El día 16, después de dar 14 vueltas alrededor de la Tierra, la nave se aterrizó sin novedad en Mongolia interior. El astronauta Yang Liwei en buena forma salió él mismo de la cabina recuperable. El pleno éxito del primer vuelo tripulado de China indicó que nuestro país había cumplido y realizado la primera etapa del plan y objetivo de la navegación espacial de nave tripulada, de modo que China llegó a ser el tercer país del mundo y el primer país en vías de desarrollo capaz de efectuar las actividades espaciales de manera independiente.