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spanish.china.org.cn | 25. 09. 2014 | Editor: Claudia Leng | [A A A] |
En la antigua China, los pies pequeños de las mujeres se llamaban “Pies de oro de tres pulgadas”. Este extremo juicio estético, se puede remontar a la época de las Cinco Dinastías y los Diez Reinos. Durante las dinastías Ming y Qing, la costumbre de vendar los pies se volvió popular y las mujeres de la etnia han llevaban zapatos en forma de arco; mientras que las de la etnia man no se vendaban los pies. Tras la caída de la dinastía Ming, la costumbre se propagó por la influencia de la cultura han. A pesar de que las mujeres de la etnia man, nunca se los habían vendado, los pies grandes se consideraban como “no bonitos”, según el criterio estético de aquel entonces.
Para resolver este dilema, las man inventaron zapatos de tacón que ayudaban a esconder los pies bajo la falda y que eran difíciles de ver. Se dice que desde la antigüedad, esta etnia acostumbraba “hacer zapatos cortando madera”. Debido a que las mujeres man solían subir a la montaña para recolectar frutas y champiñones, se amarró una pieza de madera bajo los zapatos para evitar la mordedura de insectos y serpientes. Más adelante, su elaboración se volvió más fina y se convirtieron en zapatos de tacón. Existe también una leyenda que dice que los antepasados de la etnia man, le amarraron unas horquillas altas a sus zapatos para atravesar una zona pantanosa y lograron reconquistar una ciudad ocupada por los enemigos. Para conmemorar los días díficiles y los tacones, las mujeres los llevaron y transmitieron de generación en generación, con una elaboración cada vez más fina, hasta que se convirtieron en un producto muy típico.