La desertización constituye uno de los problemas graves de China en el ecosistema y medio ambiente. Los 2,62 millones de kilómetros cuadrados de tierras desertizadas superan en mucho la superficie total de las tierras labrantías del país, representando el 27% del territorio nacional. Pese a que el fenómeno ha sido puesto bajo control en algunas zonas, se extiende la desertización a un ritmo de 3.000 kilómetros cuadrados por año.
La Administración Estatal de Silvicultura ha empezado a ejecutar un plan de prevención y tratamiento de la arena, proponiéndose contener básicamente la tendencia de la ampliación de la desertización para el año 2010; en el año 2030, sobre la base de la consolidación de los resultados del tratamiento del período anterior, empezará a reducir año tras año la superficie desertizada; en el año 2050, será básicamente tratada toda tierra desertizada susceptible de ser tratada bajo las condiciones del momento, terminando con constituir ecosistema relativamente perfecto en las zonas desiertas.