El venidero XVIII Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCh) constituirá un hito en el curso del desarrollo de China, que no ha beneficiado únicamente al país asiático sino también al mundo en su conjunto.
A través de una mirada retrospectiva se puede observar que el pujante desarrollo de China ha brindado mucho vigor y vitalidad a la paz y el desarrollo mundiales durante la última década, como lo demuestran varios hechos y estadísticas.
China ha cumplido con sus promesas formuladas antes de ingresar a la Organización Mundial del Comercio (OMC), cargando con sus responsabilidades internacionales de impulsar la facilitación del comercio y la inversión globales.
El país asiático ha firmado y está a punto de rubricar un total de 15 acuerdos de áreas de libre comercio con 28 países y regiones.
Aún más importante, las importaciones anuales de China aumentaron unos 750 mil millones de dólares estadounidenses en los últimos 10 años, ayudando a crear 14 millones de empleo entre sus principales socios comerciales en todo el planeta.
Durante el referido periodo, las compañías extranjeras de inversión en China han logrado 261.700 millones de dólares en ganancias, con un incremento anual del 30 por ciento.
Lo que más impresiona al mundo es que la economía china es una de las primeras en lograr una recuperación tipo "V" en medio de la actual crisis financiera, hecho que ayuda a la recuperación de la economía global.
El presidente del Parlamento danés, Mogens Lykketoft, reconoció la "gran contribución" de China al manejo mundial para superar las consecuencias negativas de la crisis financiera internacional, además de ayudar a la recuperación económica global.
Es sabido por todos que China se ha convertido en la segunda economía y el mayor exportador del mundo. Un total de 69 compañías chinas han sido incluidas en la lista de las principales 500 compañías del orbe, únicamente superada por Estados Unidos. China cambia de "Hecho en China" por "Innovado en China".
Para muchos observadores, el crecimiento de China ha desempeñado un papel clave en la expansión de las acciones de las economías emergentes en la economía mundial, además de ampliar sus influencias en la gobernanza económica global.
El mundo en vías de desarrollo también está feliz con China.
Una China más rica no olvida a sus viejos amigos en Africa, Asia y América Latina.
Las estadísticas demuestran que alrededor de 18.000 compañías chinas han invertido en el exterior, principalmente en los países en vías de desarrollo.
Las compañías chinas, en su mayoría vinculadas a proyectos estrechamente relacionados con la vida del pueblo local, cargan con sus propias responsabilidades sociales en su inversión y desarrollo.
Hasta finales de 2011, China construyó más de 2.200 proyectos para los países menos desarrollados, lo cual benefició grandemente a los pueblos locales.
Con una inversión directa en Africa de cerca de 15 mil millones de dólares, China ha eximido del pago de una deuda por valor de 4.800 millones de dólares a los países menos desarrollados.
En el futuro, China mantendrá su condición de fuerza vital en la salvaguarda de la paz y el desarrollo mundiales. Queda demostrado que el crecimiento de China no constituye una amenaza para el mundo, sino que brinda mayor vigor y vitalidad a la humanidad.