China ha hecho realidad un desarrollo de carácter histórico. De 1990 a 2001, cada año entraban en servicio 1.092 kilómetros, otros 837 kilómetros de doble vía, 962 kilómetros electrificados, aumentando en 2,4 veces, 1,7 veces y 1,8 veces, respectivamente, sobre la media de los diez años anteriores. A finales de 2002 estaban en funcionamiento 71.900 kilómetros, de ellos 23.100 de doble vía, 17.900 electrificados. Actualmente China representa el 6 por ciento del kilometraje mundial, pero su volumen de trabajo ferroviario alcanza el 25 por ciento del total mundial, convirtiéndose en uno de los países de más rápido incremento del volumen de transporte por este medio y de mayor índice de aprovechamiento de sus instalaciones.
Desde 1998, China ha elevado con éxito en cuatro ocasiones la velocidad del transporte ferroviario, cubriendo 13.000 kilómetros. En comparación con el año 1997, los trenes de pasajeros aumentaron su velocidad en un 25 por ciento como media. Los expresos pasaron de 120 kilómetros por hora a 160 kilómetros por hora, e, incluso, a 200 en la línea Guangzhou-Shenzhen en su más alta velocidad.
El ferrocarril Qingzang que comunica la provincia de Qinghai con la región autónoma del Tíbet, la de mayor altitud del mundo, mide
1.142 kilómetros de largo, y su construcción terminará en el año 2006. No se ha escatimado medios para vencer enormes dificultades, como terrenos congelados, escasez de oxígeno en las grandes alturas y protección medioambiental, que han podido ser solucionadas. Actualmente las obras han pasado de los lugares de 3.000 metros hasta los de 4.700 metros sobre el nivel del mar. En el sector Paso Nanshan-cordillera Kunlun, de 130 kilómetros, se ha terminado el tendido de los rieles. En los 420 kilómetros entre Kunlun y las montañas Tanglha han comenzado las obras generales en terrenos helados.
El ferrocarril Yuehai, que enlaza las provincias de Guangdong y Hainan, entró en servicio formalmente el 7 de enero de 2003. Este ferrocarril, por el norte, parte de Zhanjiang, en la provincia de Guangdong, atraviesa la península Leizhou, salva el estrecho Qiongzhou y al sur llega a Chahe, oeste de la insular provincia de Hainan, donde se une con el ferrocarril existente, para arribar finalmente hasta Saya, con un total de 345 kilómetros de longitud.