el 15 de noviembre de 2003, se clausuró el noveno campeonato mundial de voleibol femenino en Osaka del Japón. El equipo chino venció al equipo japonés por 3 a O llegando a ser compeón después de ganar todos los 11 partidos jugados. De modo que el equipo de voleibol femenino de China que había tenido plena gloria subió otra vez a la tribuna de entrega de premio al campeón mundial tras 17 años de silencio.