Se dividen en tres partes principales: paisaje natural, lugares de valor histórico y cultural, y folklores.

Paisaje natural

En el extenso territorio chino se ven innumerables ríos y montañas poco comunes, lagos, lagunas, valles, grutas, cataratas, etc. Taishan (montaña sagrada del este, en la provincia de Shandong), Hengshan (montaña sagrada del sur, en la de Hunan), Huashan (montaña sagrada del oeste, en la de Shanxi), Hengshan (montaña sagrada del norte, en la de Shanxi) y Songshan (montaña sagrada del centro, en la de Henan) se conocen como “wuyue” (cinco montañas sagradas). Taishan, ubicada en el centro de la provincia de Shandong, costa este del país, se muestra majestuosa como si saliera del mismo suelo y goza de la fama de “cabeza de las cinco”. Huangshan, situada en el sur de la provincia de Anhui, tiene renombre por su extraordinaria hermosura natural, con pinos y rocas de formas raras, un mar de nubes y manantiales de aguas termales. En la zona, de abundantes precipitaciones, hay bosques frondosos, nubes y nieblas espesas como si emergieran de ollas humeantes, que cambian de un momento a otra su fisonomía.

Jiuzhaigou y Huangguoshu son lugares famosos por sus aguas y montañas extrañas. Jiuzhaigou se encuentra en el norte de la suroccidental provincia de Sichuan. Se trata de un valle con más de 40 kilómetros de largo y una superficie de 620 kilómetros cuadrados; “gou” significa valle estrecho entre montañas, “zhai”, aldea o conjunto de familias, “jiu”, nueve. Es, pues, un valle con nueve aldeas. La hermosura de su paisaje abarca lagunas, cascadas, montes nevados y bosques frondosos, por eso es llamada “mundo de cuentos de hadas”. Huangguoshu, ubicado en la suroccidental provincia de Guizhou, posee un grupo de 18 caídas de agua y otras cuatro subterráneas, cuyo estruendo se deja oír a una distancia de más de 5 kilómetros. Guilin significa literalmente “Bosque de Osmantos”, pues allí crecen numerosos árboles osmantos, que dan flores todo fragantes en su temporada que huelen extasiados. A lo largo del río Lijiang, sector Guilin-Yangshuo con 82 kilómetros de largo, en la región autónoma de la etnia zhuang de Guangxi, se ven, además del cristalino fluir de la corriente que refleja los paisajes, colinas con numerosas grutas que ofrecen cuadros fantásticos de una extraordinaria belleza.

En las mesetas del noroeste, los lagos ubicados en lo alto de las montañas dejan a los turistas encantados por sus aguas y por los paisajes que se reflejan en ellas. El Tianchi (“Estanque del Cielo”) de Tianshan, en la región autónoma uigur de Xinjiang, está a

1.980 metros sobre el nivel del mar y tiene una profundidad máxima de 105 metros, y aguas cristalinas como si se viera el fondo del lago. Lo rodean montañas, hierbas de verde jade y flores silvestres como brocados.

El paisaje de las Tres Gargantas del Changjiang posee renombre desde hace tiempo. A ambos márgenes de la corriente se encuentran numerosos sitios de valor histórico y turístico, con hermosas y conmovedoras leyendas. Qutangxia, una de las Tres, es espectacular; Wuxia, otra, hermosa y tranquila; Xilingxia es de corriente vertiginosa, con numerosos bancos y escollos. En un ramal hay otras Tres Pequeñas Gargantas, con montañas que ofrecen a la vista cuadro de vegetación verde y transparentes aguas cristalinas. El de Sanxia (Tres Gargantas), en construcción, va a constituir el mayor complejo hidroeléctrico de China.

Lugares de valor histórico y cultural

La larga historia nos ha legado innumerables sitios de valor cultural. La Gran Muralla, símbolo de la nación china, se ha convertido en el lugar de mayor atracción turística del país. Esta obra se inició en el Período de Primavera y Otoño y el de los Reinos Combatientes que van de 770 a 221 antes de nuestra era. La inmensidad de la obra y lo maravilloso de su aspecto la hacen un auténtico milagro mundial. Actualmente, varias decenas de sus tramos, más sus pasos, almenas y torres, entre ellos Badaling, Mutianyu, Laolongtou y Jiayuguan, pueden ser visitados por los turistas.

Las grutas, las pinturas rupestres en los precipicios y las esculturas también constituyen un tesoro de entre los recursos turísticos de China. Las grutas se tapizan sobre todo a lo largo de la antigua Ruta de la Seda, en la noroccidental provincia de Gansu. El grupo de mayor fama es el de Mogao, calificado como “Tesoro del Arte Oriental”. Allí se conservan 492 grutas repartidas por los precipicios, en tres o cuatro niveles, 45.000 metros cuadrados de murales, más de 2.100 figuras moldeadas y policromadas, cuyo arte descubre una gran precisión, profundidad y rica imaginación. El arte lítico tiene su mayor representación en la gigantesca estatua del Buda de Leshan, en la provincia de Sichuan. La escultura, en una ladera de la colina, mide 71 metros de altura, con unos hombros de 28 metros. Es la figura de Buda en postura sentada más grande de China. Sorprende a la gente no sólo por su tamaño, sino por su alto nivel escultórico y lo proporcionado de su estructura.

Se ubican como estrellas y tablas de ajedrez en el norte y sur sitios de gran valor religioso y cultural. La secta chan (zen) del budismo chino se originó en el templo Shaolin, edificado en el año 495, famoso por sus artes marciales. En el templo las figuras de los 500 arhats pintadas en las paredes cubren más de 300 metros cuadrados. Hay también manuales de las artes marciales de Shaolin de la dinastía Qing. La zona paisajística de Wudangshan se sitúa en la provincia de Hubei, centro del país. En una circunferencia que abarca más de 30 kilómetros cuadrados se yerguen 72 cumbres de raras formas, y se ven valles profundos, conformándose hermosos paisajes. Wudangshan también es un lugar sagrado del taoísmo. Allí se halla el conjunto arquitectónico taoísta más completo y de mayor escala y categoría entre los conservados en China. El verde jade de la vegetación y altas cumbres son las impresiones imborrables que puede dejar la montaña Emei, ubicada en la parte occidental de la provincia de Sichuan, que es una de las cuatro grandes montañas del budismo chino. En Emei se ven un número considerable de antiguas construcciones de dicha religión.

China posee 100 ciudades de fama histórica y cultural. La mayoría de ellas tiene una historia milenaria. Suzhou y Hangzhou, al sur del río Changjiang, tienen lagos y corrientes de agua entrecomunicados, pequeños puentes que salvan los riachuelos, poblados antiguos, ciudades pequeñas, campos cultivados, aldeas y casas civiles, que semejan la pintura de un poema. “Paraíso del mundo humano” es el calificativo que reciben estas dos ciudades desde la antigüedad. La ciudad de Pingyao, en el centro de la provincia de Shanxi, en perfecto estado de conservación, fue fundada durante la dinastía Ming. Allí se han descubierto sucesivamente sitios de las culturas de Yangshao y de Longshan de la era neolítica, lo que demuestra la existencia de una civilización ya hace cinco o seis mil años. La ciudad de Lijiang en la provincia de Yunnan es centro de la cultura Dongbao de la etnia naxi, también lugar de comunicación cultural de los han, tibetanos, bai y otras etnias, con numerosos lugares de gran valor histórico y cultural; fue fundada durante la dinastía Song. Allí pueden verse muchos puentecitos y arcos de piedra construidos durante las dinastías Ming y Qing, así como casas peculiares. Lijiang ofrece preciosos materiales para estudiar la historia arquitectónica, verdadero “museo vivo de la antigua arquitectura civil”.

Folklores

Las 56 etnias del país tienen distintas culturas y modos de vida diferentes. Las fiestas étnicas también poseen sus propias peculiaridades.

Shotön, la fiesta de mayor importancia y más interesante de la etnia tibetana, significa Fiesta de Yogurt y ha sido también calificada como Fiesta de la Opera Tibetana. Durante cinco días a partir del 30 del sexto mes del calendario tibetano, los conjuntos de los diversos lugares de la región se reúnen para efectuar representaciones en diferentes estilos en el Norbu Lingka de Lhasa. Es un encuentro de enorme animación.

En el séptimo mes del calendario lunar, se celebran las fiestas Nadam, las más importantes de la etnia mongola. Durante ellas, tienen lugar concursos de danza y canto, luchas, competiciones hípicas, disparo de flechas, además de actividades de intercambio de mercancías y ofrendas Obo.

Los miembros de la etnia bai que viven más en Dali, provincia de Yunnan, tienen su “Feria de Marzo” en el tercer mes del calendario lunar, en Diancangshan, al oeste de la ciudad de Dali. Se cuenta que hace mucho pero mucho tiempo, el Buda, para ayudar al pueblo bai, venció al rey de los demonios, que hacía sufrir a la gente. Entonces conmovidos por sus favores, los lugareños empezaron a reunirse todos los años para rendir homenaje al Buda, quemando incienso. Esto evolucionó hasta convertirse, poco a poco, en una fiesta tradicional. Ahora la aprovechan los miembros de la etnia bai para efectuar intercambios de mercancías y actividades culturales y deportivas.

La “Fiesta del Agua” es una costumbre folkórica de la etnia dai, de Xishuangbanna, también en la provincia de Yunnan. Se celebra a comienzos de abril. El agua es considerada por los dai símbolo de fortuna, y realización de los anhelos de felicidad. El primer día de la fiesta, la gente remoja las ramas para felicitarse mutuamente; el segundo es el día de arrojar agua. Todos los presentes, con tutoma, cubos o cualquier otro recipiente lleno de agua en la mano, se persiguen y se echan agua. También hay regatas, danzas del pavo real, y otras actividades.

Una carretera construida no hace mucho conduce a Lugu, un lago mesetario, limítrofe entre las provincias de Sichuan y Yunnan, y lo convirtió en un lugar turístico de primer orden en el año 2002. En una zona de varios cientos de kilómetros cuadrados alrededor del lago Lugu viven 30.000 mosos, grupo humano lleno de misterio. Conservan hasta hoy en día la costumbre de matrimonio de “no casarse”, característico de las sociedades matriarcales. Se le llama “reino femenino”, el último en nuestro planeta. Las niñas moso son bonitas, y junto con las magníficas barcas hechas con un solo tronco de árbol y los cantos de los pescadores que se oyen ora acá ora allá, constituyen lo que los turistas denominan “tres maravillas sobre el lago”.