Los locales de Henan son fanáticos de los fideos, además, tienen muchas variedades. Según las formas de preparación, existen sopas de fideos, fideos fríos, fideos cocidos, fideos con salsas, fideos salteados, fideos cocidos al vapor y fideos estirados a mano, entre otras. Por otro lado, los fideos tienen diferentes apariencias, algunos anchos, otros delgados. Asimismo, el sabor también es diferente, puede ser suave, salado, picante o ácido.

Los fideos consisten en uno de los alimentos principales de la gente de Henan, además del pan. Comen fideos todos los días y la forma de prepararlos cambia según la estación.

En el invierno, debido al frío, la gente suele tomar sopa de fideos o comer fideos con salsa. Utilizan verduras frescas o deshidratadas o verduras encurtidas como acompañamiento. En algunas zonas, la gente acostumbra preparar sopas claras de fideos, mientras en otras, cocinan los fideos en agua y luego, echan harinas para formar una mezcla.

En verano, los fideos fríos son los más populares. Primero, se cuecen. Una vez están cocidos, se sacan del agua caliente y se dejan enfriar en agua fría. Se comen con salsa de ajo, espinacas, berros y pepinos cortados. Son refrescantes y perfectos para el calor.

En la temporada de cosecha de brotes de ajo y porotos verdes, la gente suele preparar fideos con esos productos. Se prepara una salsa con brotes de ajo o porotos verdes y se agrega a los fideos.

En el campo, existe la costumbre de comer fideos integrales. A veces, los preparan con harina de trigo y soja verde. La harina de soja verde es relativamente suelta, por eso, se agrega el trigo para aumentar la elasticidad de la masa. Este tipo de fideos siempre se sirve con una sopa de brotes de camote o rúculas.

En la China central, existe un dicho “si los fideos se cortan delgados, no importa si la visita llega sin avisar”. Es decir, si la visita viene sin avisar, el dueño de casa sólo tiene que cortar los fideos más delgados y cocinarlos con más agua. No faltará la comida. Por eso, a la gente le gustan los fideos no sólo por su rico sabor, sino también porque son fáciles de preparar. Además, son más económicos que el arroz o el pan. De esa costumbre, podemos percibir la tradición ahorrativa de los residentes de la China central.