Desde hace más de 20 años, China ha venido ampliando a pasos firmes la apertura del sector financiero al exterior, y ha aprobado el establecimiento de una serie de instituciones financieras foráneas y de inversión mixta en las zonas económicas especiales, las ciudades costeras abiertas y las ciudades centrales del interior, y ha extendido, como experimentación piloto, operaciones en renminbi de los bancos foráneos. En la actualidad, funcionan 205 instituciones financieras del exterior, con activo superior a los 38.000 millones de dólares. En agosto de 1998, se permitió la transacción experimental en renminbi de los bancos foráneos en Shenzhen (antes sólo en Shanghai). En marzo de 1999, se autorizó el establecimiento de sucursales en las ciudades centrales dentro del territorio chino por parte de los bancos foráneos. En 2002, China comenzó a aumentarlo anualmente en un determinado número de ciudades abiertas a bancos foráneos para operaciones en renminbi y en cinco años habrá cancelado esas limitaciones territoriales.
Al mismo tiempo, los diversos bancos comerciales chinos también han fundado sucursales en el exterior para efectuar servicios de crédito internacional. El Banco de China es el que tiene mayor cantidad de filiales en el exterior y de mayor escala. En 1980, China recuperó su calidad de miembro del Banco Mundial, y regresó al Fondo Monetario Internacional. En 1984, China estableció relaciones profesionales con el Banco de Liquidación Internacional; en 1985 participó en el Banco de Desarrollo de Africa, y en 1986 se hizo miembro oficial del Banco de Desarrollo de Asia.