Desde su establecimiento en 1956, el sector espacial ha desbrozado un camino de desarrollo con peculiaridades propias. En la actualidad, China es el quinto país que de manera independiente investiga, produce y lanza satélites, y el tercero en cuanto a la tecnología de recuperación de los mismos; también se encuentra entre los primeros en importantes campos tecnológicos, como el lanzamiento de varios satélites con un mismo cohete, la tecnología cohetera, lanzamiento y detección de satélites de órbita estacionaria. Ha logrado éxitos trascendentales en la investigación, producción y aplicación de satélites de sensibilidad remota y de telecomunicaciones, así como en pruebas de naves espaciales tripuladas.
Satélites artificiales. Desde el “Dongfanghong I” puesto en órbita en abril de 1970 hasta finales de 2000, China lanzó 75 satélites, de ellos, 48 nacionales y 27 para el exterior. Durante el X Plan Quinquenal (2001-2005), está previsto lanzar la mitad del total de satélites enviados al espacio en los 30 años previos, incluyendo 15 tipos, entre ellos satélites de telecomunicaciones, de navegación, de meteorología, de sensibilidad remota para la detección de recursos y de exploración espacial.
Cohetes portadores. China ha fabricado 12 modelos de cohetes portadores Changzheng, capaces de lanzar satélites y naves de órbita cercana a la Tierra, de órbita geoestacionaria y de órbita heliosincrónica, con un porcentaje de éxito superior al 90 por ciento. Se construirán series de cohetes portadores de nueva generación. Hasta finales de 2002, de la serie Changzheng se habían efectuado 69 lanzamientos, con éxito en los últimos 27 consecutivos desde octubre de 1996. Los tres centros, Jiuquan, Xichang y Taiyuan, se han convertido en campos de lanzamiento modernos de renombre mundial.
Navegación espacial tripulada. El 30 de diciembre de 2002, China lanzó con el cohete portador Changzheng II-F su nave Shenzhou IV, de diseño y producción propios, desde el centro de Jiuquan. Se trata del cuarto experimento de la ingeniería espacial tripulada a partir del primero en noviembre de 1999 (el segundo se realizó en enero de 2001 y el tercero en marzo de 2002). La nave Shenzhou IV dispone de una tecnología totalmente conforme a la exigida por una nave tripulada. Desde que en 1992 se adoptó la decisión de desarrollar la ingeniería espacial tripulada, los departamentos de investigación han logrado resolver muchos problemas técnicos clave. En el futuro, China lanzará más naves no tripuladas antes de efectuar la navegación espacial tripulada. En la actualidad, se están entrenando a astronautas según lo programado.