La industria automovilística de China, la cual no se encuentra a la altura de los grandes competidores extranjeros, superará los desafíos cuando el país ingrese en la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Lu Zhigiang, subdirector del Centro de Investigación del Desarrollo afiliado al Consejo de Estado, dijo que la entrada en la OMC no es "la puerta del infierno" para la industria automovilística.
Lu hizo estas observaciones el domingo durante la reunión de la industria automovilística de 2001 que se celebró en Beijing.
Sus observaciones calmaron los miedos de mucha gente que pensaba que la industria automovilística nacional podría verse arrasada por los vehículos de importación más baratos una vez que China forme parte del círculo comercial.
Lu dijo que existen muchas ventajas para la industria, como el potencial de mercados nacionales inigualables, para hacer frente a los desafíos globales.
"Pero no tenemos tiempo para establecer por nuestra cuenta una industria automovilística competitiva a escala internacional", dijo. "Debemos incrementar nuestra competitividad mientras nos abrimos a nuestros homólogos extranjeros".
Existe una remota posibilidad de establecer una industria automovilística independiente e integrada en un país bajo los acuerdos y adquisiciones en marcha en la industria automovilística mundial, dijo.
Los fabricantes nacionales de coches deben profundizar su cooperación con las compañías extranjeras y trabajar más duro en el mercado mundial para saber cómo enfrentarse a los desafíos de la OMC, dijo.
China reducirá sus tarifas en importación de automóviles de un 70 ó 80 por ciento a un 25 por ciento a mediados del año 2006 según un acuerdo chino-estadounidense de la OMC.
Los fabricantes nacionales de coches han incrementado significativamente su competitividad mediante la cooperación con compañías extranjeras durante los últimos 20 años. La mayoría de coches del país actualmente están fabricados por empresas mixtas.
Chen Jiangguo, un oficial industrial de la Comisión de Planificación de Desarrollo Estatal, hizo eco de las palabras de Lu y dijo que las empresas conjuntas forman parte de la industria automovilística de China y no deberían rechazar las inversiones extranjeras.
Es erróneo pensar que China debe establecer una "industria automovilística nacional independiente", dijo Chen durante la reunión.
"Deberíamos otorgar más oportunidades para el desarrollo a toda clase de fabricantes de vehículos ya sean empresas mixtas o empresas con inversión exclusivamente extranjera", dijo.
Muchas empresas mixtas automovilísticas podrán establecerse en China durante los próximos años, dijo.
Zhang Xinye, presidente de la Sociedad de Ingeniería Automovilística de China, dijo que las empresas mixtas y los fabricantes chinos van en el "mismo barco" cuando se trata de hacer frente a los desafíos de la OMC.
Sin embargo, Lu dijo: "No tenemos ninguna razón para abandonar la industria automovilística puesto que ha conseguido grandes logros durante las dos últimas décadas y es una parte importante de nuestra economía nacional".
La industria es considerada ampliamente como un motor de crecimiento para otros sectores económicos relacionados y puede crear muchos puestos de trabajo. El Gobierno chino la considera como uno de los pilares de la economía nacional.
Lu afirmó que el mercado automovilístico de China podría proporcionar sitio a todos los gigantes automovilísticos del mundo.
En los próximos diez años, se espera que el mercado crezca considerablemente, especialmente el mercado de coches de tamaño pequeño para las familias chinas, dijo.
Otras ventajas de la industria que ayudarán a hacer frente a la competitividad global son su bajo coste de mano de obra y unos sectores de fabricación relativamente fuertes, como la construcción de maquinaria y acero, dijo LU.