Entre los sectores industriales de China, la industria de energía eléctrica, incluyendo la térmica, la hidráulica y la nuclear, sigue siendo la que progresa a mayor velocidad. En el año 1990, la capacidad instalada de todo el país fue de 100 millones de Kw. y a finales de 2002, de 353 millones de Kw., que generaron 1.654.000 millones de kw/h. China ocupa el segundo lugar del mundo tanto en la capacidad instalada como en el volumen de electricidad producida.
La construcción del tendido eléctrico ha entrado en su período de más rápido desarrollo en la historia. Las principales redes eléctricas cubren todas las ciudades y la mayor parte de las zonas rurales. Las redes eléctricas vertebrales de 500 kilovoltios están reemplazando gradualmente las de 220 y se encargan de transmitir e intercambiar esta energía entre las provincias y regiones. El sistema automatizado de reparto, de nivel avanzado internacional, con computadoras como medio principal de control, se aplica ya de manera general en las redes eléctricas. En la actualidad, a excepción del noroeste, seis redes eléctricas interprovinciales y otras cinco provinciales independientes, de 500 kilovoltios, han terminado de construirse, junto con una considerable cantidad de grandes plantas en operación, lo cual significa el inicio de una nueva etapa en la industria eléctrica, caracterizada principalmente por equipos generadores, plantas y redes grandes, con voltaje superalto y control automatizado.
La satisfacción de las necesidades en el suministro de energía eléctrica también se está viendo beneficiada por el veloz incremento de la producción de carbón, principal combustible. En los años 80 del siglo pasado, el Estado comenzó a invertir inmensas sumas para construir un grupo de grandes minas modernas, aumentando de forma gradual la producción, que desde el año 1989 se ha mantenido en un nivel superior a los 1.000 millones de toneladas anuales, cubriendo las necesidades del desarrollo de la economía nacional. La industria hullera está elevando de manera constante su nivel tecnológico. En la actualidad, ya está capacitada para diseñar, construir, equipar y administrar minas a cielo abierto de más de 10 millones de toneladas. Su técnica y rentabilidad se renuevan sin cesar. La licuefacción y la gasificación subterránea están en pleno curso. En 2001, China exportó más de 80 millones de toneladas de carbón, colocándose en el segundo lugar mundial.
El petróleo y el gas natural constituyen importantes recursos energéticos del país. En 1995 se produjeron 150 millones de toneladas de crudo, y entre 1997 y 2002, el rendimiento fue superior a los 160 millones de toneladas anuales, lo que colocó a China en el quinto lugar mundial. El desarrollo de la industria petrolera ha promovido el de la economía local, así como el de las ramas concernientes, entre ellas la fabricación de maquinaria, hierro y acero, comunicaciones y transporte. La producción de gas natural superó por vez primera los 20.000 millones de metros cúbicos en 1996, a lo que siguió un incremento constante y en 2002 llegó a 32.660 millones de metros cúbicos. El incremento de la producción de estas dos materias ha contribuido a elevar notablemente su peso en la composición del consumo de energéticos primarios, subiendo, respectivamente, del 17,5% y 1,8% en 1995 al 23,4% y 2,7% en 2002.