el impedimento de "llevar tijeras en los trenes" o la eventual retirada del mercado de los "cuchillos para cortar fruta", quizás los más afilados.
Los residentes de Pekín tampoco podrán soltar globos, circular en tractor por el quinto anillo -una de las circunvalaciones que distribuyen las vías de la capital china- o ir a conciertos de música hasta que termine el cónclave el próximo día 18.