La década 90 del pasado siglo fue el período de mayores inversiones gubernamentales y con mayores éxitos en la recuperación y protección del patrimonio cultural. Durante esos diez años, la hacienda central asignó alrededor de 700 millones de yuanes para este propósito y se pusieron en marcha más de mil proyectos al respecto, de suerte que muchas antigüedades en peligro de desaparición recibieron la protección adecuada. A finales del año 2002 existían en todo el país 1.269 lugares protegidos como puntos importantes. El Palacio Imperial (en Beijing), el Palacio Potala (en Lhasa, Tíbet), las Grutas de Longmen (Puerta de los Dragones, en Luoyang, provincia de Henan) y demás sitios con importantes elementos culturales fueron objeto de mantenimientos y restauración a gran escala. Los departamentos correspondientes invirtieron fondos especiales para la protección de las antigüedades en las zonas de construcción de grandes obras de infraestructura, como el embalse Xiaolangdi del río Huanghe y el complejo hidráulico de las Tres Gargantas del Río Changjiang. La Ley de Protección de Objetos Culturales de la República Popular China, promulgada después de ser objeto de revisión en octubre de 2002, incluye por primera vez normas sobre la transferencia y el intercambio de antigüedades.
Hasta ahora, los departamentos competentes han definido mediante evaluación 100 ciudades de renombre por su valor histórico y cultural a nivel nacional y otras más de 80 a nivel provincial. En ellas son objeto de protección los edificios patrimoniales y los tramos de sitios históricos, así como la planificación urbana antigua y su paisaje peculiar y cultura tradicional. El Gobierno Popular Municipal de Beijing dio a conocer en 2000 un programa de mantenimiento y rescate de antigüedades, cubriendo cerca de 100 sitios; el Programa de Protección de la Ciudad Imperial, puesto en marcha en 2002, se propone efectuar trabajos de protección en un área de 6,8 kilómetros cuadrados, en el que hay muros, templos, sistema de agua, césped, caminos, hutong (callejuelas), y viviendas estilo siheyuan. De 2003 a 2008 se invertirán anualmente 120 millones de yuanes para hacer de Beijing una ciudad de renombre histórico y cultural.
Siendo un gran país de tradición agrícola, China tiene un número muy elevado y una distribución muy amplia de aldeas antiguas, tantas que difícilmente se podrán ver en cualquier otra parte del mundo. Estas aldeas, con un entorno natural bien mantenido, conservan una enorme cantidad de antigüedades y elementos de arte local entre sus habitantes. Los departamentos del patrimonio cultural están delineando un programa de acción para proteger a gran escala las aldeas antiguas.
A finales de 2002 China tenía 28 sitios declarados patrimonio cultural, patrimonio natural y patrimonio natural y cultural mundiales, colocándose en el tercer lugar del mundo. Es, además, el país con más rico patrimonio cultural no material. En 2001 la UNESCO incorporó el kunqu a la lista de “Obras Representativas del Patrimonio Verbal y No Material de la Humanidad” y la epopeya Vida del Rey Gesar a la lista de obras conmemorativas en homenaje al milenio. Se han concluido los trabajos de solicitar la inclusión del papel recortado folklórico.