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La ACCh,
los centros docentes superiores, los departamentos
de la industria y la defensa nacional y los organismos
locales de investigación científica
forman el gran sistema de investigación científica
de China, en el cual entre las mencionadas entidades
se dividen de manera adecuada los trabajos y se
mantienen una cooperación recíproca.
Además, las 160 organizaciones académicas
subordinadas a la Asociación China de Ciencias
y Tecnologías y sus sucursales establecidas
en las ciudades grandes y medianas constituyen también
una importante fuerza en este sector. La ACCh, con
sede en Beijing, es el organismo académico
supremo de las ciencias naturales del país
y también el centro de estudios generales.
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Posee los departamentos de matemática-física,
química, geología, biología y ciencia
tecnológica, entre otros, que tienen subordinados
123 centros de estudios y más de 60.000 trabajadores
profesionales. Sus centros de estudios se distribuyen
por diversos lugares del país. La ACCh establece
sucursales en las provincias, regiones autónomas
y municipios, donde se concentran organismos de investigación
científica. La ACCh selecciona en todo el país
a científicos, profesores e ingenieros de alto
nivel y que hayan hecho grandes contribuciones y les nombra
miembros de la Academia. Ahora tiene 651 académicos,
de ellos 159 de alto prestigio y 44 femeninos. La Asamblea
de Académicos de la ACCh es el organismo máximo
de consultas científicas y tecnológicas
del país. La Academia de Ingeniería de China
(AICh), fundada en junio de 1994 en Beijing, es el organismo
académico de consultas con mayores honores en el
aspecto científico y tecnológico de ingeniería
del país. Dispone de 616 miembros y el más
joven sólo tiene 41 años de edad. Entre
los nuevos miembros electos en 2001 figura por primera
vez un experto taiwanés. Hasta ahora sólo
las provincias de Jiangxi y Guizhou no tienen miembros
de la AICh.
En muchos campos de investigación, sobre todo en
los de estudios teóricos básicos de las
ciencias naturales y las humanidades, los trabajos académicos
efectuados por los centros docentes supriores forman una
parte muy importante. En los últimos años,
han progresado con rapidez los estudios teóricos
básicos de aplicación en estos centros.
Los trabajadores concernientes, en su cooperación
con otras instituciones de investigación y departamentos
industriales, han adquirido una modalidad de desarrollo
particular de la universidad-investigación científica-producción,
a saber, resolver con teorías los problemas de
la producción y aplicar los resultados en la práctica,
creando productos potentes de competitividad en el mercado
y convirtiendo los conocimientos en la productividad real.
Gracias a sus experiencias exitosas, los centros docentes
superiores son ahora considerados como socios de negociación
significativos por las empresas medianas y pequeñas
que intenten buscar la explotación de productos
científicos y tecnológicos.
La Comisión del Fondo Estatal para las Ciencias
Naturales se fundó en febrero de 1986 previa aprobación
del Consejo de Estado. Sus tareas consisten en utilizar
las asignaciones de la hacienda estatal para financiar,
según los principios y políticas de desarrollo
científico y tecnológico del país,
los estudios básicos y algunos de aplicación.
En los pasados 10 años, la comisión apoyó
más de 40.000 proyectos sobre ciencias naturales.
La actual comisión está integrada por 26
miembros, incluidos 18 académicos de la ACCh y
la AICh. La Comisión Estatal de Premios para el
Progreso Científico y Tecnológico, establecida
en diciembre de 1999, se encarga de invitar a expertos
y eruditos para administrar y guiar en forma macroeconómica
los trabajos relacionados a los premios científicos
y tecnológicos del Estado, tomar resoluciones sobre
candidatos, variedades y categorías de premios
y ofrecer opiniones y sugerencias para la mejora de este
trabajo galardonado.
Los premios establecidos por las fuerzas sociales han
sido reconocidos recientemente por el Estado como parte
importante del sistema de premios científicos y
tecnológicos del país. Las organizaciones
empresariales e institucionales, las asociaciones sociales
y otros grupos o individuos nacionales y extranjeros utilizan
fondos no estatales o recaudados por ellos mismos para
establecer premios científicos públicos
permanentes en recompensa a los individuos u organizaciones
que han conseguido logros sobresalientes y han hecho contribuciones
prominentes en la conversión de altas y nuevas
tecnologías en productos industriales y en la promoción
y aplicación de frutos científicos y tecnológicos.
Las primeras variedades de premios sociales fueron aprobadas
en marzo de 2001 por el departamento responsable del Estado,
con un total de 26 ítems, entre los que destacan
el premio de progreso científico y tecnológico
para la industria automotriz de China, el de invención
científica y tecnológica Du Pont, el de
ciencias geológicas Li Siguang, el de ciencias
y tecnologías de ingeniería civil Zhan Tianyou,
el de divulgación científica Gao Shiqi y
el de desarrollo farmacéutico de China.
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