En víspera de la apertura del XVIII Congreso Nacional del Partido Comunista de China, se siente por todas las partes de la capital un aire festivo y cordial. En las calles, los parques, las plazas y librerías, instituciones y las comunidades de viviendas, se decoran con modelados de flores, grandes eslóganes e las tradicionales imágenes de faroles, por delante de los cuales la gente baila y saca fotografías.
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